Luis Paz-Ares ha recibido el XXIV Premio Nóvoa Santos de Asomega en un acto que ha reunido a las principales autoridades sanitarias y políticas de Galicia y ha servido para ensalzar tanto la trayectoria del galardonado como los valores fundacionales de la entidad: rigor científico, compromiso humanista y vocación universal.
Luis Paz-Ares durante su discurso.
El presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, ha clausurado el evento, en el que también han intervenido el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, y la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín.
El presidente de Asomega, el trivés Julio Ancochea, ha sido el encargado de abrir el acto institucional con un discurso en el que ha destacado que “Luis Paz-Ares es un científico universal con alma gallega. Su trabajo ha transformado la manera de tratar el cáncer de pulmón en todo el mundo, pero nunca ha dejado de llevar consigo la ética, la mirada y el compromiso de su tierra”.
Foto de familia de autoridades y premiados: Julio Ancochea, presidente de Asomega; Lola Rodríguez Nogueira, ganadora del premio a joven investigadora; el conselleiro, Gómez Caamaño; Luis Paz-Ares; el presidente del Parlamento gallego, Miguel Santalices; Goretti Sanmartín, alcaldesa de Santiago; Pilar Bermejo, vicerrectora de Política Científica de la USC; Ana Peiró, de AstraZeneca; y los representantes de Aspronaga: su presidente, Nicanor Álvarez, y su director gerente, Juan Fontela.
El presidente de Asomega ha destacado no solo la excelencia científica del premiado, sino también su profunda humanidad. “Luis Paz-Ares representa la medicina con mayúsculas: la que investiga, cura y acompaña. Y lo hace sin olvidar sus raíces, con un corazón que late también por Galicia”, ha dicho. El galardón, según Ancochea, honra a quienes, como Paz-Ares, “tienden puentes entre la ciencia de vanguardia y la vocación de servicio”.
"Un gallego practicante"
De la presentación de Paz-Ares, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Doce de Octubre de Madrid, se ha encargado Rafael López, jefe de Oncología del CHUS, que ha destacado su impacto clínico y académico a nivel mundial. Lo considera un "gallego practicante" y ha afirmado que siempre "honró a su tierra con trabajo, talento y con su ejemplo", materializado en una actitud que se caracteriza por "escuchar antes que hablar, que no alza la voz. No hay residente que no hable de él con admiración y no hay paciente que no destaque su trato humano".
El conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, y el presidente de Asomega, Julio Ancochea, entregan su premio al doctor Paz-Ares.
Luis Paz-Ares ha agradecido el reconocimiento “como gallego y médico dedicado a los pacientes de cáncer de pulmón y a la investigación". En su discurso, centrado en el futuro de los cuidados oncológicos, ha asegurado que el oncólogo médico es cada vez más un "director de orquesta en el ámbito hospitalario".
Para explicarlo mejor, ha apuntado algunas claves de su trabajo:
Aboga por conocer a fondo la biología de la enfermedad.
"A ello nos va a ayudar tener un pie puesto en la investigación. Es difícil entender la oncología hoy sin ver que la investigación es una raya discontinua que estamos saltando constantemente".
"No creo que un médico tenga que estar de forma permanente en el laboratorio, pero sí conocerlo para acercarse a las bases de la enfermedad".
Equipo multidisciplinar: "Imposible tratar hoy sin conocer las alteraciones moleculares de un tumor y para ello necesitamos capacidades y habilidades que trascienden al oncólogo clásico. Una red sincronizada tiene mejores resultados".
Ha defendido la propuesta de "Mission on cancer" de la UE de que para 2030 el 90% de los enfermos sean tratados en centros integrales de cáncer "que tengan los equipos multidisciplinares, el expertise, la capacidad de formación, de investigar, la infraestructura oportuna para que los pacientes tengan los mejores resultados".
Y ha mostrado su preocupación por la equidad en el acceso a los mejores tratamientos.
Aspecto de la sala del Pazo de Fonseca durante el acto.
Respecto al trato con el paciente, el ganador del Nóvoa Santos 2025 ha recordado que cuando empezó la mayoría llegaban a consulta sin saber que tenían un cáncer. Esto ha cambiado, "pero no hemos de quedarnos ahí. En el proceso de toma de decisiones con el paciente le hemos de hacer sentir mejor dentro de nuestro medio. Hay que hacer el hospital accesible y quizá haya que dedicar tiempo a ello", ha asegurado.
Los otros Nóvoa Santos
En el acto también han recibido su parte del premio los dos candidatos seleccionados por Paz-Ares:
el proyecto de humanización de la asistencia sanitaria de Aspronaga, entidad coruñesa que atiende a personas con discapacidad intelectual. Su presidente, Nicanor Álvarez, ha recibido el premio de manos de Miguel Santalices. Al acto han asistido también el director gerente de la entidad, Juan Fontela, y su responsable de Comunicación, Pilar Fustes.
el trabajo de la joven investigadora Lola Rodríguez Nogueira, oncóloga gallega que desarrolla su carrera en el Hospital 12 de Octubre de Madrid. En la actualidad está iniciando su tesis doctoral sobre el papel del microbioma en la inmunoterapia del cáncer de riñón. La encargada de entregarle el premio ha sido Ana Peiró, directora de Oncología de AstraZeneca.
Santalices entrega su premio al presidente de Aspronaga, Nicanor Álvarez.
La doctora Rodríguez Nogueira recibe su reconocimiento de manos de Ana Peiró, de AstraZeneca.
Con más de 60 años de historia a sus espaldas, Aspronaga se ha consolidado como una de las entidades gallegas de referencia en la defensa de los derechos y la inclusión social de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo. Bajo la dirección de Juan Fontela, Aspronaga ha evolucionado al ritmo que marcaban los cambios sociales, normativos y culturales, adaptándose sin perder de vista su misión principal: mejorar la calidad de vida de las personas a las que acompaña.
En esta entrevista, Fontela repasa los logros alcanzados, los retos que aún quedan por afrontar y la importancia de que la sociedad avance hacia un modelo verdaderamente inclusivo y humanizado. Sus palabras no solo reflejan el compromiso de toda una organización, sino también una visión profundamente transformadora sobre cómo entender la diversidad y construir entornos donde todas las personas puedan desarrollar su proyecto vital.
Juan Fontela, gerente de Aspronaga.
Para quien no conozca Aspronaga, ¿cómo describiría la misión y el trabajo diario de la asociación?
El propósito fundamental o razón de ser de Aspronaga es mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo y, también, la de sus familias. Y lo hacemos promoviendo su inclusión en la sociedad y defendiendo sus derechos como ciudadanía de pleno derecho.
El trabajo que hacemos cada día se centra, principalmente, en ofrecer apoyos y oportunidades para que estas personas puedan desarrollar su proyecto de vida y, también, en sensibilizar a la sociedad y promover políticas públicas que garanticen sus derechos.
¿De qué medios dispone la asociación?
Para desarrollar nuestra Misión, contamos, en primer lugar, con una plantilla de más de 225 profesionales altamente cualificados, como son técnicos de todo tipo (psicólogos, educadores, trabajadores sociales, médicos, enfermeros, fisioterapeutas, maestros de pedagogía terapéutica, etc.) y otro personal especializado prestador de apoyos y facilitadores de oportunidades, así como diverso personal auxiliar.
En cuanto a recursos materiales, disponemos de amplias instalaciones en donde están los centros y servicios. Cabe destacar la finca de Lamastelle en Oleiros, de 11 Ha., el chalet en la Ciudad Jardín de la Coruña que ubica la sede social y el colegio, así como varios pisos en la ciudad de La Coruña dedicados a viviendas tuteladas. En general estas instalaciones están equipadas con los más avanzados medios técnicos y tecnológicos para dar una atención especializada y de calidad.
Desde el punto de vista financiero, Aspronaga tiene un presupuesto anual entorno a los 10 millones de euros y una economía saneada, gracias al apoyo, sobre todo, de la Administración, pero también de personas y entidades privadas que con su solidaridad hacen posible este proyecto.
Además, quiero resaltar la colaboración de voluntariado, otras entidades sociales, universidades y la participación activa de los socios y miembros de la Junta Rectora, que aportan el valor humano que guía el comportamiento y las actitudes en la Asociación.
Aspronaga lleva más de seis décadas trabajando por la inclusión y los derechos de las personas con discapacidad intelectual. ¿Cuáles diría que han sido los principales logros en estos años?
Desde el punto de vista de la lucha por la plena ciudadanía, gracias al movimiento asociativo, del que Aspronaga en un referente importante (es fundadora de Feaps-Galicia, participa activamente en Plena Inclusion España, etc.) se han conseguido importantes logros como son: el derecho al voto, el acceso al empleo público, acabar con la incapacitación judicial, la Ley de Accesibilidad Cognitiva, etc.
Creo que uno de los logros más importantes ha sido el aumento significativo en la visibilidad que ha contribuido a romper estereotipos y prejuicios y la eliminación de términos peyorativos.
Todos los programas que desarrollamos desde Aspronga van dirigidos a la promoción de la autodeterminación de las personas con discapacidad, potenciando que tomen decisiones sobre sus vidas y que participen activamente en la sociedad.
¿Cómo ha evolucionado la percepción social de la discapacidad desde que usted está al frente de la asociación?
En estos 40 años que llevo dedicado profesionalmente a la Asociación, la percepción social de la discapacidad intelectual ha evolucionado desde modelos centrados en la enfermedad y la caridad, considerada como un problema médico asociado a la total dependencia de otras personas, a una visión más inclusiva basada en los derechos humanos en la que, cada vez más se considera que las barreras sociales y la falta de entornos accesibles son factores clave que limitan la participación de las personas con discapacidad.
¿Qué supone para Aspronaga recibir esta parte del Premio Nóvoa Santos de Asomega?
Es un reconocimiento al trabajo que estamos realizado en pro de las personas con discapacidad intelectual que, a menudo presentan cierta vulnerabilidad.
Además, este premio de gran transcendencia, impulsa la visibilidad de la Asociación, sus iniciativas y proyectos, lo que atrae apoyos y recursos para continuar con nuestra labor.
¿Cómo influye este reconocimiento en el ánimo del equipo y en la visibilidad de su labor?
Para el equipo supone una inyección de motivación al percibir que el esfuerzo y los logros se valoran y la visibilidad que nos proporciona este premio genera mayor confianza y credibilidad ante todos nuestros grupos de interés.
¿Cuáles son ahora las principales necesidades o retos que enfrenta Aspronaga?
Tenemos un Plan Estratégico con cinco grandes retos: ser una entidad sostenible, conseguir mayor empleabilidad de las personas con discapacidad, promover la vida independiente y en comunidad, fomentar la vida social entre personas socias, familias y voluntariado y contar con las necesarias y mejores personas profesionales.
¿Qué mensaje le gustaría hacer llegar a la sociedad sobre la importancia de una asistencia verdaderamente inclusiva y humanizada?
La sociedad tiene que reconocer y valorar la diversidad de cada persona, lo que supone ver a la persona desde sus capacidades y no desde su discapacidad, creando entornos donde todos puedan desarrollarse plenamente, se sientan valoradas y capaces de participar plenamente.
Para ello se deben adaptar los apoyos a las necesidades de cada persona, lo que significa eliminar barreras físicas, sociales y actitudinales, haciendo un entorno más accesible.
Desde Chicago, donde ha asistido al congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), la joven investigadora gallega Lola Rodríguez Nogueira contesta a esta entrevista tras haber sido reconocida con la distinción del Premio Nóvoa Santos a un joven investigador gallego por designación del oncólogo Luis Paz-Ares —ganador de esta convocatoria—. La otra parte, destinada a un proyecto destacado en humanización sanitaria, será para la asociación Aspronaga.
Viguesa, médica formada en Madrid y con una incipiente carrera centrada en la investigación del microbioma y su influencia en la inmunoterapia del cáncer de riñón, agradece el reconocimiento con humildad y sentido de la responsabilidad. En esta conversación reflexiona sobre su vocación, el aprendizaje constante en un entorno clínico de excelencia como el Hospital 12 de Octubre y el valor de sus raíces gallegas como impulso vital y profesional.
Lola Rodríguez Nogueira.
¿Gallega de dónde? ¿Cómo ha sido tu trayectoria académica?
Soy Viguesa. Aunque nací en A Coruña, Vigo y el Val Miñor siempre han sido mi verdadera casa y los lugares con los que me identifico. Viví allí hasta los 18 años y toda mi familia sigue en Galicia, salvo mi hermano y yo. Ambos residimos ahora en Madrid, aunque él pasa temporadas allí y yo también vuelvo siempre que puedo.
Estudié Medicina en la Universidad Complutense de Madrid y actualmente me encuentro en una etapa de mi carrera en la que tengo muchísimo que aprender y quiero aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece un entorno abierto como el que tengo ahora. Aun así, me gustaría volver algún día y poder devolver allí parte de lo aprendido. Pero no es algo que contemple en esta fase tan inicial de mi formación.
¿Qué supone para ti recibir este reconocimiento en una etapa tan temprana de tu carrera investigadora?
Sinceramente, me siento un poco abrumada. Estoy en una etapa muy inicial de mi camino investigador y tengo muchísimo que aprender. Lo vivo con mucha gratitud y también con un gran sentido de la responsabilidad.
¿Cómo recibiste la noticia de que el doctor Luis Paz-Ares te había escogido como destinataria de esta parte del Premio Nóvoa Santos?
Recibí la noticia en el entorno más simbólico posible: ambos nos encontrábamos en el congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología, en Chicago, presentando trabajos del año.
¿Qué significa para ti que un referente internacional en oncología como él haya confiado en tu potencial?
Que el doctor Paz-Ares haya confiado en mí significa mucho. Lo agradezco de verdad y lo entiendo como una responsabilidad. Sentir ese apoyo en un momento tan temprano de mi carrera es un impulso importante para seguir trabajando con seriedad y aprendiendo cada día.
¿Cómo es para Lola Rodríguez Nogueira trabajar con el doctor Paz-Ares?
En una palabra: estimulante. En el día a día y especialmente en la consulta, te obliga a cuestionarte cosas constantemente. No se trata solo de encontrar respuestas, sino de aprender a hacerse buenas preguntas. Y eso es lo que más impulsa el crecimiento.
Estás iniciando tu tesis doctoral sobre el papel del microbioma en la inmunoterapia del cáncer de riñón. ¿Puedes explicarnos, en líneas generales, en qué consiste esta investigación y qué impacto podría tener en la práctica clínica?
Buscamos describir patrones microbianos, tanto de la flora intestinal como urinaria, que ayuden a predecir la respuesta, resistencia y toxicidad a la inmunoterapia en tumores renales y uroteliales. Las aplicaciones van desde intervenciones sencillas, como la dieta, hasta estrategias más complejas de modulación del microbioma.
¿Qué te llevó a interesarte por este campo tan específico de la oncología y la inmunoterapia?
Es un campo en auge y estoy convencida de que cada vez tendrá más protagonismo. Me atrajo porque es un tema transversal en oncología: integra mecanismos inmunológicos, moleculares y microbianos. Además, sus aplicaciones van desde intervenciones tan accesibles como la dieta —como ha ocurrido con el ejercicio— hasta terapias innovadoras de modulación dirigida. Esa amplitud y potencial clínico es lo que más me motiva.
¿Qué papel juega la colaboración con equipos multidisciplinares, como el del Hospital 12 de Octubre, en tu formación e investigación?
Esencial. El alcance de lo que uno puede hacer viene muy determinado por el entorno: los mentores que te guían, los recursos disponibles y la cultura de trabajo que te rodea. Tener acceso a profesionales de distintas áreas, con experiencia y visión, marca la diferencia y amplía enormemente tu forma de pensar y aprender.
Como gallega desarrollando tu carrera fuera de Galicia, ¿cómo valoras tus raíces y su influencia en tu vocación profesional?
No tengo claro si es algo que se pueda llamar “gallego”, pero sí que lo aprendí en Galicia: en mi casa siempre ha habido una cultura de esfuerzo muy marcada, heredada de una familia con historias de trabajo duro, responsabilidad desde muy jóvenes y también de emigración, como la de mis abuelos, que tuvieron que buscar fuera de España lo que no encontraban en casa.
¿Qué mensaje te gustaría trasladar a otros jóvenes investigadores gallegos que están comenzando en ciencia y medicina?
Que intenten rodearse de buena gente, que escuchen mucho y que no tengan miedo a salir fuera si eso les permite crecer. Se aprende tanto de lo que sale bien como de lo que no.
Madrid ha acogido esta semana el foro multidisciplinar “Respirar para transformar”, un encuentro clave para para avanzar hacia una estrategia integral, equitativa y estructurada frente al asma y la EPOC, que ya afectan al 25% de la población española y constituyen la tercera causa de mortalidad en el país.
Profesionales sanitarios, representantes institucionales, sociedades científicas y pacientes se dieron cita en este espacio de debate para avanzar hacia una respuesta más coordinada, eficaz y equitativa frente a estas patologías, que constituyen la tercera causa de mortalidad en España y generan un enorme impacto económico y social.
El foro se celebra en un momento clave, en plena revisión de la Estrategia de Cronicidad por parte del Ministerio de Sanidad, y ha servido como plataforma para formular propuestas concretas en un ámbito que, a pesar de su alta prevalencia, sigue sin contar con una estrategia común y estructurada en el Sistema Nacional de Salud (SNS).
El encuentro se enmarca en la iniciativa ‘Respirar’, impulsada por un grupo de trabajo que lidera Julio Ancochea, jefe de Servicio de Neumología del Hospital de La Princesa y presidente de Asomega. Esta iniciativa busca generar recomendaciones prácticas para diseñar e implementar la Estrategia Común en Enfermedades Respiratorias en el SNS, y cuenta con el impulso de AstraZeneca y la implicación de SEPAR, SEAIC, SEMI, GRAP, SEFH, SEFAC y FENAER.
El presidente de Asomega inauguró la jornada con un mensaje claro: “Un avance integral, multidisciplinar y coordinado puede redundar de forma muy positiva no solo en el manejo de los pacientes, sino también en la prevención y promoción de la salud”. Añadió que con Respirar se pretende generar conocimiento y poner de manifiesto las grandes oportunidades que generaría una Estrategia Común en Enfermedades Respiratorias, construida con la participación activa de todos los actores del sistema.
