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José María Eiros, una voz de referencia

José María Eiros

Su brillante curriculum y su experiencia, así como su cercanía y sentido común han hecho que José María Eiros, vicepresidente de Asomega, haya aparecido en los medios de comunicación con asiduidad en los últimos días.

José María Eiros

Catedrático de Microbiología y director del Centro Nacional de Gripe de Valladolid, el doctor Eiros es uno de los integrantes del grupo de seguimiento del coronavirus en animales de la Organización Colegial Veterinaria. En él participan epidemiólogos, virólogos, médicos y especialistas en gestión de ecosistemas para asesorar sobre la evolución de la pandemia y la relación con el virus de personas y animales.

En una entrevista concedida a la revista Animal's Health señala que "apostamos por establecer centros multidisciplinares en los que nos integremos profesionales de distintos perfiles, por supuesto veterinarios, farmacéuticos, biólogos, bioquímicos, enfermeros, tecnólogos de alimentos, médicos... así como bioinformáticos, analistas o programadores que dan soporte a las macrobases y a los paquetes de big data. Conviene escuchar desde cada perfil a lo que otros aportan y de este modo aportar por la potencialidad de la colaboración".

Considera que de la situación que estamos viviendo "debiéramos sacar enseñanzas. Desde la humildad, para reconocer nuestros errores, como la falta de anticipación ante hechos como el presente y también la deficiente coordinación entre profesionales de diferentes perfiles".

Red de Médicos Centinela

Por otra parte, en las últimas semanas se ha conocido la noticia de que el Centro Nacional de la Gripe de Valladolid que dirige José María Eiros será reconvertido para adaptar sus análisis e investigaciones a las necesidades surgidas en torno al coronavirus. Este centro es uno de los tres de este tipo colaboradores de la OMS junto a los de Majadahonda y Barcelona,

En declaraciones a la agencia EFE Eiros señaló que las labores que encomendará la Junta de Castilla y León a esta entidad serán las de vigilancia de la evolución del coronavirus y la caracterización molecular del mismo. La idea es trasladar al ámbito del coronavirus este funcionamiento que hasta ahora se realizaba respecto a la gripe.

Las labores de vigilancia serán asumidas por la denominada "Red de Médicos Centinela", que sirve para anticipar respuestas y aportar registros sobre la propagación de la gripe en la época en la que mayor incidencia tiene, entre octubre y marzo.

Una llamada a la humildad

Pero la intervención más destacada de José María Eiros en medios de comunicación en los últimos días, por el alcance del medio y por la hondura de sus palabras, ha sido la entrevista concedida al Huffington Post.

En ella, el jefe de Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid admite, preguntado sobre un posible rebrote, que no se atreve a anticiparse porque "hemos metido tanto la pata que este virus ha servido como llamada a la humildad".

En su momento se advirtió de la gravedad de la situación que venía de China, pero "no alcanzamos a ver que eso mismo nos podía ocurrir, no nos adelantamos a lo que iba a pasar, así que ahora tenemos que ser humildes".

En esta entrevista relata su experiencia como enfermo de Covid-19: "Estuve ingresado y enfermo, y eso me dio tiempo a estar aislado, a pensar. He visto con mucho dolor cómo se morían compañeros de la planta y cómo el virus ha hecho tanto daño. Esto me entristece mucho”.

La mejor prueba de su talante la ofrece él mismo al final de la entrevista cuando admite que “sinceramente, no lo vimos venir. Tengo compañeros que dicen que ellos sí, pero yo, humildemente, no”.

#Yomevacuno

La experiencia acumulada a raíz de todo lo vivido en las últimas semanas han llevado al doctor Eiros a reivindicar con más ímpetu que nunca la importancia de la vacunación. En DiarioFarma se hicieron eco de una charla del experto con periodistas en la que se mostró sorprendido porque “el mundo clame por una vacuna frente al coronavirus y luego no seamos adherentes para la vacuna de gripe”.

Desde su punto de vista, la vacunación es una alternativa de un valor indiscutible: “Es mejor vacunarte, aunque solo tenga un 50% de efectividad que no hacerlo”. La recurrente mención a los efectos adversos de las vacunas no tiene base porque son muy limitados.

La actual pandemia por coronavirus le lleva a incidir en la necesidad de la inmunización frente a la gripe. En esta línea, aboga por que el protagonismo que ahora tiene el hashtag #yomequedoencasa se le otorgue a partir de esta situación a otro nuevo: #yomevacuno.