En la primera mesa de debate, moderada por el propio Julio Ancochea, participaron el doctor Ismael García Moguel, vicepresidente del Comité de Asma de SEAIC, y el doctor Juan Carlos López Caro, presidente del Grupo de Respiratorio en Atención Primaria.
Los tres coincidieron en señalar que, a pesar de su elevada prevalencia, enfermedades como la EPOC y el asma continúan infradiagnosticadas, con grandes desigualdades territoriales en su detección y tratamiento. García Moguel subrayó que la espirometría debe incorporarse de forma sistemática en Atención Primaria para mejorar el diagnóstico precoz, mientras que López Caro reclamó una mayor formación de los profesionales sanitarios en patología respiratoria.
También alertaron sobre el cambio de perfil del paciente respiratorio: cada vez más joven y con mayor prevalencia entre mujeres, lo que exige adaptar las estrategias asistenciales a una realidad en evolución.
Enfoque preventivo y coordinado
La segunda mesa, moderada por José Javier Castrodeza, catedrático de Medicina Preventiva y ex secretario general del Ministerio de Sanidad, reunió a Jorge del Estal, coordinador del Grupo de Patologías Respiratorias de la SEFH, y Mariano Pastor, presidente de FENAER.
Castrodeza recalcó que el momento actual es propicio para integrar de forma sólida las enfermedades respiratorias en la Estrategia de Cronicidad, y subrayó la importancia de definir indicadores de impacto como la mortalidad, las hospitalizaciones evitables o la adherencia a tratamientos. Del Estal, por su parte, abogó por modelos asistenciales más integrados y centrados en el paciente, mientras que Pastor reclamó la participación estructurada de los pacientes y sus asociaciones en los órganos de planificación.
Todos los participantes coincidieron en la necesidad de impulsar planes regionales de salud respiratoria adaptados a las necesidades de cada territorio, con coherencia dentro del marco nacional.
La jornada también hizo referencia a la reciente resolución de la Asamblea Mundial de la Salud (WHA), que promueve un enfoque preventivo y centrado en el paciente para enfermedades crónicas como el asma y la EPOC. En este contexto, se subrayó que España, como miembro actual del Comité Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tiene una oportunidad única para liderar una agenda internacional en salud respiratoria y trasladar esas recomendaciones al ámbito nacional y autonómico.
En el cierre del acto, Pilar Pasarón, directora de Government Affairs de AstraZeneca España, recordó que “las respuestas a los grandes retos de salud no pueden construirse de forma aislada, sino que requieren alineamiento clínico, participación de los pacientes, impulso institucional y coherencia territorial”. Agradeció además el compromiso de todos los miembros de Respirar: “Tenemos evidencia, tenemos propuestas, tenemos alianzas. Y, sobre todo, tenemos compromiso. Ahora toca a las instituciones recoger el testigo”.
Julio Ancochea, presidente de Asomega y director científico de Respira; Pilar Pasarón, directora de Government Affairs de AstraZeneca España; y Mariano Pastor, presidente de Fenaer.
Con una trayectoria que une excelencia técnica y vocación internacional, Andrés Rodríguez Lorenzo se ha consolidado como una de las voces más respetadas en el ámbito de la cirugía plástica y reconstructiva en Europa. Jefe clínico del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Universitario de Uppsala (Suecia) y miembro de la Academia Asomega, este médico gallego ha hecho de la empatía y la escucha activa pilares fundamentales de su práctica clínica.
Premiado por la Sociedad Europea de Cirujanos Plásticos y con experiencia formativa en tres continentes, Rodríguez Lorenzo combina la precisión del quirófano con la convicción de que una buena cirugía empieza mucho antes del bisturí: en el vínculo de confianza entre médico y paciente. En esta entrevista, habla de ética, reconstrucción, vocación y futuro, sin perder de vista sus raíces gallegas ni su compromiso con una medicina cada vez más humana.
Tras completar su formación médica y especializarse en cirugía plástica en España ha desarrollado una destacada carrera en Suecia. ¿Qué le motivó a trasladarse a Uppsala y cómo ha influido esta experiencia internacional en su enfoque hacia la medicina y la atención al paciente?
He completado mi formación en medicina y especialidad a través del MIR en España. Siempre he sentido la inquietud de explorar otras formas de trabajar en el extranjero, lo que me llevó a realizar una subespecialidad en microcirugía en Taiwan y Escocia durante dos años. Hace 15 años tomé la decisión de trasladarme a Suecia motivado por un proyecto muy ilusionante en el desarrollo de cirugía altamente compleja. A lo largo de los últimos años he contribuido activamente a este proyecto y me enorgullece formar parte de uno de los equipos líderes en cirugía reconstructiva en Europa.
Mi experiencia laboral en diversos países ha sido fundamental en mi desarrollo como médico. Conocer diferentes enfoques de trabajo me ha permitido mejorar mis habilidades y brindar una atención más completa y efectiva a mis pacientes.
¿Cómo mantiene los vínculos con Galicia, viaja a menudo? Y desde el punto de vista profesional, ¿tiene contactos con su universidad o con centros de investigación gallegos?
A nivel personal, visito Galicia cada año, ya que gran parte de mi familia reside allí y considero esa tierra como la mía. Desde el ámbito profesional, mantengo una relación con los hospitales universitarios en Galicia, donde varios residentes de cirugía plástica vienen regularmente a Suecia para rotar y aprender técnicas de microcirugía. Además, mantengo contacto con numerosos colegas cirujanos plásticos y he tenido el honor de ser invitado en varias ocasiones por la Sociedad Española y la Sociedad Gallega de Cirugía Plástica a sus congresos anuales para compartir mi experiencia en cirugía reconstructiva.
Siendo miembro del Comité Internacional de Asomega y de la Academia Asomega, ¿cómo cree que las colaboraciones entre profesionales gallegos y centros internacionales pueden enriquecer la práctica médica y promover una atención más cercana al paciente?
Personalmente, considero que la colaboración internacional es esencial para el progreso en medicina. Los avances continuos en este campo se producen en diversas partes del mundo, y todos los pacientes se benefician de estos desarrollos. Como médico, es fundamental mantenerse al tanto de los avances a nivel internacional y establecer mecanismos de colaboración no solo a nivel nacional, sino también a nivel internacional, en beneficio de los pacientes.
La cirugía plástica, especialmente en casos reconstructivos, tiene un profundo impacto en la calidad de vida de los pacientes. ¿Cómo integra la empatía y la comunicación en su práctica diaria?
Mi especialidad, cirugía plástica y reparadora, se centra en mejorar la calidad de vida de los pacientes. Es un campo que abarca todo el cuerpo y ofrece soluciones a problemas complejos como secuelas de traumatismos, cáncer o deformidades congénitas. En mi enfoque, cada paciente es abordado con humildad y con la premisa de comprender cuál es su principal necesidad y cómo puedo ayudarlo. Para mí, el éxito en la reconstrucción no se limita únicamente a la excelencia técnica o quirúrgica, sino a cumplir las expectativas que el paciente tenía antes de la cirugía. Por lo tanto, considero que la comunicación con el paciente es fundamental. Establecer expectativas realistas sobre los resultados y demostrar empatía para comprender el sufrimiento principal del paciente son aspectos clave para abordar y solucionar adecuadamente sus necesidades.
Andrés Rodríguez-Lorenzo.
En su experiencia, ¿cuáles son los principales desafíos éticos que enfrenta en la cirugía reconstructiva y cómo aborda situaciones complejas que requieren decisiones sensibles?
Los desafíos éticos que enfrentamos en mi especialidad no difieren mucho de los que enfrenta cualquier médico. En general, como médicos o cirujanos, nuestro objetivo es proporcionar tratamientos respaldados por la mejor evidencia científica para resolver los problemas de los pacientes, siempre evaluando los riesgos para garantizar que la cirugía mejore la calidad de vida sin generar daños adicionales. En ocasiones, los dilemas éticos surgen debido al contexto de cada paciente o en casos complejos donde no hay evidencia clara sobre cuál es la mejor opción quirúrgica.
En estos casos, es fundamental abordar el caso en un equipo multidisciplinar que, a través de diferentes perspectivas, ayude a tomar la mejor decisión posible. Siempre se debe proporcionar información honesta al paciente sobre los riesgos de complicaciones y la relación riesgo-beneficio para ayudar en la toma de decisiones. En mi práctica, no es inusual enfrentar casos únicos en complejidad, donde evaluar el riesgo y beneficio de la cirugía con el paciente es crucial para tomar la mejor decisión.
Como miembro de la Academia Asomega, ¿cómo valora el papel de las asociaciones médicas en la promoción de una medicina más humana y centrada en el paciente?
Valoro positivamente el enfoque de cada especialidad en utilizar sus congresos y foros para abordar el progreso científico y técnico. Sin embargo, considero fundamental la existencia de espacios profesionales donde se discutan ampliamente los aspectos éticos y humanos inherentes al trabajo médico. Asimismo, es crucial la divulgación clara y accesible de los avances en medicina a la población en general. En este sentido, asociaciones como ASOMEGA desempeñan un papel importante en este ámbito.
La conciliación entre la vida profesional y personal es un reto. ¿Considera que hay más facilidades para esa conciliación en Suecia que en España?
Es posible que en Suecia existan más facilidades en cuanto a las bajas de paternidad y maternidad, que suelen ser más largas que en España. Sin embargo, en mi experiencia, puede que haya menos cultura de apoyo familiar en comparación con la que existe en España.
¿Qué consejos ofrecería a los jóvenes profesionales que inician su carrera en Medicina?
Es difícil ofrecer un consejo general, dado que las aspiraciones y necesidades de cada individuo suelen ser distintas. Sin embargo, mi recomendación sería la de mantener una ambición constante por adquirir conocimientos a lo largo de toda la vida profesional, mantener una mente abierta a diferentes métodos de trabajo y, definitivamente, salir de la zona de confort. Creo firmemente que esta es la única manera de mejorar y crecer como profesional.
¿Volverá a Galicia?
A nivel personal, regreso a Galicia todos los años, ya que es mi tierra natal. En el ámbito profesional, me encantaría regresar a trabajar en Galicia en el futuro. Sin embargo, en el corto y medio plazo, es complicado debido a los compromisos profesionales que he adquirido en Suecia.
Santiago de Compostela ha acogido el acto conmemorativo del décimo aniversario del Plan para el Abordaje de la Hepatitis C del SNS en Galicia. El evento, impulsado por la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (AEHVE) y la Consellería de Sanidade, reunió a responsables sanitarios, expertos clínicos y representantes de asociaciones científicas. Entre los organizadores, el miembro de Asomega y coordinador de AEHVE Javier García Samaniego.
Alfredo Silva, director general de Asistencia Sanitaria del Sergas; Javier García Samaniego, coordinador de AEHVE y miembro de Asomega; el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño; la directora general de Salud Pública, Carmen Durán; y Rafael Bañares, presidente de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH).
Durante el acto, el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, puso en valor el impacto de los tratamientos frente a la hepatitis C en Galicia, con cerca de 10.000 personas tratadas desde 2015. En el acto se puso de manifiesto que el programa de cribado oportunista implantado en julio de 2023 constituye un estrategia efectiva y útil para detectar infecciones ocultas y evitar complicaciones en el futuro. Este plan se aplica a personas de entre 40 y 69 años que acuden a atención primaria por cualquier motivo y, hasta hoy, ha permitido realizar más de 280.000 pruebas, con la detección de 372 casos activos.
Galicia ha desarrollado además un modelo de abordaje integral de la hepatitis C que incluye:
prevención primaria y secundaria
mejora en los procesos de diagnóstico
acceso temprano al tratamiento
formación sanitaria
impulso a la investigación.
El conselleiro agradeció la implicación de todas las personas que contribuyen al avance de la estrategia gallega, desde los profesionales de la Dirección General de Salud Pública y de atención primaria y hospitalaria del Servicio Gallego de Salud hasta las asociaciones de pacientes, las ONGS y las instituciones penitenciarias que colaboran en acercar la asistencia sanitaria a colectivos de difícil captación.
El acto contó con dos mesas principales. La primera, sobre “Las historias personales detrás del éxito sanitario”, fue moderada por Javier García-Samaniego, que además de coordinador de la AEHVE es jefe de sección de Hepatología del Hospital La Paz, e incluyó intervenciones de expertos en infección, microbiología, adicciones y representantes de asociaciones de pacientes. La segunda, “La infección por hepatitis C en Galicia diez años después del PEAHC”, moderada por Francisco Suárez, abordó la evolución epidemiológica de la infección en Galicia, datos específicos sobre coinfección con VIH y el impacto del plan en la donación y trasplante hepático, con ponentes de varios hospitales gallegos.
La jornada sirvió para compartir experiencias, reflexionar sobre los avances conseguidos y analizar los retos que quedan para alcanzar el reto de eliminar la hepatitis C como problema de salud pública antes de 2026, cuatro años antes del plazo marcado por la Organización Mundial de la Salud.
La Red contra la Tuberculosis y por la Solidaridad – Stop Epidemias ha lanzado el número 54 de su revista Memorias, que pone el foco en el análisis de la “Mesa de Comunicación y Salud” celebrada en el marco de la XIII Jornada de Actualización de la red. En ella, destacados profesionales del periodismo especializado reflexionaron sobre el papel de los medios en la salud pública. Además, ofrece un completo recorrido por los diez años de historia de los Premios Solidari@s de la Red TBS-Stop Epidemias, que reconocen el compromiso con la solidaridad y los derechos humanos de figuras e instituciones clave.
La Mesa de Comunicación y Salud reunió a destacados periodistas especializados en salud como José Manuel González-Huesa (Servimedia), Emilio de Benito (Asociación Nacional de Informadores de la Salud), Xavier Salada (IM Médico) y Pilar Pérez Jiménez (El Mundo). En sus intervenciones, reflexionaron sobre el papel de los medios en contextos de crisis como la COVID-19, la responsabilidad de informar con rigor y los desafíos actuales frente a la desinformación.
González-Huesa recordó que durante la pandemia “los medios de comunicación teníamos un valor trascendental” y defendió que “comunicar bien es parte del trabajo” de los profesionales sanitarios. Emilio de Benito subrayó que “las enfermedades crónicas son más difíciles de vender periodísticamente” y alertó sobre el impacto de los bulos: “Todavía no hay un estudio que diga cuánta incidencia aumentan muchas enfermedades por culpa de la desinformación”. Por su parte, Pilar Pérez reivindicó el valor del periodismo especializado: “Lo importante es contar bien las cosas, con un lenguaje entendible para cualquiera”, y apuntó que “los medios tenemos que fijar líneas rojas: prefiero quedar como la sosa, pero que se confíe en nosotros por la rigurosidad y la precisión”. Xavier Salada explicó el papel de los medios especializados como filtros de información veraz: “Nuestro enfoque es técnico, riguroso y profesional. No tenemos que generar ‘hype’ para que nos lean”, y recalcó la necesidad de tener “comités científicos que aseguren la calidad de lo que publicamos”.
La mesa fue un espacio de reflexión y autocrítica que reforzó la necesidad de una comunicación responsable como herramienta clave en salud pública.
Por otro lado, la revista repasa los 10 años de los Premios Solidari@s de la Red TBS-Stop Epidemias, que desde 2015 hasta este año han venido reconociendo el compromiso con los derechos humanos y la salud pública de personalidades e instituciones. Esta sección recuerda a galardonados como Jordi Évole, el padre Ángel, Rosa María Calaf o Médicos Sin Fronteras.
Además, el editorial de esta edición, titulado "Ver para creer", denuncia decisiones recientes de la administración estadounidense, como el cierre de USAID o la retirada de EEUU de la OMS, que afectan gravemente la salud global, especialmente en países vulnerables. Estas medidas, señala la publicación, suponen un golpe a décadas de cooperación internacional en la lucha contra enfermedades como la tuberculosis o la malaria.
Con esta edición, la Red TBS-Stop Epidemias, de la que forma parte Asomega, refuerza su misión de informar, sensibilizar y movilizar a la sociedad frente a las desigualdades en salud que aún persisten dentro y fuera de nuestras fronteras.
El Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (INIBIC) ha celebrado su reacreditación como centro de investigación sanitaria por parte del Instituto de Salud Carlos III, una distinción que obtuvo por primera vez en 2015 y que ahora alcanza por tercera vez consecutiva. El acto de conmemoración tuvo lugar en el salón de actos del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC), donde se presentó también la memoria de actividad correspondiente al año 2024.
El gerente del área sanitaria de A Coruña y Cee, Luis Verde; María Pollán Santamaría, directora del Instituto de Salud Carlos III; Antonio Gómez Caamaño, conselleiro de Sanidade; Patricia Rey Pérez, directora de la Fundación de Investigación Biomédica Profesor Novoa Santos; Ricardo Cao, rector de la Universidade de A Coruña; y la directora científica del Inibic, María del Mar Castellanos.
El conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, presidió la ceremonia y destacó que esta acreditación es “mucho más que un sello”, refiriéndose a ella como “una certificación de calidad, de madurez y de futuro, que avala la capacidad del Instituto para captar recursos, formar talento y transformar la realidad sanitaria”. Subrayó también la excelencia del equipo del centro, formado por “más de 590 profesionales de investigación pertenecientes a 34 grupos de investigación”.
Durante el último año, el INIBIC ha desarrollado 112 estudios de investigación, consiguiendo cerca de 9 millones de euros en financiación a través de convocatorias públicas, tanto para proyectos como para recursos humanos y estudios clínicos. Según su directora científica, María del Mar Castellanos, uno de los principales retos sigue siendo asegurar una financiación estable y diversificada, también a través de iniciativas privadas. En ese sentido, destacó el respaldo de empresas colaboradoras, como Inditex.
En el acto también intervino la directora del Instituto de Salud Carlos III, María Pollán Santamaría, quien calificó de “merecida” esta reacreditación, y reivindicó una “investigación más potente ligada al territorio”.
Gracias a esta renovación de la acreditación, el INIBIC consolida su posición como parte de un reducido grupo que conforman 35 centros de investigación de toda España, reconocidos por su excelencia investigadora. Esta posición hace posible el acceso a convocatorias específicas, alianzas estratégicas y nuevas fuentes de financiación. Cabe recordar que Asomega distinguió hace dos años a los tres centros gallegos (IDIS, Inibic e IIS Galicia Sur) con su Insignia de Oro.
La jornada tuvo también un carácter especial al coincidir con la bienvenida de los 131 nuevos residentes llegados desde distintos puntos del país.
El profesor Emilio BouzaSantiago ha lanzado un mensaje directo y crítico sobre uno de los grandes problemas de la sanidad actual: la infección nosocomial. En su discurso de ingreso como académico de número de la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME), advirtió de la falta de implicación institucional para combatir esta amenaza silenciosa: “No existe una franca voluntad política ni una determinación clara para atajar debidamente este problema”. Ocupará el sillón número 17, correspondiente a la especialidad de Microbiología y Parasitología, área en la que es un referente nacional e internacional.
Emilio Bouza investido académico de la RANME.
Bouza, socio de Asomega y antiguo integrante de su Junta Directiva, centró su intervención en un asunto que considera central en la práctica clínica contemporánea: la infección relacionada con la atención sanitaria que, según afirmó, es “la gran pandemia de nuestro tiempo en el entorno hospitalario”.
En su intervención —titulada “La infección nosocomial y su situación en España”—, advirtió que el problema afecta al 8,2% de los pacientes ingresados, según los últimos datos del estudio EPINE. Las infecciones más frecuentes son las urinarias, las del sitio quirúrgico, las respiratorias, las bacteriemias asociadas a catéteres y las provocadas por Clostridium difficile. Especialmente preocupante, afirmó Emilio Bouza, es su impacto en las unidades de cuidados intensivos, donde llegan a afectar a uno de cada cinco pacientes.
El profesor alertó también sobre la ausencia de progresos en el uso hospitalario de antibióticos: “En los hospitales de agudos españoles en los últimos diez años no hay una reducción significativa de la proporción de pacientes que reciben antibióticos”. Esa cifra permanece en el 40% en un día cualquiera. Reclamó además que los datos de infecciones nosocomiales se hagan públicos por centro, servicio e incluso profesional, y que el problema deje de considerarse como un daño colateral inevitable: “Debe entenderse como consecuencia de errores que pueden evitarse”, sentenció.
En su análisis, Bouza abordó también las implicaciones económicas del problema: las infecciones nosocomiales prolongan la estancia hospitalaria una media de ocho días y generan, solo en España, un coste estimado de unos 1.000 millones de euros anuales. A escala europea, el gasto se sitúa en torno a los 7.000 millones de euros. “Todo esto es hoy, a todas luces, una subestimación”, añadió.
Además, hizo un llamamiento a ampliar el enfoque: “Es necesario incorporar al control de la infección nosocomial a profesionales no primariamente sanitarios, como arquitectos, ingenieros o psicólogos”. También señaló la necesidad de extender las medidas de prevención a otros ámbitos más allá del hospital, como las residencias de mayores y centros de diálisis, donde también se producen este tipo de infecciones.
Como colofón a su intervención, el profesor Emilio Bouza compartió un decálogo de propuestas directas y concretas fruto de más de cinco décadas de experiencia clínica e investigadora. Con ellas, llamó a transformar la gestión de la infección nosocomial desde la raíz, con medidas que abarcan desde la gobernanza institucional hasta la transparencia, la responsabilidad profesional y la colaboración multidisciplinar. Estas son sus diez reflexiones finales:
Voluntad política real “A mi juicio, no existe una franca voluntad política ni una determinación clara para atajar debidamente este problema.”
Planes que pasen del papel a la realidad “No hay un verdadero plan regional ni nacional efectivo que salte del papel a la realidad. Y si existe, es obvio que no está proporcionando los resultados necesarios.”
Objetivos numéricos con consecuencias “Es necesario establecer algunas cifras cuyo incumplimiento deba ir seguido de las correspondientes penalizaciones y su logro de los necesarios incentivos.”
Responsabilidad basada en capacidad, no jerarquía “La responsabilidad de este control debería recaer sobre los más capaces en cada institución, con independencia de especialidades y de situaciones jerárquicas.”
Traducir cifras clínicas a datos económicos “Los datos sobre dimensión numérica de las infecciones nosocomiales deberían ir acompañados de sus correspondientes equivalentes económicos. Lo que quizás haría entender mejor la dimensión del problema a los gestores.”
Transparencia total: publicar los datos por centros y servicios “Las cifras pormenorizadas de infección nosocomial por centros y hasta por servicios y personas, deberían ser públicamente ofrecidas a la sociedad para que los pacientes pudieran tener en ellas un criterio a la hora de elegir institución y cuidadores.”
Equipos multidisciplinares también fuera del ámbito sanitario “Es necesario incorporar al control de la infección nosocomial a profesionales no primariamente sanitarios, como por ejemplo arquitectos, ingenieros, físicos, químicos, psicólogos y otros.”
Prepararse para nuevos síndromes y patógenos “En el futuro, a mi modo de ver, la resistencia a antimicrobianos no seguirá siendo un problema mayor, pero sí la presencia de nuevos tipos de enfermos con nuevas formas de riesgo, nuevos síndromes y nuevos patógenos.”
Ampliar la prevención más allá del hospital “Las medidas de prevención de la infección nosocomial deben distenderse con la misma intensidad a nosocomios distintos del hospital.”
Dejar de considerarla inevitable “La infección nosocomial debería dejar de ser considerada como una infortunada e inevitable complicación del quehacer profesional. Por el contrario, debe entenderse como consecuencia de errores que pueden evitarse.”
Después de su destacada participación en la Feira da Saúde de 2023, respirARTE vuelve este año con fuerza renovada y un formato propio. La cita será el próximo 26 de junio en la Casa de Galicia en Madrid, punto de partida de una jornada que fusiona ciencia, emoción y cultura en favor de las personas con enfermedades respiratorias.
Pincha en la imagen para acceder al programa completo de respirARTE (en PDF).
Impulsada por Asomega y VitalAire-Air Liquide Healthcare, esta iniciativa se enmarca en el compromiso de ambas entidades por humanizar el cuidado, dar visibilidad a los pacientes respiratorios y fomentar el bienestar desde una perspectiva integral. El lema de esta edición, “O Camiño da Vida”, sintetiza a la perfección ese espíritu de superación, conexión y acompañamiento.
El programa se abre a las 10:00 h con un Taller Neumocional: “El lenguaje de la disnea”, una experiencia que combina el enfoque clínico y emocional para abordar la vivencia del ahogo desde una mirada más humana. Le seguirá la intervención de Mariano Pastor, presidente de FENAER, con su testimonio sobre los Alfas en el Camino de Santiago, un proyecto que llevó a pacientes respiratorios a recorrer parte del Camino como símbolo de resiliencia y visibilidad.
Posteriormente, el espacio “Respirando juntos” reunirá a profesionales y representantes institucionales como Julio Ancochea , presidente de Asomega, Belén López-Muñiz presidenta de Neumomadrid y Gorka de las Fuentes (VitalAire), para dialogar sobre el valor de la empatía, el trabajo en red y la humanización en la atención sanitaria.
Tras una pausa para el café, la jornada culminará con una visita guiada al Museo del Prado, donde el arte actuará como vía para estimular los sentidos y respirar cultura.
respirARTE forma parte de un proyecto cultural impulsado por VitalAire, dirigido a personas con enfermedades respiratorias que utilizan oxigenoterapia portátil. Su objetivo es fomentar su autonomía y participación social mediante experiencias culturales en entornos accesibles y seguros. Hasta ahora se ha celebrado en Asturias, Cáceres, Málaga, La Palma, Bilbao, Salamanca, Valencia, Orense, Mallorca o Madrid, con visitas organizadas a espacios como el Museo Rafa Nadal, el Palau de la Generalitat Valenciana o el Museo Guggenheim de Bilbao, entre otros. En cada edición, el equipo de VitalAire proporciona soporte técnico para garantizar el confort y la movilidad de los pacientes durante toda la actividad.
La filosofía del proyecto es clara: mejorar la calidad de vida a través del arte, el acompañamiento y la emoción. Porque vivir con oxigenoterapia no significa renunciar a disfrutar, compartir ni emocionarse.
O Centro Galego de Madrid celebrou esta fin de semana o Día das Letras Galegas cunha xornada de homenaxe ás cantareiras, protagonistas desta edición. O evento contou cun acto dobre que combinou palabra e música: a conferencia do poeta estradense Xosé Luna, titulada "As cantareiras arriban a Madrid", e o concerto do cantautor Manoele de Felisa, baixo o título "Homenaxe ás cantareiras".
Horacio Rico, presidente de Fagama, e o poeta estradense Xosé Luna que pronunciou a súa charla "As cantareiras arriban a Madrid" no Centro Galego da capital.
A intervención de Xosé Luna foi unha verdadeira reivindicación da memoria oral galega e das mulleres que, sen seren autoras de libros, “gardaron e transmitiron un saber fundamental para a nosa cultura”. O escritor, que é tamén mestre, ensaísta e dinamizador cultural, repasou a historia das cantareiras e do cancioneiro galego desde o século XIX ata a actualidade.
Comezou lembrando a figura de Marcial Valladares, quen en 1865 recolleu cancións populares co obxectivo de levalas aos salóns da alta sociedade. “No 1867 remata o Cancioneiro Popular Galego, que verá unha edición no ano 1970 co gallo das Letras Galegas a cargo da RAG e outra edición, da miña autoría, no ano 2003”, explicou Luna.
O relator destacou tamén o labor de Dorothé Schubarth e o profesor Antón Santamarina, que entre 1978 e 1983 deron forma ao que hoxe se considera “a Biblia da música tradicional galega”. Un traballo que foi complementado nas décadas seguintes polo ensino regrado, os coros históricos e as asociacións culturais que espallaron a tradición con “aulas, concursos e exhibicións por todo o país”.
Luna puxo en valor a continuidade desa herdanza entre as novas xeracións, mencionando a aparición de figuras da regueifa e da música que mestura tradición e vangarda, como Baiuca, Tanxugueiras, Fillas de Cassandra ou De Ninghures, entre outros. E salientou que artistas como Manoele de Felisa, presente na xornada, “retoman o elo que foron enfiando Milladoiro, Fuxan os Ventos, Leilía, Mercedes Peón, Uxía Senlle ou Xabier Díaz”.
O poeta pechou a súa intervención cunha mensaxe clara: “Amigas e amigos, o pobo que canta nunca morre. As cantareiras representan a raíz da nosa tradición musical”.
Entre as citas máis destacadas da súa intervención figuran versos e reflexións que emocionaron ao público:
“Vouche dala despedida no corazón dunha cereixa. Como me hei de despedir se o corazón non me deixa.”
“Que diriamos se o estado mandase derrubar o Pórtico da Gloria pois Castelao dixo que o noso idioma é unha obra de arte mil veces superior á obra do mestre Mateo.”
“Unha lingua é máis que unha obra de arte – É unha matriz inesgotable de obras de arte.”
Manoele de Felisa durante a súa actuación. Á dereita entre o público, diante do cantautor, o presidente de Asomega, Julio Ancochea.
A música puxo o broche á celebración coa actuación de Manoele de Felisa, que ofreceu un repertorio especialmente preparado para esta ocasión, recollendo temas da tradición e composicións propias que dialogan coa voz das cantareiras.
Un acto cheo de emoción, orgullo e memoria, que deixou claro que, mentres haxa quen cante, a cultura galega seguirá viva.
Sala do Centro Galego de Madrid repleta para escoitar a Xosé Luna e Manoele de Felisa e as súas achegas sobre as cantareiras.
Actuación da Agrupación Artística Rosalía de Castro.
Xosé Luna saúda ao presidente do Centro Galego de Madrid, Fernando Rey Paz.
Xosé Luna, Horacio Rico, Manoele de Felisa, Fernando Rey Paz e Elisardo Flores.
Cada 31 de mayo el Día Mundial Sin Tabaco sirve como altavoz global para concienciar sobre los efectos devastadores del tabaquismo y promover políticas que reduzcan su consumo. Este 2025, el lema elegido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Convenio Marco para el Control del Tabaco (FCTC) es claro: “Desenmascaremos su atractivo”. El objetivo es acabar con la seducción comercial del tabaco, especialmente entre jóvenes, mediante medidas como la eliminación de aditivos, la prohibición de su publicidad y el uso del empaquetado neutro. Además, exhorta a los gobiernos a que prohíban con carácter de urgencia los aromatizantes con el fin de proteger a los jóvenes de la adicción y las enfermedades.
En España, esta jornada se celebra en un momento crucial. El Ministerio de Sanidad ha anunciado recientemente que el borrador de la nueva Ley del Tabaco está prácticamente finalizado y podría llegar al Consejo de Ministros en las próximas semanas. Entre las medidas previstas se incluye la prohibición de fumar en terrazas, marquesinas y vehículos laborales, avances largamente demandados por los profesionales sanitarios.
Desde el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), que agrupa a más de 30 sociedades científicas —entre ellas, Asomega—, se ha valorado positivamente el paso, pero se advierte de que no es suficiente. “Estas medidas son necesarias y esperemos que la ley salga cuanto antes y que refleje estos espacios, que más adelante podrían ser ampliables”, ha declarado Francisco Pascual, presidente del CNPT, en una entrevista en el diario ABC, en la que también alerta sobre la urgencia legislativa: “O esto se hace ahora o la inercia que hemos cogido se va a desvanecer y igual pasamos otros cuatro años esperando a que se haga”.
En el mismo medio Joan B. Soriano, vicepresidente segundo del CNPT y representante de Asomega en el Comité, añade que los principales obstáculos no están en Sanidad, sino en otros ministerios: “Tanto la actual ministra Mónica García como su equipo tienen la voluntad de que salga lo más pronto posible. Lo que pasa es que luego hay otros ministerios. Por ejemplo, no se puede subir el precio porque Economía o Hacienda, aunque sean del mismo color político, se quejan. O Agricultura protege a algunos agricultores que en Extremadura o Canarias cultivan la hoja de tabaco. O Turismo, porque las asociaciones de restauradores tienen la influencia de la industria del tabaco... Pero seguimos siendo optimistas”.
En resumen, el CNPT reclama una estrategia integral que incluya:
Regulación estricta de los nuevos dispositivos de nicotina, cada vez más presentes entre menores.
Aumento de los precios del tabaco, con base en la evidencia: un 10 % de incremento reduce el consumo en torno a un 4%, según la OMS. A este respecto, Pascual ha señalado en una entrevista en la Cadena Ser que "España es el país que más barato tiene el tabaco. Somos el estanco de Europa".
Implantación del empaquetado neutro, vigente ya en más de 20 países.
La organización urge a no dejar pasar otra legislatura sin abordar con seriedad este problema. Como concluye el CNPT en su último comunicado, “la lucha contra el tabaquismo es una prioridad de salud pública que no puede seguir esperando”.
Luis Paz-Ares (Vilagarcía de Arousa, 1960) es uno de los nombres fundamentales de la Oncología española. Jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid y profesor titular de Medicina de la Universidad Complutense, ha dedicado buena parte de su carrera al estudio y tratamiento del cáncer de pulmón, con una amplia proyección internacional tanto en el ámbito clínico como en el investigador.
Gallego de nacimiento y de sentimiento, mantiene un vínculo estrecho con su tierra, a la que regresa con frecuencia y donde conserva residencia. Con motivo de la concesión del XXIV Premio Nóvoa Santos de Asomega, conversamos con Luis Paz-Ares sobre sus orígenes, su recorrido profesional, los avances en el tratamiento del cáncer y el rol de la ciencia, la tecnología y la humanización en la medicina actual.
¿Qué papel ha jugado Galicia en su vida personal y profesional?
Nací en Vilagarcía de Arousa, aunque tuve una infancia bastante itinerante dentro de Galicia. Viví hasta casi los seis años en una casa de labranza en la pedanía de Francos. Después nos trasladamos a A Coruña, luego de nuevo a Vilagarcía por dos años y otra vez a A Coruña durante tres más. Finalmente, ya en la adolescencia, nos mudamos a Madrid.
Somos nueve hermanos. Mi padre era funcionario, juez y catedrático universitario, y recibió una oferta para incorporarse al Ministerio de Educación y Ciencia. Creo que, además del atractivo profesional, pesó también el hecho de tener tantos hijos, cada uno con intereses distintos. Desde la periferia no era fácil facilitar la formación de todos, así que Madrid ofrecía más oportunidades para ello.
¿Mantiene una relación activa con su tierra natal?
Sí, muy activa. Toda nuestra familia es gallega. Hasta donde sabemos, salvo un tatarabuelo materno de Ureña (Valladolid), el resto de nuestros ancestros son gallegos. De los nueve hermanos, ocho vivimos en Madrid, aunque seis tenemos segunda residencia en Galicia. Yo suelo ir en verano, en Semana Santa y en otras ocasiones, tanto por motivos personales como académicos o profesionales.
¿Qué le llevó a estudiar Medicina y a especializarse en Oncología y, más adelante, en cáncer de pulmón?
No fui un vocacional clásico. Durante la primaria y secundaria fui cambiando de ideas sobre lo que quería ser. Incluso en Selectividad puse como primera opción Empresariales, aunque en verano cambié a Medicina. Siempre estuvo ahí, como una opción secundaria. La idea que tenía entonces sobre la Medicina distaba mucho de la que hoy conozco, por suerte.
Empecé la carrera sin una vocación definida, pero fue creciendo conforme la estudiaba. Me gustaban la Medicina Interna y el abordaje clínico integral de los pacientes. Sin embargo, ya al final de la carrera, empecé a cuestionar si era la especialidad adecuada a largo plazo por quedar más limitada al tratamiento de las descompensaciones, mientras que otros especialistas hacían el diagnóstico y la investigación, que también era más complicada en ese campo.
Eso me llevó a considerar Oncología, una disciplina que exige un conocimiento profundo de la medicina general. El cáncer puede afectar a cualquier órgano, dar metástasis en cualquier parte y causar complicaciones muy diversas. Además, los tratamientos oncológicos también generan efectos complejos. La especialidad ha cobrado cada vez más relevancia. Casi un tercio de la población fallece por cáncer. Uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres lo desarrollará.
¿Y por qué cáncer de pulmón?
Cuando empecé en Oncología trataba varios tipos de tumores: genitourinarios, testiculares, linfomas y pulmón. Pero la especialización es inevitable. El conocimiento se expande tanto que necesitas enfocarte. Elegí el cáncer de pulmón porque es un reto clínico y científico: es el que más muertes causa, su biología era poco conocida entonces y creía que disfrutaría viendo cómo el conocimiento avanzaba y se traducía en nuevas herramientas diagnósticas y terapéuticas. Y tuve suerte: se ha demostrado una elección muy fructífera.