Ya en el pasado Encontro Mundial de Médicos Galegos que organizó Asomega en Santiago en septiembre de 2019 el doctor Eiros se mostró contundente al respecto: "Muy pocas personas con juicio y criterio dudan en el mundo de la eficacia y de la eficiencia de los programas vacunales".

José María Eiros habla sobre la importancia de la vacunación.

Inmaculada Ramos: "La huella del Covid-19 en los sanitarios va a ser muy grande"

En esta extensa entrevista de Crónicas de la Emigración a Inmaculada Ramos se repasa su evolución profesional. La vicepresidenta de Asomega explica cómo pasó del ejercicio activo de la Medicina en el Hospital Nacional de Parapléjicos y el Hospital Virgen de la Salud, en Toledo, a la gestión sanitaria en una multinacional "con un ‘mix’ entre prestación sanitaria y farmacéutica".

Con tal experiencia, la perspectiva desde la que puede analizar la situación que afronta hoy el sistema sanitario y el conjunto de la sociedad resulta lo suficientemente amplia como para ser tenida muy en cuenta. La respuesta ante la crisis, la reacción de los profesionales o la posible evolución de la pandemia son algunos de los asuntos sobre los que reflexiona. 

A todo eso añade un sentido deseo relacionado con Asomega: "El año pasado estuvimos en Santiago con el I Encuentro Mundial de Médicos Gallegos, al que le pusimos mucha ilusión, y estamos esperando a ver si el Covid-19 nos deja repetirlo el año que viene".

Extractamos algunos de los pasajes de la entrevista a Inmaculada Ramos:

Una respuesta tardía

"No estábamos preparados y eso es una obviedad. Porque, a estas alturas, que los hospitales sigan recibiendo material de protección por parte de la sociedad es que todavía faltan y faltaban medios".

"Es cierto que la OMS (Organización Mundial de la Salud) estuvo lanzando mensajes de preparación, pero la declaración de pandemia se dio cuando se dio, no fue muy temprana".

El papel de los profesionales

"Han sido los profesionales de la medicina los que han sacado adelante la crisis, pero no por una dirección hecha desde las altas instancias, sino que han sido los propios hospitales los que se han organizado".

"La presión asistencial ha bajado, eso da un alivio, y hay esperanza de que esto pase pronto, pero la huella en los médicos va a ser muy grande, porque han pasado jornadas de muchas horas, con falta de medios, con falta de liderazgo que se han ido supliendo con el trabajo de grandes profesionales".

"Los médicos y las enfermeras y el personal sanitario están ahora empezando a respirar y es ahora cuando pueden comenzar a recopilar la información que han cogido para sacar conclusiones. Los médicos han hecho ya bastante y bastante rápido, pero al principio no podían levantar la cabeza del paciente".

El futuro inmediato

"Tenemos muchísimas lagunas y aún estamos viendo cuáles son los efectos, cómo se presenta, cuál es el mecanismo de acción del virus, cómo está la patología, cómo se desarrolla".

"Para enfermar por el coronavirus, mejor lo más tarde posible porque será cuando los tratamientos estén más evolucionados, empiecen a salir los resultados de los ensayos clínicos que se están haciendo y surjan las vacunas".

"Ahora, como sabemos más de la enfermedad, se producirán nuevos casos pero escalonadamente, porque estamos poniendo medidas preventivas, y si alguien cae enfermo lo hará con mayores probabilidades de pasar la enfermedad".

Carracedo dirigirá desde Galicia el mayor proyecto genómico mundial sobre Covid-19

Ángel Carracedo

¿Qué factores genéticos influyen en la evolución del Covid-19? ¿Y cuáles determinan que pacientes sin patologías previas no superen la enfermedad y que otros con aparentemente más factores de riesgo salgan adelante?

Ángel Carracedo en el pasado Encontro Mundial de Médicos Galegos que organizó AsomegaCarracedo en la conferencia de clausura del I Encontro Mundial de Médicos Galegos que organizó Asomega.

Estas y otras muchas preguntas van a buscar respuesta a través de la investigación dirigida por el profesor de la USC, jefe del grupo de Medicina Genómica y director de la Fundación Pública Gallega de Medicina Genómica de SERGAS, Anxo Carracedo, investigador del Centro de Investigación de Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CiMUS) de la USC.