¿Cómo ha evolucionado su visión de la Medicina desde que empezó?
Muchísimo. Me gusta el trato directo con el paciente, disfruto mucho en la consulta. Más allá del diagnóstico y el tratamiento, me satisface la relación humana. Esa dimensión no la valoraba tanto al principio, y sin embargo hoy es clave para mí.
Recibir el agradecimiento de los pacientes y sus familias es algo muy especial, muy pocas profesiones ofrecen ese retorno emocional. Me gusta también la faceta de investigación, que satisface muchas inquietudes intelectuales, tanto por aprender lo que han hecho otros como por intentar aportar tu grano de arena. Y realmente es fascinante cuando tienes la suerte de encontrar una pequeña pepita de oro en esta mina de la biología de esta enfermedad y, luego, transformarla en un potencial tratamiento que ayude a los pacientes de mañana. Es realmente fantástico.
Hoy la Oncología es una de las especialidades más importantes en muchos hospitales. Cuando llegué, éramos solo tres médicos en el servicio. Ahora somos más de 40. Además, es una de las áreas que más producción científica genera. Tiene también un reconocimiento social creciente, y eso ha facilitado la inversión pública y privada. Es una especialidad que ha ganado prestigio.
¿Cómo resumiría el estado actual de la investigación sobre el cáncer en España y en Galicia?
Cuando hice la especialidad, la supervivencia global a cinco años rondaba el 30-35%. Hoy supera el 60%. Se ha duplicado en tres décadas.
Vivimos más tiempo, lo que aumenta la probabilidad de desarrollar cáncer. En España hay más de un millón y medio de personas que han tenido cáncer, y esta cifra sigue creciendo gracias al diagnóstico precoz y a mejores tratamientos.
Hemos vivido dos grandes revoluciones:
Terapias dirigidas a dianas moleculares, conociendo e inhibiendo alteraciones genéticas responsables del cáncer.
Inmunoterapia, que estimula al sistema inmune para combatir el tumor.
No creo que haya una “penicilina del cáncer”, una cura universal. Los avances seguirán siendo progresivos y específicos: un pequeño paso para un subtipo tumoral, una nueva indicación, otra estrategia... Pero la suma de esos avances tendrá un gran impacto global. La prevención, sin embargo, sigue siendo una asignatura pendiente. Tomemos el caso del tabaco: es responsable del 85-90% de los cánceres de pulmón, y aún no hemos logrado erradicarlo.
Quizás el futuro pase por la prevención activa, como la quimioprevención o inmunoprevención, que puede que no veamos nosotros, pero llegarán. En cuanto al sistema español, tiene buena calidad y uniformidad. A diferencia de otros países con sistemas más desiguales, aquí hay bastante cohesión. Además, pese a la escasa inversión relativa, España destaca en investigación clínica: somos el segundo país del mundo en número de ensayos clínicos.
¿Estamos asistiendo a un cambio de paradigma en la investigación biomédica, con la integración de disciplinas como la inteligencia artificial o la ingeniería?
Sí. La Medicina lleva años incorporando nuevas capacidades y tecnologías. Para hacerse una idea: hace 40 años, secuenciar un solo gen podía ser una tesis doctoral. Hoy analizamos 50, 500 o incluso todo el genoma de un paciente de forma rutinaria. La inteligencia artificial ya forma parte de nuestro día a día. Nos va a ayudar en el diagnóstico precoz, el desarrollo terapéutico, el diseño de estrategias… Igual que hoy el cáncer no lo trata un médico aislado, sino un equipo multidisciplinar, también la investigación se hace en equipos amplios, con perfiles complementarios.
Uno de los valores que promueve Asomega es la humanización de la Medicina. ¿Cuál es su visión al respecto?
Puedes ser muy buen médico sin dedicarte al paciente, pero desde luego para mí sería mucho menos satisfactorio. Personalmente, lo que más me llena es el contacto con el paciente. No necesariamente una amistad, pero sí una relación de cercanía. Es como un panadero con sus clientes habituales: hay una conexión más allá del producto o del acto médico. Esa relación te aporta mucho. Aunque no siempre podamos curar, sí podemos acompañar.
Dar una mala noticia nunca es fácil, pero el verdadero problema no es la noticia en sí, sino lo que representa para el paciente. Por eso, debemos ser realistas con nuestros objetivos. Si podemos alcanzar un 70%, no debemos ponernos el listón en un 95%, porque solo genera frustración. Muchas veces lo único que podemos hacer es estar ahí, acompañar con humanidad, con escucha y sensibilidad. Y eso, bien hecho, también es medicina.
¿Cree que los médicos están suficientemente formados en esta dimensión humana de la profesión?
Creo que todos tendemos a pensar que las nuevas generaciones están menos comprometidas, pero no estoy del todo de acuerdo. Los valores cambian, algunos para bien, otros quizás no tanto. En mi época no recibí una formación humanística formal especialmente rica. Aprendí mucho de mis compañeros, de lo que veía en el día a día. Hoy en día, la formación estructurada es mejor que antes: hay más programas formativos y se dedica más tiempo a ello. Eso sí, no estoy seguro de que todos los médicos tengan hoy el mismo compromiso con la sanidad pública que teníamos entonces, aunque tampoco se trata de demonizar la práctica privada. Ambas pueden convivir si se hace con responsabilidad.
¿Qué mensaje daría a los pacientes y sus familias que afrontan un diagnóstico de cáncer?
Lo primero, que hoy conocemos mucho más sobre el cáncer y tenemos muchas más herramientas terapéuticas. En España, el tratamiento del cáncer es de calidad y muchas veces está a la vanguardia. A veces podemos curar; otras veces, controlar la enfermedad durante años con buena calidad de vida. Lo importante es que cada paciente entienda su situación, su pronóstico y las opciones disponibles.
También es fundamental contemplar el impacto global: emocional, social, económico, familiar. Hay que mirar al paciente de forma integral y acompañar también a su entorno. Esa mirada de 360 grados es clave.
¿Qué significa para usted el Premio Nóvoa Santos?
La verdad es que, como médico y gallego, es un orgullo el haber tenido la suerte de que mis compañeros hayan pensado en mí este año para este premio, lo cierto es que me reconforta bastante. Sobre todo viendo que es un premio por dedicarme a lo que me dedico cada día. No lo veo como un reconocimiento a una gran aportación específica, sino como un homenaje a una trayectoria profesional . Es una perspectiva importante para los que somos de la tierra.
¿Cuáles son sus propuestas para los otros premios asociados al Nóvoa Santos, el correspondiente al proyecto de humanización y a un joven investigador?
Mi propuesta para el primero es la Asociación Pro Personas con Discapacidad Intelectual de Galicia (Aspronaga), una entidad muy especial para mí. Tiene un centro de educación especial de A Coruña donde estudió mi hermano mayor. Toda la familia conserva un recuerdo entrañable y me gustaría mucho retomar el contacto con ellos.
Y respecto al joven investigador, en nuestro servicio trabaja una médica gallega, Lola Rodríguez Nogueira, R3 que está iniciando su tesis doctoral sobre el papel del microbioma en la inmunoterapia del cáncer de riñón.
El investigador coruñés Luis Blanco Dávila, referente internacional en biología molecular, ha sido distinguido como Biólogo Gallego del Año, en reconocimiento a una carrera científica marcada por avances pioneros y de enorme impacto en la biotecnología. El nombramiento, otorgado por la Colexio Oficial de Biólogos de Galicia, resalta especialmente su papel en el descubrimiento y explotación de la ADN polimerasa del fago Phi29, que dio lugar a la patente más rentable de la historia científica española.
Luis Blanco, profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, ha dedicado gran parte de su trayectoria al estudio de las enzimas encargadas de copiar nuestro material genético. Su trabajo, iniciado junto a la célebre bioquímica Margarita Salas, no solo ha generado conocimiento básico de gran valor, sino también aplicaciones prácticas en diagnóstico genético, criminología y medicina de precisión. Además, Blanco recibió el Premio Carmen y Severo Ochoa en 2014 y en 2024 fue nombrado miembro de la Academia Europaea.
Este galardón reconoce no solo los logros científicos, sino también su papel como impulsor del conocimiento aplicado y su firme defensa de la investigación básica. En una entrevista ofrecida hace algunos años, Blanco explicaba con claridad su visión de la ciencia como un viaje hacia lo desconocido: “La investigación básica en ocasiones es investigar algo que parece que no se entiende. Y solamente escarbando en algo que uno no entiende y acabando de entenderlo, es cuando pueden surgir cosas realmente nuevas”.
Esa apuesta por explorar sin certezas fue precisamente lo que llevó a Blanco y su equipo a patentar en 1989 una enzima hasta entonces desconocida fuera de los círculos académicos. Décadas más tarde, esa misma polimerasa se convertiría en una herramienta clave en técnicas de amplificación de ADN, y en el motor económico que impulsó nuevas líneas de investigación, becas para jóvenes científicos e incluso empresas derivadas en el sector biotecnológico.
El éxito de esta tecnología ha llevado a que compañías de todo el mundo comercialicen variantes de la polimerasa Phi29, muchas de ellas diseñadas para la secuenciación de genomas humanos a partir de una sola célula. “Yo siempre hablo de las polimerasas como las escritoras del DNA”, comentaba Blanco, destacando su potencial para reescribir el futuro de la medicina personalizada.
Con este reconocimiento, Galicia celebra a uno de sus científicos más ilustres, cuyo legado es ya parte de la historia viva de la ciencia española y europea.
El doctor Francisco Ruza, referente en la pediatría española y pionero de los cuidados intensivos pediátricos, recibió el título de Médico Hipocrático en el emotivo acto organizado hace escasas fechas por la Asociación de Médicos Gallegos (Asomega) en colaboración con el Movimiento Hipocrático en el Centro Gallego de Madrid. Durante su intervención reivindicó una medicina más humana y equilibrada frente al avance acelerado de la tecnología.
Francisco Ruza durante su intervención.
Ruza agradeció el reconocimiento asegurando que “verdaderamente me hace estar muy honrado”, y subrayó su valor por no centrarse únicamente en lo científico sino también en el aspecto humano. Con un discurso sereno y profundo, defendió que la auténtica medicina debe atender a la totalidad de la persona. “El médico trata seres humanos”, recordó, “y las personas tenemos cuerpo y tenemos alma. O tratamos todo junto o hacemos un parche que soluciona aspectos puntuales de una enfermedad, pero no sanamos”.
Evocando los orígenes de la medicina occidental, se refirió a Hipócrates como modelo de equilibrio entre ciencia y compasión. “Hace 2600 años definió la función del médico como sanador de cuerpos y consolador de almas. Ese principio, que se transformó en juramento, ha sobrevivido hasta hoy”.
Ruza expresó su preocupación por el desvío creciente hacia lo puramente técnico al considerar que la eclosión extraordinaria de la tecnología hace que las nuevas generaciones no consideren lo humano con el interés y el valor que tiene. En su experiencia en unidades de cuidados intensivos pediátricos recalcó que la tecnología debe ser un medio, no el centro de la atención: “El niño es el grande, el que está en el centro, es lo importante. Todo lo demás es accesorio”.
Uno de los ejes de su intervención fue la comunicación con el paciente. “Comunicar es hablar y que la otra persona lo entienda”, dijo. Subrayó que solo un 7% de lo que se transmite es verbal, mientras que el tono y el lenguaje corporal suponen el 93% restante. “Lo importante no es cómo yo digo, sino cómo lo percibe” el paciente.
Francisco Ruza recibe la distinción como Médico Hipocrático. En la imagen, flanqueado por Julio Ancochea, presidente de Asomega, y Nikos Kastanos, cofundador del Movimiento Hipocrático.
Finalmente, reclamó una formación médica integral en la que se enseñen desde la universidad las habilidades humanas necesarias para tratar con pacientes reales. “Eso es un error que hay que conocer. Formamos a unos médicos técnicamente muy bien preparados", pero que luego se plantean "¿y ahora qué hago yo con este? ¿Cómo empatizo?”.
Ruza cerró su intervención con un alegato en favor del equilibrio hipocrático: “Muchas gracias, porque es un reconocimiento que viene muy bien para compensar esa gran impronta de la tecnología, porque ambas cosas son perfectamente compatibles hoy, como lo fueron en los tiempos de Hipócrates”, afirmó.
El ingreso del oncólogo Luis Paz-Ares en la Real Academia de Farmacia de Galicia supone un nuevo hito en la dilatada carrera de uno de los referentes internacionales en el ámbito de la oncología. El especialista se incorpora como académico correspondiente a esta institución tras haber sido designado ganador del último Premio Nóvoa Santos de Asomega, reconocimiento que destaca su contribución tanto científica como humana a la medicina.
Carmen Álvarez Lorenzo, secretaria de la Real Academia Galega de Farmacia; la investigadora María José Alonso; Luis Paz-Ares; el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez-Caamaño; y el presidente de la Academia, Ángel Concheiro.
El acto solemne, celebrado en Santiago de Compostela, reunió a autoridades sanitarias, académicas y científicas, y estuvo presidido por el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño.
La encargada de pronunciar el discurso de presentación fue la doctora María José Alonso, quien definió al nuevo académico como “una autoridad clínica en el ámbito de la oncología, pero también un científico de talla internacional”. Añadió que “es sin duda un gallego de estirpe, de los que nunca olvida su tierra”, y que “lleva el nombre de Galicia por el mundo”.
En su intervención, Paz-Ares mostró su agradecimiento a los proponentes de su ingreso, así como a colegas y mentores. “Estoy desde luego muy ilusionado y para mí constituye una honra poder trabajar conjuntamente en el futuro”, aseguró. Se definió como “un médico dedicado al cuidado de los pacientes con cáncer de pulmón, también inmerso en la investigación de las crisis biológicas de esta enfermedad y en el desarrollo de nuevas opciones de tratamiento”.
Momento de la intervención del conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez-Caamaño.
Su discurso científico se centró en el cáncer de pulmón de células pequeñas, al que calificó como “el subtipo más agresivo de cáncer de pulmón”. Señaló que “aproximadamente representa el 15% de los casos” y que “la mayor parte de ellos se presentan con enfermedad metastásica, un 70%”. Precisó que “solo una pequeña proporción, menos del 2 o 3%, tiene la enfermedad localizada de verdad”.
Sobre el comportamiento del tumor, detalló que “tiene tendencia temprana a diseminarse a los ganglios” y “particularmente mucha avidez por el sistema nervioso central, el hígado, las suprarrenales y los huesos”.
Paz-Ares abordó también la evolución terapéutica: “Hoy en día, desde hace pocos años, hemos cambiado un poco y añadimos inmunoterapia”, aunque matizó que su impacto "tampoco ha sido arrollador”. Añadió que “a día de hoy no hay terapias moleculares” eficaces en esta enfermedad y que “seguimos con la misma quimioterapia más o menos de hace 30 años”.
Luis Paz-Ares recibe la distinción que le acredita como académico.
En cuanto al futuro, destacó estudios en marcha y nuevas líneas de investigación. “Si con un inhibidor de topoisomerasa 1 clásico combinado con lurbinectedina mejoramos los resultados, una pregunta que uno se hace es: ¿Y si en vez de dar el inhibidor clásico, damos un anticuerpo conjugado con ese inhibidor?”. Anunció además la creación de un consorcio nacional: “Nos han dado 10 millones de euros hace un año para este consorcio en el que estamos casi 40 centros”.
Entre sus objetivos, enumeró:
Entender mejor la enfermedad.
Descubrir nuevas posibilidades de tratamiento.
Conseguir que "nuestros pacientes vivan más y vivan mejor”.
El presidente de la Real Academia de Farmacia de Galicia, Ángel Concheiro, cerró el acto destacando que Paz-Ares “cuenta con una extraordinaria producción científica y un excepcional reconocimiento internacional”, además de ser “un oncólogo excelente que ha cambiado con su trabajo el destino de miles de vidas”.
La IV Beca de Medicina Rural Asomega-SEMG, que tiene como objetivo reconocer y apoyar iniciativas innovadoras de mejora de la salud en el entorno rural, ya tiene ganador y, este año, además, un accésit. En ambos casos se trata de trabajos procedentes de la provincia de Ourense: el primer premio, al que se destinan 5.000 euros, es para un proyecto de Manzaneda-Chandrexa de Queixa, mientras que el accesit, dotado con 1.000 euros, se ha concedido a una propuesta de la comarca de Valdeorras. Como en ediciones anteriores, la de este año cuenta con el respaldo de Menarini.
Imagen del Concello de Manzaneda de una de las sesiones organizadas dentro del programa ganador de la IV Beca de Medicina Rural.
La entrega de los galardones se celebrará el próximo 1 de agosto en Monforte de Lemos durante el tradicional Encontro de Verán de Asomega, un evento que reúne a los socios y amigos de Asomega, así como a autoridades sanitarias.
Manzaneda y Chandrexa: salud, tradición y comunidad
El proyecto ganador de la IV Beca de Medicina Rural, titulado “Plan de Actuación Integral Salud Natural del Macizo Central: Manzaneda-Chandrexa de Queixa”, lo presentan los médicos Sonia Isela Trejos, del Centro de Salud de Manzaneda, y Carlos Moral, del Centro de Salud de Chandrexa de Queixa, pero en él se implica un amplio equipo. Así, participan también las enfermeras Sabela Pérez (Manzaneda) y Lucía Bruquet (Chandrexa), la nutricionista de Manzaneda Fanny Yunen, el farmacéutico de la misma localidad Samuel Chantada, además de personal del Concello de Manzaneda y del Concello de Chandrexa de Queixa, el Centro de Educación Infantil y Primaria de Manzaneda, las Casas del Niño de ambos municipios y las asociaciones de mujeres rurales locales.
El proyecto busca convertir las debilidades estructurales del territorio —despoblamiento y envejecimiento— en una oportunidad para fomentar la longevidad, la resiliencia rural y la promoción comunitaria de la salud, a través de acciones integradas basadas en los saberes tradicionales y la participación intergeneracional.
Se articula en torno a tres líneas de actuación:
“Cosechando Saber Tradicional, Recogemos Salud”, con actividades agrícolas intergeneracionales en invernaderos y creación de bancos de semillas.
“Recetas de Nuestra Tierra”, centrada en la conservación de productos locales y la recuperación de recetas saludables.
“Natural-Mente nos Movemos”, que fomenta el ejercicio físico adaptado y el uso de tecnología para un envejecimiento activo.
Según se describe en el proyecto, la propuesta se centra en actividades de prevención y educación para la salud, actividad física, mental y emocional "para esta generación objetivo que actualmente se encuentra entre los 55 y 79 años. Se pretende fomentar la interrelación con actividades intergeneracionales que fortalezcan los vínculos, hábitos, actividades y alimentación que caracterizan la longevidad de nuestros mayores".
El enfoque multidisciplinar y comunitario del proyecto, con acciones que se extenderán hasta agosto de 2026, ha sido determinante para la concesión de la beca principal.
Valdeorras: formación sanitaria con identidad rural
El proyecto que ha recibido el accésit, titulado “Valdeorras: Territorio de Salud y Longevidad”, lo presentan las médicas de Familia Alicia Falagán, del Centro de Salud de A Rúa, y María Lozano, del de Vilarmartín. En el equipo colaboran también profesionales del Centro de Salud de O Barco de Valdeorras y del centro del Ventorrillo, en A Coruña.
Este proyecto tiene una finalidad formativa orientada a los profesionales de Atención Primaria que trabajan en el ámbito rural. Su objetivo es reforzar las capacidades del personal médico y sanitario para afrontar los retos específicos de la salud en territorios rurales envejecidos y dispersos.
Como señala la propia memoria del proyecto, "pretendemos mejorar la calidad de vida de las personas mayores en relación con la autonomía personal, el bienestar emocional y la prevención de la soledad no deseada desde una perspectiva comunitaria".
Con estos premios, Asomega y SEMG refuerzan su compromiso con una sanidad rural fuerte, innovadora y enraizada en el territorio.
Los ganadores de este año toman el relevo a los profesionales que fueron merecedores de tal distinción en ediciones anteriores de la Beca de Medicina Rural Asomega-SEMG:
3ª edición: 'Estudio de la concordancia entre ecografía clínica realizada en Atención Primaria y ecografía reglada para el diagnóstico de masas renales en pacientes con hematuria', presentado por Marta Calvo Seoane, y 'Proyecto de potenciación del Museo do Médico Rural de Maceda', presentado por José Manuel Lage Parente.
2ª edición: "Creación de un aula de formación en ecografía clínica para residentes y médicos de familia en el ámbito rural", de Keith Albert Foo. Accésit para Carlota Bugallo, Brais Miguel García y Sonia Muinelo, en Castro Riberas de Lea por "Abordaje poblacional mediante estrategias de prevención primaria y secundaria de cáncer en el ámbito rural" y para Tania Salgado por "Proxecto de intervención comunitaria: O traballo de coidados no ámbito rural".
1ª edición: Proyecto de intervención comunitaria en el área de Xinzo de Limia de Cristina Margusino, y accésit para Ana María Bello Souto por su programa de educación en autocuidados.
O Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo foi o escenario do I Concurso de Ideas para a Humanización do Servizo de Farmacia da área Sanitaria de Vigo, unha iniciativa pioneira orientada a mellorar a experiencia tanto de pacientes como de profesionais a través de propostas innovadoras.
Representantes da dirección da Área Sanitaria e do Servizo de Farmacia, xurado do certame e profesionais gañadoras e participantes no concurso de ideas.
O primeiro premio na categoría de Humanización de Pacientes foi para a doutora Natividad Lago Riveiro pola súa proposta “Busquemos sinerxias”, centrada en abrir o Grupo de Investigación do Servizo de Farmacia ao Consello Asesor de Pacientes da área Sanitaria e a asociacións de pacientes, promovendo a súa participación activa no deseño e desenvolvemento de proxectos de investigación.
Na categoría de Humanización de Profesionais, o primeiro premio recaeu en Lucinda Pousada Martínez, coa súa proposta “Bookcrossing. Intercambio de libros”, unha idea que impulsa a reciclaxe e a lectura entre o persoal do servizo, favorecendo o diálogo, o compañeirismo e a creación dunha cultura compartida a través dos libros.
A entrega de premios contou coa presenza do subdirector de Humanización e Atención á Cidadanía, Francisco Jesús Represas, en representación do Xerente da área Sanitaria, así como da Subdirectora de Farmacia, Isabel Rey Gómez-Serranillos. Ambos destacaron o valor desta iniciativa como motor de cambio cara a unha sanidade máis próxima, empática e centrada nas persoas.
(De esqueda a dereita): Francisco Jesús Represas Carrera, subdirector de Humanización e Atención á Cidadanía; Natividad Lago Ferreiro, Servizo de Farmacia; Lucinda Pousada Martínez; Isabel Rey Gómez-Serranillos, subdirectora de Prestación Farmacéutica dá Área Sanitaria de Vigo; e Noemí Martínez López de Castro, xefa do servizo de Farmacia Hospitalaria.
La Asociación de Médicos Gallegos celebrará el acto de entrega del XXIV Premio Nóvoa Santos el próximo 20 de junio a las 19 horas en el emblemático Pazo de Fonseca de Santiago de Compostela.En esta ocasión, el ganador es Luis Paz-Ares, destacado oncólogo gallego reconocido por su excelencia clínica, su labor investigadora y su compromiso con la medicina gallega. La asistencia al acto es gratuita, pero resulta imprescindible registrarse en este enlace.
El evento contará con la presencia de autoridades políticas y sanitarias de primer nivel, así como de representantes del ámbito académico y científico.Se espera una asistencia multitudinaria, reflejo del prestigio que ha adquirido este premio a lo largo de sus veinticuatro ediciones.
El Premio Nóvoa Santos, instituido por Asomega en 1996, reconoce la trayectoria de profesionales gallegos que han destacado en el ámbito de la medicina y la investigación.En ediciones anteriores, el acto de entrega ha contado con la participación de figuras destacadas, como el presidente de la Xunta de Galicia y el presidente del Parlamento gallego, quienes han respaldado con su presencia la relevancia de este reconocimiento.
El doctor Luis Paz-Ares, natural de Vilagarcía de Arousa y criado en Melide y A Coruña, es jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, profesor titular de Medicina en la Universidad Complutense y director de la Unidad de Cáncer de Pulmón en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).Su trayectoria científica incluye más de 490 publicaciones en revistas de alto impacto, participación en 15 patentes y la fundación de dos startups en el ámbito oncológico.
Paz-Ares toma el relevo a dos mujeres que han sido las últimas ganadoras: Pilar Rodríguez Ledo y Luz Couce.
El galardón, dotado con 12.000 euros, se distribuye de la siguiente manera:
el 50% para el premiado
el 25% para un proyecto de investigación de un joven investigador gallego
otro 25% para una iniciativa de humanización de la sanidad, ambos a propuesta del ganador.
La ceremonia del 20 de junio será una oportunidad para reconocer la excelencia profesional y el compromiso con la medicina gallega, valores que Asomega promueve a través de este prestigioso premio.
El profesor de Radiología José Carreira Villamor acaba de ser elegido decano de la Facultad de Medicina y Odontología, tomando el relevo de Julián Álvarez Escudero. Hasta ahora era vicedecano de docencia de la Facultad y ha venido compaginando su actividad docente e investigadora en el grupo de Investigación del Laboratorio de Imagen Radiológica del LIIR con la asistencial en el área de Radiología del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela. Le acompañarán en el equipo de gobierno María Jesús Mora Bermúdez, María Jesús Tabernero, Ángela Torres y Álvaro Hermida Ameijeiras.
El nuevo Decano de Medicina, José Carreira Villamor. Foto: Santi Alvite (USC).
Para los próximos seis años de su mandato, el nuevo decano formula como retos:
impulsar la incorporación de profesorado con vinculación permanente tanto en asignaturas básicas como clínicas en las dos titulaciones
realizar un estudio sobre la necesidad de profesorado en los próximos años
reforzar el personal no docente
crear el Vicedecanato de Estudiantes e Intercambios
renovar la acreditación de Medicina e implementar la titulación reformada, así como solicitar la acreditación a la Federación Mundial de Educación Médica (WFME) para obtener el sello internacional
mejorar la ratio tutor/alumno en las prácticas clínicas en Medicina y una mayor docencia con técnicas de simulación
específicamente en Odontología: completar el proceso de reacreditación, adaptar el plan de estudios a los requisitos europeos, completar el proceso de remodelación edilicia y ampliar las instalaciones para la práctica con microscopios, simuladores ópticos, fantomas y otros.
Asimismo, el nuevo decano afrontará el debate abierto sobre la descentralización o no de la docencia por el territorio gallego.
Según informa la propia Universidade de Santiago, José Carreira ha dirigido 14 tesis doctorales y dirigido 176 TFG. Es autor de medio centenar de capítulos en libros nacionales y extranjeros y del volumen Diagnóstico y Terapéutica Endoluminal. Radiología Intervencionista, en el que participaron más de 170 colaboradores de todo el mundo.
Carreira es miembro de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), de la Sociedad Española de Radiología Vascular e Intervencionista (SERVEI), de la Sociedad Europea de Radiología (ESR) y de la Sociedad Europea de Radiología Cardiovascular e Intervencionista (CIRSE). Ha participado en 31 proyectos de investigación financiados, 30 contratos de investigación con empresas y dos patentes.
En 2018 obtuvo el Premio a la Profesión Radiológica otorgado por la Sociedad Española de Radiología Médica y en 2020 el Barrié de la Maza como primer firmante de un trabajo de Investigación Médica. Es también académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Galicia.
As tres universidades públicas galegas e a Xunta de Galicia, xunto co consorcio Axencia para a Calidade do SUG, desenvolverán un plan de mellora do ensino universitario de Enfermaría. O acordo, que acaban de formalizar coa sinatura dun protocolo xeral, considera de interese xeral para Galicia o establecemento dun plan de mellora da docencia no Grao de Enfermaría que permita axustarse aos obxectivos de calidade, eficiencia na xestión e atención á poboación galega, así como permitir a mellora da actividade investigadora desenvolvida polas institucións universitarias neste eido.
O presidente da Xunta, Alfonso Rueda, e o conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, con representantes das universidades públicas de Galicia, tras a firma do acordo sobre o Grao de Enfermería.
O Grao en Enfermaría impártese na actualidade en oito centros de diversa titularidade,
estando presente nos sete campus universitarios públicos de Galicia. O documento, segundo informa Redacción Médica, está baseado en tres liñas de actuación nas que os centros universitarios comprométense a levar a cabo a reestruturación da docencia "nunha única facultade por universidade", integrando nun centro propio toda a docencia que na actualidade impártese en centros de diferentes titularidades.
Para cumprilo, deberán poñer en marcha "o máis axiña posible" os procedementos necesarios para "integrar nun centro propio da universidade, todos os centros de distinta titularidade onde actualmente impártese" o grao enfermeiro. "Isto formalizarase coa firma de convenios de desadscripción e a tramitación da creación de novas facultades ou modificación das xa existentes", indica o texto.
Por iso a demanda de persoal seguirá sendo alta nun sistema sanitario no que o papel da enfermería é esencial para garantir unha atención integral e humanizada que responda ás necesidades específicas de cada individuo.
Para esa mellora da docencia, as entidades implicadas poñerán en marcha no seu respectivo ámbito os procedementos para a integración, como propios, dos centros de distinta titularidade nos que actualmente se imparte a titulación de Grao en Enfermaría na universidade pertinente. Ademais, comprométense a incrementar de maneira paulatina a oferta global de prazas de novo ingreso no Grao de Enfermaría.
La Xunta de Galicia ha seleccionado a los cuatro primeros profesionales que formarán parte del equipo del futuro Centro de Protonterapia de Galicia, ubicado en el entorno del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, que está previsto que comience a atender pacientes en 2026.
Imagen del proyecto del Centro de Protonterapia de Galicia.
Los profesionales seleccionados son:
Manuel Sánchez García, coordinador del proyecto y facultativo especialista en radiofísica
María Pérez Fernández, también especialista en radiofísica
Concepción Victoria Fernández, especialista en Oncología Radioterápica.
Nuria Rodríguez de Dios, especialista en Oncología Radioterápica.
Nuria Rodríguez de Dios, socia de Asomega, es miembro del Comité Asesor del Grupo Oncológico Español de Cáncer de Pulmón (GOECP-SEOR). Tras trabajar en el Servicio de Oncología Radioterápica de Parc de Salut Mar de Barcelona y en el Complejo Hospitalario Universitario de Ourense, se encuentra desde abril en el CHUS con motivo de este proyecto del Centro de Protonterapia. En su día, en la presentación del ensayo clínico Premerque lideraba, declaró que "es necesario invertir en programas de formación en investigación ya desde la residencia y que asistencia e investigación puedan ser complementarias, disponiendo de tiempo para desarrollar ambas actividades".
El conselleiro posa junto a los nuevos profesionales y otras autoridades sanitarias. A su izquierda, Nuria Rodríguez de Dios, miembro de Asomega.
Formación de profesionales
En el acto de bienvenida a los cuatro profesionales, el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, recordó que el departamento que dirige ofrece formación específica para la plantilla del Centro de Protonterapia, en coordinación con la comisión promovida por el Ministerio de Sanidad y la empresa proveedora del equipamiento Ion Beam Applications (IBA), referente mundial en tecnología de protonterapia.
Esta formación cubrirá áreas clave como la física médica, la oncologíaradioterápica y la protecciónradiológica y estará orientada a las distintas fases de implantación y puesta en marcha del equipo de protonterapia.
En total, el equipo completo del Centro de Protonterapia de Galicia estará compuesto por 17 profesionales, cuya incorporación está prevista para el mes de septiembre.
Inversión total de 45,5 millones
El conselleiro de Sanidade indicó que las obras del centro avanzan considerablemente tras la finalización del búnker dedicado a la asistencia de pacientes. Está previsto que después del verano reciba el equipamiento para ofrecer el tratamiento más avanzado contra el cáncer.
Su instalación culminará en el tercer trimestre de 2026 con el inicio del tratamiento a pacientes, que podrán ser 250 cada año. Galicia se convertirá en la primera comunidad en ofrecer protonterapia en la sanidad pública, a pacientes gallegos y también de Asturias, Castilla y León y del norte de Portugal. Además, se contará con otro búnker paralelo que se destinará inicialmente a la investigación.
La Xunta está invirtiendo casi 20 millones de euros en la ejecución de las obras del edificio de protonterapia, en el que, con el equipamiento aportado por la Fundación Amancio Ortega, se alcanza una inversión de 45,5 millones. Esta infraestructura está cofinanciada por la Unión Europea a través del Programa Galicia Feder 2021-2027.
Intervención de Julio Ancochea, presidente de Asomega, en la Asamblea del CNPT que se celebró a continuación del XV Congreso de la entidad.
El CNPT, que agrupa a 35 sociedades científicas y sanitarias, organizaciones de pacientes y entidades de la sociedad civil comprometidas con la lucha contra el tabaco, celebró este encuentro bajo el lema “30 años de prevención y control del tabaco”, conmemorando tres décadas de trabajo ininterrumpido en defensa de la salud y en contra del tabaquismo en todas sus formas.
Entre los participantes estuvieron David Rudilla y Alberto Amorós, del Servicio de Neumología del Hospital de La Princesa, así como Joan B. Soriano, representante de Asomega en el CNPT y actual vicepresidente segundo de su Junta Directiva, quien además formó parte del equipo organizador del evento.
Presencia de Asomega en el Congreso del CNPT: Joan Soriano -vicepresidente segundo de esta entidad-, David Rudilla y Alberto Amorós.
El doctor Rudilla compartió su experiencia en el abordaje del tabaquismo a través de entrevistas e investigación cualitativa con pacientes de EPOC y fibrosis pulmonar y sus familiares. Por su parte, el doctor Amorós presentó datos preliminares de una novedosa encuesta realizada entre residentes de Medicina y Cirugía de varios hospitales españoles, revelando con preocupación el inicio de hábitos de consumo —como el tabaco y el vapeo— durante los primeros años de residencia, especialmente en el contexto de las guardias médicas.
El Congreso abordó de forma exhaustiva los principales retos en la lucha contra el tabaquismo, como la fiscalidad de los productos del tabaco, el empaquetado neutro, la financiaciónde tratamientos para dejar de fumar y la inminente actualización legislativa. Representantes del Ministerio de Sanidad, como Susana Berdejo y Andrea Martín Moro, explicaron que la nueva ley —que sustituirá a la de 2010— está en fase de espera del dictamen europeo, previsto para finales de julio, paso previo para su consulta pública.
También se analizaron nuevas formas de consumo como los vapeadores, dispositivos de tabaco calentado, bolsitas de nicotina y otras presentaciones como los sticks, el snus blanco o los dispositivos de quinta generación. Se debatió igualmente sobre el impacto de las campañas encubiertas de las tabacaleras en redes sociales y su efecto entre los jóvenes y menores. Todo ello, enmarcado en la preparación del Día Mundial Sin Tabaco, que este año se celebrará bajo el lema: “Desenmascaremos su atractivo: las tácticas de la industria con los productos de tabaco y nicotina al descubierto”.
Tras las mesas centrales tuvo lugar el apartado de comunicaciones científicas, moderado por el doctor Soriano, donde se compartieron investigaciones recientes y experiencias clínicas y se entregaron los premios a los mejores trabajos. Estos galardones fueron patrocinados por la Cátedra UAM-CHIESI-NeumoMadrid, dirigida por el presidente de Asomega, Julio Ancochea, quien intervino posteriormente en la Asamblea General del CNPT mediante videoconferencia. En ella, Ancochea destacó la importancia de mantener una presencia activa en los medios y una buena coordinación entre las entidades y sus socios.
Joan B. Soriano, representante de Asomega en el CNPT, del que es vicepresidente segundo.
Al cierre del Congreso, Francisco Pascual, presidente del CNPT, reiteró la exigencia de que la nueva Ley de Control del Tabaquismo y el decreto que regulará los nuevos productos estén aprobados antes de que finalice 2025. Reclamó medidas urgentes como el incremento de la fiscalidad del tabaco, la implantación del empaquetado neutro y la regulación efectiva de los productos emergentes.
El movimiento de prevención del tabaquismo en España sigue vivo, pero enfrenta retos como la insuficiente financiación del CNPT, la necesidad de un respaldo político sostenido y la creciente interferencia de la industria tabacalera. Asomega y el resto de las entidades que conforman el Comité mantienen su compromiso renovado con una sociedad más saludable y libre de productos del tabaco y la nicotina.