Junto con Carracedo, este proyecto será coordinado por el director científico del Centro de Investigación Biomédica en la Red de Enfermedades Raras, Pablo Lapunzina. El proyecto también cuenta con la ayuda de la Fundación Amancio Ortega, dentro de su presupuesto para la lucha contra COVID-19.

Para el proyecto se constituye un consorcio internacional que incluye más de veinte hospitales, así como grupos de investigación de alto nivel. Su trabajo servirá también para buscar biomarcadores genómicos de riesgo o protección en pacientes que han recibido tratamiento durante la infección y que han evolucionado de manera diferente.

Este proyecto cubrirá a 8.000 pacientes con infección por SARS-CoV-2 y una prueba microbiológica positiva, tanto en España como en otros países del mundo. Específicamente, se centrará en 7.000 pacientes de España y otros 1.000 de países latinoamericanos, con una mayor mezcla genética. 

Con estos datos, los investigadores tendrán suficiente poder estadístico para determinar la relación entre los eventos de interés y las variantes genéticas estudiadas. El consorcio desarrollará un estudio completo de asociación del genoma (GWAS) en la muestra de 7,000 pacientes españoles y un estudio completo de secuenciación del genoma en 300 pacientes seleccionados. El GWAS se llevará a cabo en el Centro Nacional de Genotipado de la Fundación Pública Gallega de Medicina Genómica (SERGAS).

Carracedo: estratificación adecuada de los pacientes

"Los datos clínicos, es decir, signos, síntomas y hallazgos, así como los antecedentes personales y epidemiológicos se recopilarán en una base de datos común ya diseñada para este proyecto", explica Anxo Carracedo. "Por lo tanto, encontraremos determinantes genéticos / genómicos del riesgo y una evolución deficiente que permitan una mejor estratificación de los pacientes y la adaptación y optimización de los protocolos terapéuticos", dice el profesor de la USC.

El proyecto se desarrollará durante un año y será coordinado desde el Centro de Investigación Biomédica de la Red.  Participarán en su ejecución investigadores de Santiago de Compostela, Vigo, Lugo, Santander, Madrid, Bilbao, Valladolid, A Coruña, Segovia, Granada, Barcelona, ​​León, Soria, Burgos, Sevilla, Lleida y Tenerife. También de varios países de América Latina y Europa como Argentina, Uruguay, Brasil, México, Colombia y el Reino Unido.

Héroes de la salud: ayuda emocional para situaciones extremas

La consultora especializada en el sector sanitario Luzan 5 promueve una iniciativa muy particular en estos tiempos de pandemia: Héroes de la Salud. Se trata de un repositorio de experiencias, materiales y recursos dirigidos a los profesionales sanitarios que están enfrentándose a la situación más extrema e insospechada de su carrera profesional.

El objetivo es ayudar en la parte emocional a estos profesionales. Antonio Franco, responsable de Luzán 5 e impulsor de esta iniciativa, explicaba en una entrevista concedida a ConSalud que "a través de la web pondremos a su disposición claves para manejar emocionalmente situaciones extremas en esta crisis, invitándoles a parar, y encontrar inspiración y ayuda en estos momentos".

Para ello se ha recurrido a profesionales hechos a convivir con el riesgo, cuyo testimonio pueda servir, como se dice en la web de la iniciativa, para provocar la reflexión personal, ayudar a ser más flexible y adaptativo, a impulsar a los equipos y potenciar la comunicación

Entre los profesionales que hasta el momento han participado están Mayte Carrasco, corresponsal de guerra desde 2008; Carlos Soria, único alpinista que ha escalado diez montañas de más de 8.000 metros tras cumplir los 60 años; o Julio de la Iglesia, técnico especialista en desactivación de artefactos explosivos (TEDAX).

Testimonio de Julio Ancochea

Esta semana se ha incorporado al proyecto "Héroes de la salud" el testimonio de Julio Ancochea, presidente de Asomega y jefe de Servicio de Neumología del Hospital Universitario La Princesa de Madrid. Es el tercer sanitario que participa en el proyecto, tras la intervención de Tomás Chivato, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad San Pablo CEU, y el psiquiatra Jesús de la Gándara.