El presidente del CNPT, Francisco Pascual (a la derecha), presenta la conferencia inaugural del congreso, a cargo de José Antonio Giménez, profesor de Psicología Básica de la Universitat de València.
La Asociación de Médicos Gallegos (Asomega) ha celebrado en el Centro Gallego de Madrid un emotivo acto de reconocimiento a dos de sus grandes referentes: los doctores Aniceto Charro y Francisco Ruza, primeros presidentes de la entidad y figuras clave en su historia. Ambos han sido distinguidos con el título de Médicos Hipocráticos, un reconocimiento que pone en valor su trayectoria profesional y humana.
Francisco Ruza, Nikos Kastanos, Pablo Charro, Juan Charro, Fernando Rey Paz y Julio Ancochea.
En la ceremonia, cargada de emoción y cercanía, el actual presidente de Asomega, Julio Ancochea, centró su discurso en reivindicar la vigencia del legado hipocrático como brújula para una Medicina más humana. Citando al propio Hipócrates —“Donde hay amor por la Medicina, hay amor por la humanidad”—, Ancochea recordó que ese principio se cumple plenamente en la vida y obra de los nuevos médicos hipocráticos: “Han hecho de su práctica médica un espejo en el que el resto tratamos de asomarnos para ser mejores médicos y, sobre todo, mejores personas”.
Julio Ancochea, presidente de Asomega, durante su intervención ante una sala muy concurrida.
Del doctor Aniceto Charro, presidente de honor de Asomega, destacó su carácter afable y su permanente implicación en la asociación. Aunque no pudo asistir al acto por motivos de salud, fue recordado con un vídeo homenaje y con la presencia de sus hijos Pablo y Juan, que recogieron el reconocimiento en su nombre. “El doctor Charro, alma y motor de Asomega, es hoy su presidente de honor, una consideración que detenta con orgullo y responsabilidad”, subrayó Ancochea.
Sobre Francisco Ruza, Ancochea puso en valor su compromiso institucional, su liderazgo clínico y su sensibilidad creciente hacia los aspectos humanistas de la Medicina. “Tras ser durante la mayor parte de su trayectoria una autoridad clínica y académica en cuestiones técnicas, derivó a una apuesta por líneas de investigación humanistas”, destacó el presidente, quien también reconoció en él una referencia constante de apoyo y cercanía para la organización.
El acto sirvió también para recordar con gratitud a los socios fundadores de Asomega, especialmente a los que ya han fallecido, y para reforzar los lazos con el Movimiento Hipocrático.
Nikos Kastanos, cofundador del Movimiento Hipocrático.
Su cofundador, el doctor Nikos Kastanos, hizo una crucial distinción conceptual: "Hipócrates no hablaba de 'curación' sino de 'sanación'. El que cura, cura el cuerpo. Sanar quiere decir establecer a la persona en lo que es: cuerpo, espíritu y mente". Y concluyó de forma tajante: "El médico tiene que ser excelente en las dos cosas: en la ciencia y en el humanismo. Si es solo ciencia, no es médico completo", y recordó que "acompañar al paciente es parte esencial de nuestro oficio".
Homenaje al doctor Francisco Ruza
Francisco García Río, director médico del Hospital La Paz de Madrid y vicepresidente de Asomega, presentó al profesor Ruza, al que calificó como "uno de los maestros de la pediatría europea". Destacó su labor en "la creación de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos del Hospital La Paz, una unidad que ha marcado un antes y después" y subrayó que "generó una escuela de especialistas que hoy son líderes en este campo".
Francisco García Río hizo la presentación del profesor Ruza.
El galardonado Francisco Ruza agradeció "esta distinción que valora no solo los aspectos científicos, sino los humanos" y reflexionó: "El médico es el único profesional que trata seres humanos. Si no atendemos cuerpo y alma, no sanamos, solo ponemos parches".
Desde su experiencia en pediatría, compartió que "en cuidados intensivos, el niño debe ser el centro. La tecnología es importantísima, pero no puede ser el fin. Los médicos jóvenes se fascinan con los aparatos, y ahí está el peligro".
Francisco Ruza durante su intervención.
El homenajeado concluyó con un mensaje esperanzador: "Este reconocimiento viene para compensar esa impronta tecnológica, para equilibrarla. Ambas dimensiones son compatibles, como lo fueron en tiempos de Hipócrates. Por eso agradezco al Movimiento Hipocrático esta distinción que nos devuelve a lo esencial".
Reconocimiento al doctor Aniceto Charro
El doctor Miguel Carrero, amigo de los dos galardonados, destacó de ambos su procedencia de la escuela médica compostelana, "A Fonte Limpa", que hizo de la medicina hipocrática una práctica habitual en la facultad de Santiago y en sus discípulos, como los ahora nombrados médicos hipocráticos.
Miguel Carrero también participó en esta designación de nuevos médicos hipocráticos.
Por su parte la profesora Julia Buján destacó en su laudatio que "el profesor Charro se define a sí mismo como santiagués, galleguista y médico. Tres sencillas palabras que nos sirven para descubrir a una persona extraordinaria".
Y cerró su intervención asegurando que "Tito Charro es la fuerza de la naturaleza en sí mismo. Un ciclón que arrastra conocimientos y pasiones. Si Hipócrates estuviese aquí, sonreiría al ver cómo sus enseñanzas no fueron en vano".
Julia Buján fue la encargada de hacer la laudatio del profesor Aniceto Charro.
Momento de la entrega a Francisco Ruza de su reconocimiento como médico hipocrático. A la derecha Nikos Kastanos, cofundador del Movimiento Hipocráticos, y a la izquierda el presidente de Asomega, Julio Ancochea.
Julio Ancochea y Nikos Kastanos entregan el diploma de Aniceto Charro a sus hijos, Juan y Pablo.
Es innegable que la investigación clínica se enfrenta a desafíos cada vez más complejos. Algunos de ellos, de hecho, todavía difíciles de prever por el impacto de la situación geoestratégica. Sin embargo, a la vez, y vayamos a lo más positivo, atraviesa quizás la etapa más esperanzadora y de mayor avance que hayamos vivido nunca con voces que se atreven a poner fecha a la cronificación y potencial curación de enfermedades que hoy siguen siendo incurables y lamentablemente estigmatizantes. Yo soy de los que creen firmemente que será así.
En un entorno científico cada vez más exigente, competitivo y vertiginosamente cambiante, la colaboración se hace más necesaria que nunca. No es un concepto nuevo, pero hoy se ha vuelto indispensable si queremos mantener la posición de referencia internacional de la que disfruta la investigación clínica en España.
No me gusta hablar de liderazgo porque todo el mundo cree que lo tiene y eso, a veces, nos aleja de la necesidad de seguir mejorando, pero lo cierto es que la referencia internacional en investigación clínica que tenemos en España es indiscutible y responde a varios factores. Me dejaré sin duda algunos, pero creo imprescindible señalar el talento y la calidad científica de nuestros profesionales sanitarios (sin buenas ideas no hay buena investigación), su dedicación y generosidad (algo difícil de replicar en otros países por diferencias culturales y organizativas), una regulación que nos acompaña (lo cual no es habitual y tiene mucho mérito), unos costes competitivos (aunque en investigación no se compite siendo el más barato), y, sin duda, unas instituciones, redes y grupos de investigación que multiplican exponencialmente nuestro potencial, calidad y alcance.
El de la oncología es el ámbito que conozco más de cerca. En este contexto, 18 grupos de investigación clínica académica y cooperativa llevan décadas trabajando para resolver las preguntas científicas más importantes en cáncer y, con ello, contribuir a mejorar el pronóstico de esta enfermedad. Su labor a lo largo de estos años ha permitido mejorar las oportunidades de los pacientes con cáncer, fomentar una cultura de investigación dentro del entorno clínico, impulsar al desarrollo del personal sanitario implicado en investigación y consolidar una coordinación eficaz y orientada (lo que hoy entendemos como profesionalización), imprescindible para competir en calidad y rigor a nivel internacional.
Gracias a estos grupos, hemos progresado en investigación en múltiples niveles. A nivel individual, facilitando formación continua de la máxima calidad e independencia a profesionales sanitarios. A nivel institucional, favoreciendo que se compartan conocimientos, recursos e iniciativas, y apoyando a las instituciones para que puedan crecer y crear sus propios tejidos de investigación internos; y, por supuesto, a nivel científico, abordando preguntas más ambiciosas que, de no existir estos grupos, quedarían sin respuesta por no estar ligadas a un interés comercial directo. Todo ello se ha traducido en mejoras palpables en la salud y en las expectativas de vida de cientos de miles de personas.
Nuestro entorno lleva años reaccionando, prácticamente todos los países europeos cuentan ya con programas específicos para apoyar la investigación cooperativa con impacto real en la práctica clínica y el sistema sanitario. Nosotros en España no podemos permitirnos perder la posición de ventaja indiscutible que hoy tenemos. No nos podemos quedar atrás, no solo porque vamos por delante sino porque cuando la investigación se hace en equipo llega más lejos, beneficia a más personas y nos hace progresar como sociedad. El futuro de la investigación clínica pasa, sin duda y entre otros, por reforzar el papel de los grupos cooperativos y por establecer mecanismos que aseguren un mayor y mejor apoyo institucional a su labor. Necesitamos una investigación clínica cooperativa más fuerte para no poner en riesgo su liderazgo, independencia y sobre todo, todas las extraordinarias contribuciones que esta, y solo esta, hace para pacientes, profesionales y sistemas sanitarios.
Emilio Rodríguez Ruiz, investigador del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS) y médico intensivista del Hospital Clínico Universitario de Santiago (CHUS), ha sido galardonado con el XXX Premio Rafael Hervada a la Investigación Biomédica. El reconocimiento, de carácter internacional y convocado anualmente, se centró este año en el tema “Innovación en Humanización en Salud”, destacando aquellas investigaciones que integran la dimensión ética y empática en el ámbito médico.
Ángel Carracedo, director de la Academia Asomega; Alfonso Rueda, presidente de la Xunta; el ganador del Premio Rafael Hervás, Emilio Rodríguez; y el gerente del Hospital San Rafael, Javier Peña.
El trabajo premiado, titulado “Humanización en Cuidados Intensivos. Aspectos éticos de la atención al paciente crítico: modos de fallecimiento, percepciones de las familias y desasosiego moral entre los profesionales sanitarios”, aborda de manera integral los desafíos éticos y emocionales presentes en las unidades de cuidados intensivos. Rodríguez Ruiz, miembro del grupo de investigación Simulación, Soporte Vital y Cuidados Intensivos (SICRUS), propone un cambio de enfoque en el tratamiento de los pacientes críticos, apelando a una atención que considere tanto el bienestar de los pacientes como el de sus familiares y del propio personal sanitario.
La ceremonia de entrega del Premio Rafael Hervada contó con la presencia de autoridades institucionales y del ámbito académico y sanitario. El presidente del jurado, el profesor Ángel Carracedo, ofreció una conferencia magistral sobre el concepto de humanismo, destacando su necesidad de ser entendido con rigor más allá de su uso superficial. Carracedo, director de la Academia Asomega, elogió el carácter “multifacético” del trabajo de Rodríguez Ruiz, subrayando su atención no solo al paciente, sino también a las familias y a los profesionales de la salud.
En el acto de entrega del Premio Rafael Hervada intervinieron también la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, el rector de la Universidade da Coruña, Ricardo Cao, y el presidente gallego, Alfonso Rueda, quien clausuró el evento. Rueda reafirmó el compromiso de la Xunta con una sanidad pública moderna y centrada en las personas, basada en los ejes de la innovación y la humanización. El mandatario autonómico destacó la integración de los tres grandes institutos de investigación sanitaria gallegos —IDIS, INIBIC y el IIS Galicia Sur— en el sector público, una medida que ha reforzado la estabilidad y el reconocimiento de más de 2.600 profesionales.
También señaló que Galicia trabaja para situarse a la vanguardia de la innovación biomédica en Europa a través del Plan Gallego de I+D+i 2025-2027, que contempla una inversión de 1.310 millones de euros. Dentro de este modelo, denominado “i+G+i” (investigación e innovación con ADN gallego), se promueve no solo la excelencia científica, sino también la transferencia de resultados a la sociedad y la implicación activa del personal clínico.
La Junta Directiva y la Asamblea 2025 de Asomega celebradas esta semana han confirmado el sólido rumbo de la entidad, tanto en su dimensión institucional como en el desarrollo de iniciativas sociales, científicas y académicas. Uno de los grandes anuncios ha sido la concesión del Premio Nóvoa Santos 2025 a Luis Paz-Ares, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital 12 de Octubre y referente internacional en oncología. Es la primera vez que el galardón se otorga a un especialista en esta disciplina. La entrega tendrá lugar el 20 de junio en el Pazo de Fonseca, en un acto que contará con representación de autoridades políticas y sanitarias.
Parte de los asistentes de modo presencial a la Asamblea General Ordinaria 2025 de Asomega celebrada en el Aula Respira del Hospital de La Princesa de Madrid.
Durante la Junta Directiva y en la posterior Asamblea anual de socios se informó de la salud económica de la asociación y se destacó el acuerdo con Abanca para impulsar el programa Asomega Axuda, que este año volverá a colaborar con los Peregrinos de Marte para que realicen el camino de Santiago. Además, se recordó que el reciente reconocimiento de Asomega como entidad de utilidad pública hace que las donaciones tengan beneficios fiscales tanto para empresas como para particulares.
En cuanto a la actualización estatutaria, se aprobó por unanimidad el traslado del domicilio social al Centro Gallego de Madrid y la incorporación de nuevas categorías de socios, con el fin de ampliar la base social: “emergentes” para estudiantes y “adheridos” para otros colectivos, los primeros sin cuota ni derecho a voto.
Julio Ancochea, presidente de Asomega, durante una de sus intervenciones en esta jornada que incluyó primero la reunión de la Junta Directiva y, a continuación, la Asamblea 2025 de socios.
La memoria de actividades expuesta durante la Asamblea 2025 evidenció una notable proyección institucional. El presidente, Julio Ancochea, destacó las reuniones mantenidas desde principios de este año con responsables de la Xunta como el conselleiro de Emprego José González o la conselleira de Asuntos Sociales, Fabiola Martínez, así como con el director Xeral de Atención Sociosanitaria, Antón Acevedo, y el secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda. Ancochea igualmente hizo mención al encuentro de Roberto Conde, tesorero de la asociación, con el presidente Alfonso Rueda, quien subrayó el alcance e influencia de Asomega.
En su informe de 2024, el presidente repasó todas las actividades celebradas en ese año del trigésimo aniversario de la entidad, con especial referencia a la recepción en junio de la Medalla Castelao concedida por la Xunta de Galicia. Posteriormente, el trivés glosó eventos de este 2025, entre ellos la convocatoria de la IV Beca de Medicina Rural, la celebración del Encontro de Verán, que este año tendrá lugar en Monforte de Lemos y la implicación de la Academia Asomega, que celebrará el 11 de octubre en Santiago la jornada "Trayectoria y vida", con participación de académicos y estudiantes con el liderazgo de Luz Couce y Ángel Carracedo.
Ramón Mel, secretario de la Junta Directiva de Asomega.
La Asamblea se cerró con la intervención de algunos de los socios participantes por vía telemática como Juan José Fernández Teijeiro o Julia Buján, que felicitaron a la Junta Directiva por la labor que se está llevando a cabo, o Inmaculada Ramos, que animó a todos los participantes a participar en el Encontro de Verán de Monforte de este año que ella organiza junto con Roberto Conde, Ramón Cadórniga y Dámaso López.
En definitiva, Asomega consolida su vocación de puente entre Galicia y su diáspora sanitaria, de unificación de criterios y objetivos entre todos los profesionales sanitarios gallegos, combinando compromiso científico, impacto social y una visión de futuro integradora.
Roberto Conde, tesorero de Asomega.
Francisco J. Ruza, ex presidente de Asomega.
Adolfo de la Fuente.
Jaime Pillado.
Isabel Noriega.
María Luisa Meilán.
Javier García Samaniego.
Imagen de la Asamblea 2025. En la pantalla, los socios que se conectaron de forma telemática.
Francisco Ruza, recibido por el actual presidente de Asomega, Julio Ancochea.
La Asociación de Médicos Gallegos ha otorgado el XXIV Premio Nóvoa Santos al doctor Luis Paz-Ares, uno de nuestros oncólogos más destacados a nivel internacional y un gallego que ha llevado el nombre de su tierra natal por todo el mundo. Con este reconocimiento, Asomega premia no solo su brillante carrera médica e investigadora, sino también su compromiso con la mejora de los tratamientos oncológicos y la promoción de la investigación biomédica.
Luis Paz-Ares, ganador del XXIV Premio Nóvoa Santos de Asomega.
Nacido en Vilagarcía de Arousa en 1962 y criado en Melide y A Coruña, Luis Paz-Ares es actualmente jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, profesor titular de Medicina en la Universidad Complutense y director de la Unidad de Cáncer de Pulmón en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Su trayectoria científica es impresionante: ha publicado más de 490 artículos en revistas de altísimo impacto como The New England Journal of Medicine, The Lancet o Nature Medicine, y cuenta con un índice H de 108 en Web of Science y de 129 en Google Scholar, cifras que avalan la relevancia y la influencia de su trabajo en el ámbito científico. Ha participado en 15 patentes y es socio fundador de dos startups (Altum sequencing y Stabs therapeutics).
Luis Paz-Ares ha sido presidente de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (ASEICA), donde impulsó de forma decisiva la promoción de la investigación oncológica en España y la captación de recursos para la lucha contra el cáncer. Además, ha formado parte de los comités científicos de sociedades internacionales de referencia como la IASLC, ASCO o ESMO, y de agencias reguladoras como la Agencia Española del Medicamento y la Agencia Europea de Medicamentos.
Su investigación, centrada especialmente en el cáncer de pulmón, ha sido pionera en el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas, desde la farmacogenómica hasta las inmunoterapias, logrando cambiar protocolos de tratamiento en todo el mundo. Ha sido investigador principal en más de 350 ensayos clínicos y 60 proyectos de investigación competitiva, recaudando más de 15 millones de euros en financiación pública para proyectos de alto impacto.