En el vídeo, Ancochea defiende su manera de entender la medicina y la relación con sus compañeros y sus pacientes, que es la que aplica en el servicio que dirige. Asegura, parafraseando a uno de sus colaboradores, que "en mi consulta entran pacientes y salen personas", Explica el decálogo en el que basan su actuación, que incluye la cercanía, la atención a los afectos y la inteligencia emocional como instrumento.

Respecto a la actual pandemia, señala que "hemos sido testigos de excepción de un auténtico tsunami que nos ha hecho cambiar sobre la marcha todos nuestros planteamientos". Aun así, considera que "los médicos no somos héroes, somos personas con vocación y compromiso que trabajamos en la sanidad pública".

Añade que "todos estamos siendo puestos a prueba. Es el reto más grande al que nos hemos enfrentado y nos exige dar lo mejor de nosotros mismos, si bien nos acompaña una cierta sensación de incapacidad e impotencia, no hay una receta mágica".

En cuanto a la cuestión de si ha fallado la previsión, cree que efectivamente hemos tardado en reaccionar, "se han tomado medidas sensatas que se tenían que haber tomado antes. No obstante, sacamos consecuencias positivas: la suma de todos, el trabajo en equipo hará que finalmente salgamos adelante".

Por otra parte, destaca el papel trascendental de la enfermería y manifiesta su "homenaje y reconocimiento también a otros profesionales sanitarios como los farmacéuticos y los profesionales de Atención Primaria, que se han dejado el alma".

“Galicia me gusta toda: su gente, su forma de sentir, su hospitalidad”

Ana Fernández-Teijeiro es ourensana de Puebla de Trives, localidad en la que su padre estaba destinado como médico y donde pasó una infancia que recuerda feliz, con cierta morriña –confiesa- pero plena de referencias familiares y culturales que le han acompañado toda su vida.

Su evolución profesional le ha llevado a Sevilla, donde es jefe de Sección de Onco-Hematología Pediátrica del Hospital Virgen de la Macarena, pero antes pasó por Barcelona, Bilbao y diversas estancias en Estados Unidos. Actualmente es presidente de la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátrica (SEHOP) y coordinadora nacional para dos estudios internacionales para linfoma Hodgkin (Euronet-C2) y ependimoma (SIOP-Ependymoma II).

Espectacular vista desde los Balcones de Madrid, en la Ribeira Sacra.

¿Viaja a menudo a Galicia? ¿A dónde?
Procuro ir al menos una vez al año: La Coruña para ver a mi familia, a Vigo y a Orense para ver amigos, a Santiago de Compostela porque me encanta. Desde estos sitios procuro aprovechar para visitar y reconocer rincones: Ribeira Sacra, Costa da Morte, desembocadura del Miño… y Puebla de Trives, claro.

¿Qué relación mantiene con su tierra?
A pesar de haberme criado fuera de Galicia desde los 5 años, siempre ha estado presente en mi vida a través de mis abuelos y a través de mis padres. Gracias a mis abuelos que hablaban gallego en casa la lengua gallega es para mí muy familiar y la entiendo sin problema. A través de ellos conocí detalles de la historia de mi familia: la Galicia rural, la emigración de principios del siglo XX, la Guerra civil, la postguerra…

Mis padres siempre mantuvieron su sentimiento de gallegos, su “galleguidad”. De niña, en las vacaciones de verano siempre pasábamos unas semanas en Galicia para visitar a la familia. Los viajes en coche fueron una escuela perfecta del folclore que me permitió aprender muchas canciones gallegas. Además, mi padre siempre nos inculcó la lectura de la poesía de Rosalía.

¿Cuál es su lugar preferido?
Galicia me gusta toda. Me gusta su gente, su forma de sentir, su hospitalidad, su gastronomía, la variedad de sus paisajes, tanto la costa como la Galicia interior. Muchos de mis rincones favoritos van unidos seguramente a vivencias y personas que hacen que sean muy especiales: Santiago de Compostela, el Paseo de la Marina en La Coruña, el casco antiguo de Orense, las Burgas, el monte Santa Tecla y la vista de la desembocadura del Miño, El Barquero, las playas de Mera, Gandarío, Bastiagueiro, Laxe o Sabarís, Santa Comba de Bande, muchos lugares entrañables.

A pesar de haber nacido cerca, mi descubrimiento de los últimos años ha sido la Ribeira Sacra. Tuve oportunidad de recorrerla en toda su magnitud por el río y por carretera y me impactó, sin duda es uno de los paisajes más espectaculares que he visitado. Me impresionó mucho y sé que necesito volver allí.