Con su dirección, el Servicio de Oncología Médica que dirige en el Hospital 12 de Octubre creó la primera unidad de ensayos clínicos oncológicos de fase I en España, abriendo la puerta a tratamientos innovadores para miles de pacientes. Su servicio ha recibido numerosos reconocimientos en los premios Best in Class(BIC) y Monitor de Reputación Sanitaria (MRS), consolidándose como un referente en calidad asistencial en España.
Pese a su intensa trayectoria nacional e internacional (ha desarrollado su carrera entre Madrid, Glasgow, Boston y Sevilla), su vínculo con Galicia ha sido constante. Miembro de la Sociedade Galega de Oncoloxía desde hace más de tres décadas, ha promovido la formación de residentes gallegos, ha participado en proyectos de investigación en colaboración con hospitales y universidades gallegas y sigue atendiendo a pacientes oncológicos derivados desde su tierra natal.
Este XXIV Premio Nóvoa Santos reconoce así a un médico e investigador de primer nivel que, además de sus logros científicos, encarna los valores de compromiso, excelencia y vocación de servicio que inspiran este galardón.
"Me siento afortunado siendo oncólogo"
A finales del pasado año participó en el coloquio organizado por Asomega bajo el título "Cáncer hoy: estrategias de prevención, precisión y cuidado" en la Casa de Galicia de Madrid.
En aquel foro afirmó: "Me siento muy afortunado siendo oncólogo. Ser médico es fantástico, intelectualmente ofrece la oportunidad de tener un trabajo donde investigar y fomenta esa necesidad de estudiar. Y lo más importante: si te gusta la gente, la oportunidad de ver cada día pacientes en consulta, es fantástico y gratificante".
Con la convocatoria de la IV Beca de Medicina Rural Asomega-SEMG aún abierta, el ejemplo de A Estrada se presenta como inspiración para todos los centros de salud que se plantean proyectos estratégicos a medio y largo plazo. De ello dio buena cuenta Juan Sánchez Castro, jefe del Servicio de Atención Primaria de A Estrada, en una intervención en el Encontro que organizó Asomega en la localidad pontevedresa, donde compartió la hoja de ruta que ha llevado a su centro a convertirse en el más reconocido de España.
Bajo su dirección, el centro ha recibido seis galardones Best in Class al mejor centro de salud del país, el Premio de Excelencia de la Consellería de Sanidade de Galicia y uno de los Premios Nacionales de Reputación Enfermera del Consejo General de Enfermería. Pero, más allá de los reconocimientos, Sánchez Castro subraya que “el verdadero mérito es del equipo, de una gestión cohesionada, con visión de futuro y con el apoyo institucional imprescindible”.
Durante su intervención, el doctor analizó los grandes desafíos a los que se enfrenta la atención primaria en Galicia y en toda España:
una profunda transformación demográfica marcada por el envejecimiento y la baja natalidad
una creciente carga de enfermedades crónicas
una transición tecnológica que ha modificado las expectativas y comportamientos de los pacientes.
“El modelo clásico de puerta de entrada necesita adaptarse al siglo XXI. Hoy tenemos una población envejecida, con patologías complejas, y unos usuarios cada vez más exigentes e informados”, explicó. En A Estrada, el índice de envejecimiento alcanza los 300, "es decir, que por cada tres personas de más de 65 años hay un menor de 16". Esto ha obligado a replantear el enfoque del centro: “La multiactividad no resuelve la multicomorbilidad; necesitamos medicina personalizada, atención integral y coordinación sociosanitaria real”, afirmó.
La respuesta ha sido el Plan Local de Saúde, una estrategia que combina la atención a la enfermedad con la promoción de la salud, guiada por cinco grandes metas:
mejorar la salud poblacional
asegurar la equidad
lograr la sostenibilidad
mantener la satisfacción profesional
garantizar una atención centrada en el paciente.
Según Sánchez Castro, este plan es "un instrumento de gestión estratégico y de gestión que nos permite, de forma coherente, ordenada y sistematizada, analizar la realidad local y e intentar mejorarla".
La apuesta por la docencia, la investigación y la innovación ha sido otro pilar. El centro participa en más de diez estudios activos, ha liderado ensayos clínicos internacionales y ha sido pionero en implementar servicios únicos en Galicia, como la consulta avanzada de cardiología en atención primaria o un servicio de rehabilitación cardíaca. Y ya tienen en marcha proyectos de vanguardia como la detección precoz de Alzheimer mediante análisis de sangre y una unidad de diálisis intermedia, inédita en España.
Mirando al futuro, Sánchez Castro defendió la necesidad de evolucionar hacia microsistemas locales integrados de salud, que conecten sanidad, servicios sociales y salud pública de forma real y efectiva. “Tenemos que decidir si queremos seguir por el camino conocido o liderar un nuevo modelo. En A Estrada estamos preparados para ser laboratorio de ese cambio”, concluyó.
Una visión ambiciosa, basada en datos, realidad local y compromiso profesional, que convierte al centro de salud de A Estrada no solo en un referente, sino en una inspiración para todo el sistema sanitario.
La edición nº 53 de la revista Memorias. Sanidad sin Fronteras, publicación oficial de la Red TBS - Stop Epidemias, abre con un editorial firmado por Mario Braier y Julio Ancochea, también presidente de Asomega, que bajo el título “¿Memoria o desmemoria?” lanza una reflexión crítica sobre la falta de acción institucional ante lecciones no aprendidas de la pandemia de la COVID-19. Los editores lamentan que, pese a la evidencia acumulada y el clamor sanitario, España aún no cuente con una Agencia Estatal de Salud Pública. La memoria, subrayan, sólo tiene sentido si es instrumento de experiencia transformadora. El texto llama a actuar con ética y justicia frente a los desafíos de salud globales.
La revista recoge también las intervenciones de la 13ª Jornada de Actualización Sociosanitaria TB-Long COVID de la Red TBS, celebrada en la sede de la Organización Médica Colegial. En el acto inaugural participaron representantes de entidades fundadoras como Tomás Cobo (CGCOM), Pilar Rodríguez Ledo (SEMG), Carlos Almonacid (SEPAR) y Fátima Cabello (Cruz Roja Española), además de Julia del Amo (Ministerio de Sanidad) y Tereza Kasaeva (OMS), quien envió un mensaje alertando del retroceso global en la lucha contra la tuberculosis por la insuficiencia de recursos y la inestabilidad geopolítica.
El programa de la jornada se estructuró en varias mesas temáticas que abordaron la prevención en prisiones y población precaria —con intervenciones destacadas de Elsa López García, Enrique Acín García y Juan Jesús Hernández—, el papel del sector farmacéutico y la inteligencia artificial en la Agenda 2030, donde además de Mònica Moro participaron Dolores Querol y Eduardo Orteu, así como una mesa centrada en la comunicación y salud, con expertos como José Manuel González-Huesa, Emilio de Benito, Xavier Salada y Pilar Pérez Jiménez. El Cinefórum Consciente, moderado por Marta Mas Espejo y Marta Fernández Idiago, aportó una mirada transversal desde el arte y la formación universitaria.
Entre las ponencias destacadas, Joan B. Soriano, socio de Asomega y vicepresidente segundo del CNPT, advirtió desde la mesa de epidemiología sobre el preocupante repunte de la tuberculosis, especialmente en personas con secuelas de la COVID persistente, e insistió en la necesidad de estrategias One Health para una respuesta eficaz y sostenible.
Pilar Rodríguez Ledo, presidenta de SEMG y miembro de Asomega, centró su intervención en la urgencia de fortalecer la Atención Primaria como eje vertebrador de una respuesta transformadora y humanista ante las desigualdades sanitarias y la emergencia de enfermedades respiratorias e infecciosas.
Por su parte, Mònica Moro, responsable de comunicación y RSC de Menarini España, intervino en la mesa dedicada al papel de la industria farmacéutica y la innovación social. Subrayó la necesidad de alianzas multisectoriales para avanzar hacia una sanidad más accesible y solidaria, especialmente en contextos de vulnerabilidad.
La edición se cierra con la entrega de los Premios Solidari@s 2025, que reconocieron, entre otros, al fotoperiodista Gervasio Sánchez (Trayectoria y Mérito), a la agencia Servimedia (Comunicación Consciente), al cineasta Marcel Barrena (Compromiso Solidario), a Carmen Comas-Mata, vicepresidenta del Subcomité de la ONU para la Prevención de la Tortura (Sensibilización Social), y a Cruz Roja Española, por su labor durante la emergencia de la DANA en la Comunidad Valenciana (Iniciativa Solidaria).
Este número vuelve a poner en valor el espíritu colaborativo, crítico y comprometido de la Red TBS, en la que Asomega participa activamente, con una vocación clara de hacer de la salud underecho universal sin fronteras.
Nikos Kastanos, médico nacido en la isla griega de Kos, es uno de los principales impulsores del Movimiento Hipocrático, propuesta que aboga por recuperar los valores eternos de la profesión médica. En la base de su planteamiento está la defensa de una relación médico paciente en la que la confianza, la empatía y la comunicación afectiva son factores esenciales.
Como él mismo señalaba en una entrevista, "si la Medicina se ejerce con más empatía y más tiempo dedicado al paciente, disminuyen significativamente los errores médicos, los costes de medicación farmacológica, el número de reingresos hospitalarios y el número de pruebas diagnósticas innecesarias”.
En definitiva, se trata de defender de manera activa que el clásico aforismo hipocrático de "Curar a veces, aliviar a menudo y confortar siempre" es algo más que una frase redonda: representa una forma vital de entender la labor del médico y su influencia en su entorno inmediato.
El primer objetivo del Movimiento Hipocrático es ofrecer a los médicos más jóvenes ejemplos de profesionales humanistas. El principal referente es Hipócrates, pero también existen modelos entre los médicos y enfermeros de nuestro Sistema Nacional de Salud. De ello dan fe las instituciones sanitarias que desde 2018 han ido uniéndose a la red de centros asistenciales y universitarios humanistas. Entre ellos el Clínico San Carlos, La Princesa o Puerta de Hierro de Madrid o las universidades de Barcelona, Málaga o la Autónoma de Madrid.
Pero además de las instituciones, la condición de "hipocrático" se puede aplicar también a profesionales concretos a los que se distingue con una placa de honor que incorpora una hoja del árbol hipocrático incrustada, proporcionada por el municipio de la isla de Kos. Según la tradición, este plátano de sombra servía de refugio a Hipócrates cuando daba clase a sus alumnos. Los nombres de los ilustres médicos están registrados en el libro de honor del Museo Hipócrates de Kos.
A partir del 7 de mayo, este listado de médicos distinguidos se verá incrementado con dos nombres de referencia para Asomega: Aniceto Charro, primer presidente de Asomega y actual presidente de honor de la entidad, y Francisco J. Ruza, el maestro de la Pediatría que tomó el relevo a Charro al frente de Asomega. El reconocimiento tendrá lugar en un acto que se celebrará en el Centro Gallego de Madrid a partir de las 19 h. Si desea asistir, reserve su plaza en este formulario antes del 3 de mayo.
Potenciar a colaboración en materia de emprego e formación, así como a atracción de talento exterior son os obxectivos do documento pioneiro asinado esta semana na Casa de Galicia de Madrid polo presidente da Xunta, Alfonso Rueda, cos embaixadores de Colombia, Honduras, #Ecuador e Paraguai. No acto participou Asomega, representada por Roberto Conde, membro da Xunta Directiva da entidade.
O presidente da Xunta, Alfonso Rueda, co tesoureiro de Asomega, Roberto Conde.
A través deste documento, Galicia plasma a súa vontade de traballar con países hispanoamericanos en facilitar pontes de oportunidades para o talento e axudar a dar resposta a retos como a falta de man de obra en sectores estratéxicos, á vez que se crean valiosas sinerxías entre territorios.
O obxectivo, segundo salientou Rueda, é dar o primeiro paso nunha folla de ruta que arrancará este ano e estará dirixida a favorecer de forma ordenada a incorporación de traballadores de terceiros países ao mercado laboral galego. Búscase pechar un procedemento tutelado desde o inicio, onde participen as administracións de orixe e de destino do traballador así coma as empresas galegas con necesidade de incorporar talento e que poderán realizar ofertas de contratación nos países de orixe dos traballadores migrantes.
O presidente remarcou que Galicia leva anos apostando por unha estratexia sólida para casar oferta e demanda no mercado de traballo, pero lembrou que hai que seguir traballando para dar resposta as necesidades actuais das empresas. Nesta liña, salientou que este acordo súmase ás medidas implementadas para atraer traballadores cualificados e que complementan, sempre atendendo ás recomendacións da Unión Europea, á ampla batería de accións xa en marcha dentro do noso territorio para reter talento e potenciar as oportunidades laborais dos galegos e galegas.
O programa de atracción de talento da Xunta conta, dun xeito prioritario, con medidas destinadas aos galegos e galegas do exterior -a través da Estratexia Galicia Retorna- e complétase coa colaboración con terceiros países para promover accións en orixe. Esta última, unha nova liña de actuación baixo a que queda enmarcado este documento pioneiro entre Galicia e catro países hispanoamericanos.
Roda cos asinantes. Á esquerda o director da Casa de Galicia en Madrid, #Luis Ramos.
La Real Academia de Medicina y Cirugía de Galicia ha incorporado a sus filas a la doctora Ana Fernández-Teijeiro como académica correspondiente. Natural de A Pobra de Trives (Ourense), Fernández-Teijeiro, además de ostentar una de las vicepresidencias de Asomega es jefe de la Unidad de Onco-Hematología Pediátrica del Hospital Virgen de la Macarena de Sevilla y preside la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátrica (Sehop). Fernández-Teijeiro, que ya pertenece a la Real Academia de Medicina de Sevilla, es también socia de honor de la Asociación Española de Pediatría.
Julia Buján, que asistió al acto en representación de Asomega, junto a Ana Fernández-Teijeiro.
Durante la ceremonia, el académico numerario del sillón de Radiología, el doctor Jorge Teijeiro, fue el encargado de realizar el elogio a la nueva académica, destacando su sólida trayectoria profesional en el ámbito de la Oncología Pediátrica, su compromiso con la investigación y su labor al frente de la Sehop.
La especialista destacó que la tasa de supervivencia al cáncer en niños supera ya el 80 %, siendo superior a la de los adultos, pero matizó que “el objetivo actual no es solo la curación, sino hacerlo mejor y con menos efectos secundarios a largo plazo”. Señaló que el tratamiento del cáncer infantil se apoya en cuatro pilares fundamentales:
la cirugía
la radioterapia
la quimioterapia
la inmunoterapia,
Todo ello complementado con el tratamiento de soporte —nutrición, transfusiones y apoyo psicológico—, esencial para garantizar la recuperación integral de los menores.
Fernández-Teijeiro defendió la necesidad de avanzar hacia una medicina de precisión que permita un diagnóstico y tratamiento más ajustados a cada paciente. En este contexto, destacó el prometedor papel de las terapias con células CAR-T, que han conseguido la curación de algunos pacientes con leucemias refractarias o en recaída, y cuya utilidad se investiga actualmente en otros tipos de tumores.
Asimismo, hizo hincapié en uno de los grandes retos actuales del sistema sanitario: la equidad en el acceso a los tratamientos oncológicos más innovadores. También alertó de que en algunas provincias españolas hasta la mitad de los niños no son atendidos por pediatras, lo que dificulta la detección precoz del cáncer, esencial para mejorar las tasas de curación.
Con esta incorporación, la Real Academia de Medicina y Cirugía de Galicia suma a una figura clave de la Oncología Pediátrica nacional, cuya labor combina la excelencia clínica, la investigación y el activismo profesional en favor de una atención más humana, equitativa y eficaz para los pacientes más jóvenes. Prueba de este activismo ha sido la intensa actividad desde Sehop para la atención en España de pacientes oncológicos infantiles afectados por conflictos como el de Ucraniao, más recientemente, el de Gaza.
El Movimiento Hipocrático es una entidad sin ánimo de lucro dedicada a difundir y potenciar el legado humanístico hipocrático, así como sus valores, tanto entre los profesionales del ámbito de la salud como a nivel institucional. Entre sus actividades se encuentra el reconocimiento a los médicos cuya trayectoria profesional ha contribuido a mantener vivos los valores hipocráticos, y en este punto es donde el camino de este movimiento se ha cruzado con el de Asomega.
La Asociación de Médicos Gallegos tiene el orgullo de contar en sus filas con integrantes de máximo nivel y contrastada calidad, no solo desde el punto de vista profesional sino también humano. Médicos que se han identificado con los valores de defensa del conocimiento, amor por la ciencia, cercanía y humanidad en el trato con el paciente que propugna Asomega. Para ello han contado dentro de la entidad con auténticos referentes que no solo han marcado a título individual desde hace décadas un camino profesional y vital con estas características, sino que además han servido -y sirven- de espejo a médicos más jóvenes.
Asomega, consciente de la deuda que tiene con sus maestros, se ha unido al Movimiento Hipocrático para rendirles el homenaje que merecen por su ejemplo y dedicación. Son muchos los que han ido perfilando el actual carácter de Asomega, pero dos de ellos, ambos socios fundadores de la asociación, lo ejemplifican como pocos:
Aniceto Charro, primer presidente de Asomega y actual presidente de honor.
Francisco J. Ruza, que sucedió a Charro como presidente de la asociación.
Por estos motivos, el próximo día 7 de mayo el Centro Gallego de Madrid acogerá un acto en el que el Movimiento Hipocrático y Asomega rendirán homenaje a ambos y les hará entrega del diploma que les acredita como médicos hipocráticos.
El acceso al evento será libre, previa inscripción en este formulario antes del 3 de mayo.
El propio Colegio de Médicos de A Coruña define a José Peña Guitián como uno de los grandes de la medicina, "un líder reconocido en toda Europa que impulsó las especialidades pediátricas y defendió los derechos y la salud de los niños y sus familias. Sin duda, uno de los mejores profesionales que ha dado Galicia".
Nacido en 1926 en Armillán (Láncara, Lugo), en el seno de una humilde familia campesina, Peña Guitián solía recordar que su infancia transcurrió en un entorno sin luz eléctrica ni carreteras, pero lleno de alegría y felicidad.
Catedrático de la Universidade de Santiago de Compostela, fue una autoridad de referencia internacional en su especialidad y maestro de varias generaciones de pediatras gallegos. Entre ellos Rosaura Leis, catedrática de Pediatría de la USC y vocal de la Junta Directiva de Asomega, que ha destacado "la gran labor que llevó a cabo desde la Escuela Pediátrica Compostelana para todo el mundo".
Inició su carrera docente como ayudante de clases prácticas en la USC, donde también ejerció como profesor adjunto, encargado de cátedra y, posteriormente, como catedrático de Pediatría y Puericultura, hasta su jubilación. Esta última responsabilidad la desarrolló, además, como emérito. Dirigió la prestigiosa Escuela Profesional de Pediatría hasta su integración en el sistema MIR y fue decano de la Facultad de Medicina de la USC. También presidió la Asociación Española de Pediatría durante dos mandatos y luego fue su presidente de honor, y coordinó la edición española de Pediatric in Review.
Como indican en un detallado artículo en el "Diario de Santiago"Juan José Fernández Teijeiro y Fernando Ponte, Peña Guitián fue un investigador incansable que centró su actividad en áreas como el crecimiento, el raquitismo, los errores congénitos del metabolismo y las displasias óseas. Su contribución al conocimiento médico queda patente en la dirección de 23 tesis doctorales y 90 tesinas de licenciatura, así como en sus numerosas publicaciones y ponencias en congresos nacionales e internacionales.
Por la excelencia de su trayectoria, el maestro recibió en 1997 el Premio Nóvoa Santos de Asomega, galardón que en una entrevista en "El Correo Gallego" de 2016 mencionó entre los que más valoraba de cuantos había recibido. Por ejemplo, la Medalla de Oro y Brillantes del Colegio Oficial de Médicos de la Provincia de A Coruña, la Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad y la Medalla Castelao de la Xunta de Galicia. Aunque en esa misma entrevista admitía su debilidad por un reconocimiento muy especial: el haber sido nombrado Hijo Predilecto de su Láncara natal.
Maestro excelente y buen amigo
Francisco J. Ruza, ex presidente de Asomega y maestro de la Pediatría, ha expresado su pesar por la pérdida: "El Profesor José Peña Guitian ha sido un gran renovador de la Pediatria en Galicia, con una enorme influencia en la Pediatría de toda España. Su presidencia de la Asociación Española de Pediatría ha revolucionado a esta especialidad en todo nuestro país. Gran pediatra y gran persona, también ha sido un orgullo para Asomega, que le ha distinguido con el segundo Premio Novoa Santos. DEP".
Otro de los socios fundadores de Asomega, Julián García Sánchez, recordaba su andadura juntos en la Facultad de Medicina de Santiago: "Excelente maestro y un amigo entrañable que elevó el nivel de la Pediatría en Galicia. Estoy orgulloso de haber tenido la suerte de haber sido alumno suyo en la Facultad y de haber convivido en el Colegio Mayor. Con mi recuerdo un abrazo a sus amigos y a su familia".
La 13ª Jornada de Actualización Sociosanitaria de la Red TBS-Stop Epidemias ha acogido la entrega de sus Premios Solidari@s, que cada año reconocenel esfuerzo de personas ejemplares en su acción solidaria.
José Manuel González Huesa, director de Servimedia; María del Mar Pageo, presidenta de Cruz Roja España; Mario Braier, coordinador general de Red TBS-Stop Epidemias; Julio Ancochea, presidente de su Comité Científico; Carmen Comas-Mata Mira y Javier García Pérez, secretario general del Comité Científico de la Red TBS-Stop Epidemias.
Los ganadores de este año han sido:
✅ Iniciativa Solidaria Cruz Roja Española, por el esfuerzo institucional de la organización y sus cooperantes, y en reconocimiento a la labor realizada durante la tragedia de la DANA en la Comunidad Valenciana. La entidad realizó más de 288.000 asistencias a personas afectadas, movilizando para ello a 213 equipos de respuesta a las emergencias, sumando un total de 8479 personas entre técnicos y voluntarios que acudieron desde todos los puntos del país. A día de hoy continúa su tarea de apoyo para la recuperación ante las consecuencias del desastre.
María del Mar Pageo, presidenta de Cruz Roja España.
✅ Compromiso Solidario
Marcel Barrena, director de cine, en reconocimiento a la labor que realiza, que conciencia sobre los problemas cotidianos y fortalece los vínculos entre las personas, su moral, su ética y su compromiso social. Este año ha brillado especialmente con "El 47", ganadora del Goya al a mejor película, en la que destaca su mensaje humanista, su apuesta por el coraje, la lucha y el compromiso de las personas en torno a objetivos comunes y básicos para la supervivencia humana en condiciones dignas ha obtenido el respaldo conjunto de crítica y público. Pero en su trayectoria hay otros títulos destacables con más historias comprometidas como las narradas en "Mòn Petit", "100 metros" o "Mediterráneo".
✅ Sensibilización Social
Carmen Comas-Mata Mira en reconocimiento a su incansable trabajo, tanto a nivel nacional como internacional, en pro de una sociedad que protege los derechos. Actualmente es vicepresidenta en el Subcomité para la Prevención de la Tortura (SPT).
✅ Trayectoria y Mérito
Gervasio Sánchez, reconocido fotógrafo, periodista y reportero de guerra, es un ejemplo de
trabajador incansable al servicio de la Humanidad. Recibe el premio por su buen hacer y su ética personal durante el ejercicio de su profesión a lo largo de toda su vida, trabajo que es un ejemplo de compromiso.
✅ Comunicación Consciente
Servimedia por el compromiso con la sociedad y por su rigor profesional. Por ser un ejemplo que ayuda a la mejora del concierto social. Se destaca que es el primer proyecto empresarial periodístico creado para cumplir un fin social. La agencia hoy se consolida como un referente del periodismo social que trasmite información veraz, al tiempo que su ejemplo resalta valores éticos que promueven la igualdad y la equidad entre todas las personas. El premio lo recogió su director general, José Manuel González Huesa.
José Manuel González Huesa recoge el premio a Servimedia.
Red TBS-Stop Epidemias nació en 2013 gracias a la iniciativa conjunta de la Organización Médica Colegial, la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y Cruz Roja. A día de hoy, el entramado de esta red se ha ampliado y diversificado y da cabida a más de medio centenar de entidades (entre ellas Asomega).
Julio Ancochea, presidente de Asomega y del Comité Científico de la Red contra la Tuberculosis y por la Solidaridad (Red TBS Stop Epidemias), resume gráficamente el sentir de los profesionales de diferentes ámbitos vinculados al abordaje de la tuberculosis que se han reunido en la 13ª Jornada de Actualización de esta entidad: ”Ante el momento convulso que vivimos debemos trabajar de la mano, con responsabilidad y solidaridad, porque tanto la enfermedad como el estigma que supone se siguen cebando con los colectivos más vulnerables y desprotegidos”.
La salida de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) corre un velo negro sobre las ya de por sí oscuras cifras mundiales. Según Javier García Pérez, secretario general del Comité Científico de la Red TBS-Stop Epidemias, “el último informe de la OMS cifra en 10,8 millones el número de casos nuevos durante el 2023, lo que supone una incidencia de 134 por 100.000 habitantes”. Y aunque de 2015 a 2023 se logró un 8,3% de reducción, en 2023 se registraron 1,25 millones de muertes. En España el descenso fue del 22,5%, pero tenemos una incidencia de 8,2 por 100.000 habitantes y en 2023 se registraron 3.944 casos. Y, pese a la concepción generalizada, el 50% se siguen dando en población autóctona.
Joan Pau Millet, responsable del Programa de TB en la Agencia de Salud Pública de Barcelona y codirector de Serveis Clínics se lamenta de que “de nada nos sirven los avances médicos y tecnológicos si sigue siendo una enfermedad olvidada y marginada”. La tuberculosis debe volver al foco de atención y aprovechar “los motivos para la esperanza” que suponen las nuevas pruebas diagnósticas. “Necesitamos una visión y enfoque multidisciplinares, multisectoriales e interinstitucionales, basados en los programas de control”, apostilla.
La jornada ha dedicado un espacio a la prevención en salud en prisiones y en población en situación precaria. Enrique Acín, jefe del Área de Salud Pública de la Subdirección General de Sanidad Penitenciaria del Ministerio del Interior, ha sido el encargado de explicar la situación actual en los centros penitenciarios, resumiendo que si bien en cuanto a los objetivos del 2030 para el VIH están muy adelantados, el abordaje para la tuberculosis es más complicado, “y estamos atentos al repunte que se observa”. De los casos registrados hay 21 españoles y 10 extranjeros, el 93,5% son hombres y la media de edad, 46 años.
Por su parte, Juan Jesús Hernández, del Área de Salud de Cruz Roja Española, ha detallado las intervenciones realizadas por esta entidad, señalando la dificultad del abordaje en el recorrido migratorio, donde la detección de casos se centra en sintomatología. Ha recordado que “nadie es migrante en estas condiciones por capricho, son personas con necesidades a las que debemos atender por solidaridad como sociedad y por responsabilidad para con la salud pública”.
Una salud que, como concluyó el trivés Julio Ancochea, a la Red TBS Stop Epidemias le gustaría que fuera global: “Las enfermedades no entienden de fronteras, y si queremos poner fin a la tuberculosis debemos hacer un esfuerzo por eliminar las barreras”. Solidaridad y responsabilidad, leitmotiv necesario para la imprescindible acción conjunta.
En el transcurso de la jornada, que tuvo lugar en la sede de la Organización Médica Colegial, se proyectó el mensaje enviado por Tereza Kasaeva, directora del WHO’s Global TB Programme, en el que presenta la actual situación de la tuberculosis a nivel mundial y los planes inmediatos de la Organización Mundial de la Salud para combatir dicha enfermedad:
Julio Ancochea, presidente de Asomega y del Comité Científico de Red TBS-Stop Epidemias.
Joan B. Soriano, investigador y representante de Asomega en el CNPT, fue uno de los integrantes de la Mesa de epidemiología: TB y Long COVID.
Pilar Rodríguez Ledo, presidenta de SEMG y ganadora del Premio Nóvoa Santos de Asomega, entre el público.
Rafael Martínez Cabeza de Vaca, Iberia Medical Head de Sandoz; Dolors Querol, Medical Affairs Director de Chiesi; Mónica Moro, responsable de Comunicación y Solidaridad de Menarini; y Julio Ancochea, presidente de Asomega y del Comité Científico de Red TBS-Stop Epidemias.
Emilio de Benito, vicepresidente de la Asociación Nacional de Informadores de Salud, fue otro de los integrantes de la mesa "Comunicación y Salud".
Javier García Pérez, secretario general del Comité Científico de la Red TBS-Stop Epidemias y jefe de la Unidad de Tuberculosis del Hospital Universitario de La Princesa, durante el "Cinefórum consciente".
Joan-Pau Millet, responsable del Programa de TB de Barcelona en la Agencia de Salud Pública de Barcelona, en la Mesa de epidemiología: TB y Long COVID.
José Manuel González Huesa, director de Servimedia, participó en la mesa de "Comunicación y Salud".
Marta Fernández Idiago, coordinadora de Estudiantes y Simulación Clínica de la Escuela Universitaria de Enfermería de Cruz Roja, en el "Cinefórum consciente".
Marta Mas Espejo, directora de la Escuela Universitaria de Enfermería de Cruz Roja - Universidad Autónoma de Madrid, fue una de las participantes en el "Cinefórum Consciente".
Pilar Pérez Jiménez, jefa del Área de Salud de El Mundo.
Xavier Salada, director de IM Médico, participante en la mesa "Comunicación y salud".
Alberto Fernández Villar, miembro de la Academia Asomega por la provincia de Pontevedra, ha sido nombrado profesor titular del grado de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Vigo. Se convierte así en el primer profesor titular con plaza vinculada en el Sergas dentro de esa carrera, figura habitual en Medicina pero de nuevo cuño en este grado.
Con esto, el jefe de Servicio de Neumología del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo coordinará la docencia clínica tanto en el grado como en el máster de Ingeniería Biomédica. Su plaza depende del departamento de Biología funcional y ciencias de la salud, aunque con el centro de trabajo en la Escuela de Ingeniería Industrial.
Como señaló el propio Fernández Villar al diario "Faro de Vigo", con este nombramiento se verá abocado a reducir su actividad clínica "para tener mas tiempo, dedicación y grado de responsabilidad en la labor universitaria". Él mismo explica que la esencia de esta plaza "es tener una persona con la camiseta de la Universidad y su corazón en el Sergas, que no sean dos entidades independientes, para poder ofrecer lo que más beneficie al alumno".
Fernández Villar, que ya ha sido profesor asociado en la Universidad de Santiago, es doctor en Medicina por la USC con la tesis 'Hepatotoxicidad de la isoniacida en usuarios de drogas el papel del virus de la hepatitis C' (2004), dirigida por Bernardo Sopeña Pérez-Argüelles y Arturo González Quintela. Además, coordina el grupo Neumovigo I+i, del Instituto de Investigación Biomédica Galicia Sur.
Se da la circunstancia de que en Complejo Hospitalario Universitario de Vigo solo hay tres profesionales con plazas de profesor titular vinculadas al Sergas: además de la ya citada del jefe de Servicio de Neumología, la del anestesista José Carlos Diz en la Facultad de Ciencias de la Educación y Deporte de la Universidad de Vigo y la de Ana Concheiro, jefa de servicio de Pediatría, pero en su caso ligada a la Universidad de Santiago.
La Asociación de Médicos Gallegos (Asomega) y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia de Galicia (SEMG) presentan una nueva edición de su Beca de Medicina Rural, iniciativa que busca proyectos innovadores en el ámbito de la asistencia sanitaria rural en Galicia y para la que vuelven a contar con la colaboración de Menarini. Con una dotación de 6.000 euros, se dirige a médicos de Atención Primaria comprometidos con la mejora de la salud en poblaciones de menos de 10.000 habitantes.
Como se detalla en las bases de la convocatoria, las solicitudes pueden presentarse hasta el 30 de abril de 2025, enviando la documentación al correo info@asomega.es. Los proyectos deberán incluir una memoria detallada con la descripción de la iniciativa, el impacto esperado, su viabilidad y una planificación económica.
Uno de los aspectos más destacados de esta beca es su flexibilidad: pueden concurrir tanto nuevos proyectos como aquellos ya iniciados, siempre que no hayan alcanzado la mitad de su desarrollo. Además, el Comité Científico se reserva el derecho de repartir la cuantía en caso de que existan varias propuestas de alto nivel.
La resolución se comunicará a partir del 15 de mayo de 2025, y la entrega de la beca será el 31 de mayo de 2025 en Sanxenxo (Pontevedra).
Con esta nueva edición, Asomega y SEMG refuerzan su compromiso con la mejora de la medicina rural, incentivando proyectos que marquen la diferencia en la atención sanitaria de Galicia.
Se trata de la cuarta edición de una propuesta de Asomega y SEMG que, en sus convocatorias anteriores, sumó a su palmarés lo siguientes nombres:
Primera edición Proyecto ganador Cristina Margusino, Centro de Salud de Xinzo de Limia: "Jornadas de Atención Sociosanitaria del Equipo de Atención Primaria de Xinzo de Limia y Comarca".
Mención honorífica Ana Bello Souto, de Lugo: “Educación en Autocuidado para personas con cuadros de dolor crónico músculoesquelético”.
Segunda edición Proyecto ganador Keith Albert Foo Gil, Centro de Salud de Laza (Ourense): "Creación de un aula de formación en ecografía clínica para residentes y médicos de familia en el ámbito rural".
Accésits Carlota Bugallo, Brais Miguel García y Sonia Muinelo, Unidad de Atención Primaria (UAP) de Castro Riberas de Lea, del Área Sanitaria de Lugo, A Mariña y Monforte de Lemos: "Abordaje poblacional mediante estrategias de prevención primaria y secundaria de cáncer en el ámbito rural.
Tania Salgado, Centro de Saúde de Folgoso do Courel (Lugo): "Proxecto de intervención comunitaria: O traballo de coidados no ámbito rural".
Tercera edición Proyectos ganadores Marta Calvo Seoane, Maria Joao da Costa Rodrigues y Carmen Toscano, centros de salud de Lugo, Outeiro de Rei y Sarria:” de la concordancia entre ecografía clínica realizada en Atención Primaria y ecografía reglada para el diagnóstico de masas renales en pacientes con hematuria”.
José Manuel Lage Parente, director del Museo do Médico Rural de Maceda (Ourense): "Proyecto de potenciación del Museo do Médico Rural de Maceda".
El correo de la Secretaría Técnica de Asomega (info@asomega.es) ya está recopilando candidaturas al XXIV Premio Nóvoa Santos, y las seguirá aceptando hasta el próximo lunes 31 de marzo, según especifican las bases de la convocatoria de este año.
En ellas se establece que podrán optar al galardón "personalidades relevantes gallegas, o directamente vinculadas a Galicia, de la medicina y/o biomedicina cuya labor profesional o científica haya sido de repercusión nacional o internacional y, específicamente, de proyección hacia Galicia". La decisión final la tomará la Junta Directiva de Asomega a partir de la propuesta formulada por el Comité Científico de la Asociación.
Para el presidente de Asomega, el trivés Julio Ancochea, ya desde la pandemia quedó más patente que nunca el papel central de los científicos como aportadores de soluciones, y convocatorias como la del Nóvoa Santos ponen el foco en dignificar su labor y reivindicar que "la ciencia es clave para conquistar el futuro". Añade que "los ganadores de las 23 ediciones anteriores han marcado la ciencia con su talento y dedicación. Su legado es la mejor garantía de la solidez y calidad de esta convocatoria".
El Nóvoa Santos sigue siendo uno de los premios científicos mejor dotados económicamente. Como en las últimas ediciones, se mantiene la cuantía de 12.000 euros que se reparten así:
el 50% de la cuantía (6.000 €) será directamente para el ganador.
el 25% (3.000 €) se destinará a financiar un proyecto de investigación desarrollado por jóvenes investigadores gallegos que será propuesto por el ganador, o como ayuda inicial para la realización de una tesis doctoral dirigida por el galardonado.
el otro 25% (3.000 €) se vinculará a la iniciativa Asomega Axuda: también a propuesta del ganador del premio, el importe se destinará a apoyar acciones o proyectos de instituciones o asociaciones sin ánimo de lucro que favorezcan a los más necesitados e impulsen a la humanización en el entorno de la Comunidad Autónoma de Galicia.
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