¿Cuándo y de qué siente morriña?
Posiblemente siento morriña de mi infancia, de lo que fui en esos primeros años en Puebla de Trives, de mis abuelos y de las personas que me acompañaron en esa época. Tuve una infancia muy feliz.

Ana Fernández-Teijeiro en Puebla de Trives, frente a la casa en la que nació.

Alumna de un jovencísimo Ángel Carracedo

¿Dónde estudió Medicina?
Estudié Medicina en la Facultad de Medicina de Santander

¿Por qué tomó esta decisión?
Desde pequeña dije que quería ser médico.

¿Tenía antecedentes familiares?
Supongo que en mi decisión ayudó mucho que mi padre fuera médico y yo pudiera ser testigo desde niña de su vocación de servicio a los demás y de curar y cuidar a las personas enfermas.

¿Qué recuerdo guarda de su universidad?
Los seis años de Facultad en Santander fueron unos años preciosos y fundamentales desde el punto de vista personal y profesional. Nuestra promoción fue la primera en acceder a la Facultad con numerus clausus. En mi curso esto se tradujo en unos compañeros excelentes, muy competitivos, que nos obligaba a superarnos en cada examen. Pero a la vez convivimos mucho y establecimos vínculos personales muy fuertes que aún perduran. La Novena Promoción de Medicina de Santander de la que nos sentimos tan orgullosos.

¿De qué profesores mantiene una memoria más vívida?
Sin duda el catedrático de Farmacología, Dr. Jesús Flórez Beledo, fue un profesor extraordinario cuyas clases estaban siempre llenas y además con una gran humanidad. También recuerdo con mucho cariño a mis catedráticos de Anatomía, los Dres. Ojeda, Porrero y Hurlé. Y tengo que destacar la sorpresa e impresión que me dejó el Dr. Ángel Carracedo. Por problemas de salud de la titular, el Dr. Carracedo, muy joven, vino a impartir la asignatura de Medicina Legal en 6ª curso, en 1985. He tenido la suerte de poder recordarle este detalle y como me gustaron sus clases entonces, siempre tan sencillo y docente, sin saber que se convertiría en la referencia nacional e internacional en Medicina Legal y Genómica que es hoy.

¿Continúa en contacto con sus compañeros de promoción?
Sí, conservo amigos a los que veo periódicamente y sobre todo un grupo de ocho amigas que nos reunimos para cenar en Santander en Navidad y en agosto y con las que realizo un viaje corto cada año. Con el resto de la Novena Promoción de Medicina de Santander celebramos una cena quinquenal que precisamente esperamos poder tener en diciembre de 2020 para celebrar los 35 años del fin de la carrera.

“Siempre quise ser pediatra”

¿Dónde y en qué circunstancias se desarrolló su carrera tras la universidad?
Tenía claro que quería especializarme y preparé el MIR.

¿Cuál es su especialidad? ¿Y los sitios más relevantes en los que ha desarrollado su carrera?
Realicé la especialidad Pediatría en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. Cuando terminé la residencia me incorporé como adjunto a la Unidad de Onco-Hematología Pediátrica del Hospital de Cruces-Vizcaya con el Dr. Bezanilla como jefe de Onco-Hematología y el Dr., Rodríguez Soriano como jefe de Pediatría. Tras la jubilación del Dr. Bezanilla, la Dra. Navajas fue mi jefe durante 15 años y la persona que más me ha marcado desde el punto de vista profesional. En 2002 realicé una estancia formativa en el Children´s Hospital y Dana Farber Institute de Boston. En 2008 decidí aceptar el reto de la jefatura de Sección de Onco-Hematología Pediátrica del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla. Como el hospital es unidad de referencia nacional (CSUR) de retinoblastoma en 2010 amplié mi formación en los programas de retinoblastoma del Children’ Hospital de Los Ángeles y en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York.  

Con su familia de visita en la Ribeira Sacra en 2017.

¿Qué le hizo decidirse por su especialidad?
Yo siempre quise ser pediatra y sin duda influyó también que mi padre fuera pediatra y que yo le hubiera ayudado en su consulta muchas tardes. Me encantan los niños y me gusta trabajar con los niños, es muy agradable y permite ser muy natural y espontáneo y sus sonrisas y ocurrencias reconfortan siempre. Después, durante el MIR en el Hospital Vall d’Hebron, durante mi rotación de R2 por Oncología Infantil con el Dr. Sánchez de Toledo ya me di cuenta de que me gustaba la subespecialidad.  Me gustó la patología y las posibilidades de continuar mejorando, me gustó la manera de afrontarlo y, yo vi que era capaz de soportar los días duros sin repercusión grave en mi vida personal. Así que de R3 ya decidí que haría la subespecialidad en mi último año de R4 y completé la formación también en Hematología con el Dr. Ortega, pionero de la Hematología y el trasplante de progenitores pediátricos en España. Y hasta ahora. Es un trabajo que me ha dado grandes satisfacciones personales y profesionales.

¿Se ha arrepentido alguna vez de aquella elección? ¿Decidiría hoy lo mismo?
Nunca me he arrepentido de mi elección. Si me decidí por una especialidad de entrada tan dura es porque me sentía capaz de afrontar la parte más dura sin que repercutiera en mi vida ni en mi entorno personal. Y sin duda volvería a escoger la especialidad de Pediatría y la subespecialidad de Onco-Hematología. Es un trabajo que me ha dado grandes satisfacciones personales y profesionales.

¿Qué es lo mejor de su profesión?
Lo mejor es que podemos curar a muchos pacientes. Actualmente en España los niños con cáncer tienen una supervivencia del 80% a los 5 años, es decir, podemos curar a 8 de cada 10 niños con cáncer, algo impensable hace 30 años.

¿Y lo peor?
Lo peor, lo más duro, es no poder curar a todos los niños y asumir nuestra impotencia. A pesar de los años y la experiencia uno siempre acusa la pérdida de un paciente y el dolor que ocasiona a su familia. En este sentido, un aspecto muy duro de nuestra especialidad es la comunicación de malas noticias: la comunicación a las familias del diagnóstico inicial, siempre inesperado y difícil de entender y asumir; peor todavía es más duro comunicar el diagnóstico de recaída y sobre todo cuando ya no hay posibilidades de curación y sólo podemos ofrecer los cuidados paliativos. Y todavía más duro es informar a un adolescente sobre su diagnóstico o la evolución de su enfermedad. Los días que yo tengo estas conversaciones tan profundas, tan emotivas, tan duras, después necesito desconectar y busco actividades que me recolocan: deporte, lectura, película o series relajadas, charla con amigos.  

La doctora Ana Fernández-Teijeiro con una jovencísima paciente.

En estos tiempos de superespecialización, ¿cuál su área profesional principal?
Dentro de la Pediatría yo me dedico a la subespecialidad de Onco-hematología pediátrica. Como mi hospital es unidad de referencia (CSUR) actualmente estoy muy centrada en el retinoblastoma. Además, leucemias, Hematología no maligna, linfoma Hodgkin y ependimoma.

¿Clínica o investigación?
Realizo investigación clínica y actualmente soy la coordinadora nacional para dos estudios internacionales para linfoma Hodgkin (Euronet-C2) y ependimoma (SIOP-Ependymoma II).

¿Cómo ha avanzado su especialidad desde que comenzó a ejercer hasta hoy, qué es lo que más le llama la atención al respecto?
De acuerdo con los datos del RETI-SEHOP actualizados en mayo 2019, la supervivencia de los niños menores de 14 años con cáncer en España es del 80% lo que supone un incremento del 30% desde que yo inicié mi andadura.

Un reto nuevo en cada etapa

¿Cuál ha sido el mayor reto al que se ha enfrentado? ¿Cuál ha sido el mayor obstáculo y como lo ha superado?
Retos ha habido muchos en cada una de las distintas etapas. Un reto importante fue superar el “numerus clausus” para entrar en la Facultad de Medicina.

Muy importante fue obtener una buen número de MIR para realizar el MIR en el Hospital Vall d’Hebron. Ya en el Hospital de Cruces fue un reto el aprendizaje y crecimiento dentro de la subespecialidad de Onco-hematología pediátrica y desde luego, cada paciente es un reto. También lo es el cuidado de aquellos pacientes que no podemos curar y a los que debemos garantizar los mejores cuidados paliativos hasta el final de la vida.

Ya en Sevilla, como jefe de sección de Onco-Hematología pediátrica fue un gran reto conseguir la acreditación de nuestro hospital como unidad de referencia (CSUR) para retinoblastoma en diciembre de 2008. Actualmente estamos pendientes de conseguir la acreditación como centro de referencia europea dentro de la red Paed-Can.

Entre 2013 y 2017 me encomendaron la dirección de la Unidad Intercentros de Oncología pediátrica de los hospitales Virgen del Rocío y Virgen Macarena. A pesar de conseguir mejorar la ordenación de los niños y adolescentes con cáncer en Sevilla y las CSUR de sarcomas infantiles y neuroblastoma para el hospital Virgen del Rocío, razones políticas obligaron a la disolución de la unidad intercentros en enero de 2017 lo que supuso una gran decepción después de años de duro trabajo.

En los años en Cruces como coordinadora nacional  fue un gran reto la incorporación de nuestro país en 2008 al estudio Euronet-C1 para enfermedad de Hodgkin fue un gran logro que posibilitó incluir 105 pacientes españoles. En estos últimos años también como investigadora principal hemos podido poner en marcha los estudios Euronet-C2 para enfermedad de Hodgkin y el SIOP-Ependymoma II, actualmente en fase de reclutamiento.

Como presidente de la Sociedad Española de Hematología y Oncología pediátricas (SEHOP) desde 2016 el reto más importante ha sido la puesta en marcha y consolidación de la plataforma ECLIM-SEHOP para apoyar la puesta en marcha y desarrollo de ensayos clínicos y registros en cáncer infantil y hemopatías. Todavía quedan otros retos importante pendientes en los que estamos trabajando con las autoridades sanitarias y como son la ordenación de la asistencia del cáncer infantil en España y el reconocimiento de nuestra subespecialidad.   

Imagen de la celebración del XXV aniversario de Asomega en mayo de 2019. En la imagen Aniceto Charro y Francisco Javier Ruza, expresidentes de Asomega; José Ramón Ónega López, director de la Casa de Galicia de Madrid; Ana Fernández-Tejeiro; Rafael López, jefe de Oncología Médica del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela; y Julio Ancochea, presidente de Asomega.

Esfuerzo y disciplina, claves

¿Cómo motivaría para que alguien escoja este camino en su profesión? ¿Qué le recomendaría a las jóvenes que hoy comienzan?
Es fácil recomendar la especialidad de Pediatría, es muy gratificante trabajar con niños y adolescentes, es una especialidad muy completa, posibilita el trabajo tanto en atención primaria como en hospitalaria y, pendiente de su reconocimiento oficial, las distintas subespecialidades están muy desarrolladas. Pero para escoger la subespecialidad de Onco-Hematología  no basta con la elección, no es una opción más, es necesario tener muy claro lo que implica y asumir la complejidad y las distintas facetas de este área.

Mi recomendación sería escoger un buen centro para formarse y aprender de los maestros con los que uno se encuentre, estudiar mucho, trabajar duro, mucha disciplina, intentar realizar estancias en unidades de hospitales de fuera de España para ver otras formas de trabajo, aprender a comunicar,  leer mucho para profundizar en el conocimiento de la naturaleza humana,  y aprender a cultivar vías de escape para que la dureza del trabajo no repercuta en la vida personal.

¿Cómo ha influido nuestra cultura en el desarrollo de su profesión?
Provengo de dos familias muy trabajadoras que son un ejemplo de superación. Mis bisabuelos pertenecían a la Galicia rural de finales del siglo XIX con toda su dureza. Tanto en mi familia materna como paterna hubo emigración a Cuba y Argentina buscando mejorar sus vidas, asumiendo el riesgo de la aventura y el desgarro de la separación, y que con mucho trabajo y esfuerzo consiguieron prosperar, bien para afincarse definitivamente en América o para volver a España y continuar la vida en mejores condiciones.

El Covid-19 y la investigación

La actual pandemia está poniendo de relieve la sanidad en general y dando valor al papel de la investigación. ¿Cómo cree que va a dibujarse el panorama de estos dos sectores tras esta profunda crisis?
A pesar de contar con un sistema sanitario del que siempre nos hemos sentido orgullosos esta crisis ha puesto de manifiesto el tremendo desastre y descoordinación que supone que España cuente con 17 servicios de salud y un Ministerio inoperante. Creo que será necesario plantear programas nacionales coordinados desde el Ministerio, no sólo para pandemias como la actual, si no para otras situaciones y patologías en las que se necesita una ordenación y coordinación centralizadas. Por otro lado, una amenaza como la pandemia Covid-19 obliga a apoyar la investigación básica y clínica para poder así llegar a conocer mejor la naturaleza del virus y las mejores alternativas terapéuticas para los pacientes con enfermedad grave.

La investigación ha sido tradicionalmente la” hermana pobre”. ¿Cómo cree que debería dibujarse el panorama a partir de ahora en lo que respecta al papel de las administraciones, las universidades y la empresa en este ámbito?
Es fundamental la colaboración entre instituciones, universidad, hospitales, Ministerio. Pero es fundamental facilitar la colaboración de instituciones y empresas privadas que con su apoyo económico y recursos garantizan la viabilidad de muchos proyectos. Es muy importante garantizar la continuidad de los equipos de investigación y la no dependencia de becas anuales cuando los proyectos todavía están en desarrollo.

Con María Rodríguez Vázquez, también miembro de la Junta Directiva de Asomega y responsable de Asomega Muller, durante el I Encontro de Médicos Galegos que organizó la asociación en septiembre de 2019.

Espíritu crítico y meritocracia

Usted ha desarrollado una carrera profesional notable, logrando reconocimiento en un entorno mayoritariamente masculino. ¿Ha experimentado mayores dificultades o condicionantes específicos para avanzar en su carrera?
No, la verdad es que nunca he sentido esa discriminación. Si alguna vez una convocatoria en la que he participado no se ha resuelto favorablemente para mí no ha sido por razón de mi género. Creo en la meritocracia y creo que esa es la manera en que se debe gestionar la carrera profesional y la cobertura de plazas.

A partir de su experiencia concreta en el mundo laboral, ¿considera que hoy día están equiparadas las oportunidades para hombres y mujeres en su entorno?
La lucha por la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, el feminismo, se inició en el siglo XVIII. La primera mujer en obtener el título de licenciada en Medicina fue Dolores Aleu, una pionera catalana que aprobó el examen en 1882 con un excelente se doctoró y tuvo una consulta propia en Barcelona durante 25 años. En la orla de Medicina de mi padre en 1959 eran 27 varones una única mujer. En la mía en el año 1985 un 50% éramos ya mujeres. Actualmente la proporción de mujeres en las facultades de Medicina es del 80%. Las mujeres actualmente somos mayoría en la profesión médica y yo no percibo discriminación en el mundo en el que me muevo.

Díganos un deseo para el futuro.
En este momento desde luego mi primer deseo tiene que ver con nuestra preocupación actual: que la investigación permita elaborar la vacuna contra el Covid-19, que la crisis actual se resuelva en los próximos meses y que el desescalamiento progresivo del confinamiento nos permita volver a una nueva normalidad. Creo que nunca vamos a volver a vivir con la alegría y despreocupación de la que gozábamos y que nos va aparecer mentira cuando lo recordemos. Al menos que volvamos a vivir y trabajar seguros y recuperemos la felicidad de disfrutar juntos con nuestras familias y amigos. 

Recomendaciones de protección ocular ante el Covid-19

Los síntomas típicos de infección por el COVID19 incluyen fiebre, tos y disnea. También otros como rash, mialgias, trastornos gastrointestinales, pérdida del gusto y del olfato. Sin embargo sabemos que el coronavirus también se transmite a través de la conjuntiva mediante aerosoles o gotitas de saliva que emitimos al hablar, estornudar o toser. La conjuntivitis puede presentarse como síntoma inicial de la enfermedad hasta en el 1% de los pacientes, o a lo largo de la evolución de la enfermedad.

No es casualidad que el primero en describir este cuadro viral haya sido el oftalmólogo chino Li Wenliang, que murió tras atender a un paciente con glaucoma infectado por coronavirus. Por tanto, el ojo puede actuar tanto como puerta de entrada del coronavirus, como síntoma de manifestación de la enfermedad en forma de conjuntivitis vírica, o como vía de transmisión de la enfermedad a través de las lágrimas.

A continuación daremos una serie de consejos para proteger tu salud ocular mientras dure la pandemia.

¿Qué hacer si tengo conjuntivitis, tos, fiebre y dificultad respiratoria?

Estos síntomas son altamente sugestivos de coronavirus por lo que deberías acudir a tu centro de salud u hospital para ser atendido por un médico de urgencias, no acudir directamente al oftalmólogo.

¿Cómo se trata la conjuntivitis por coronavirus?

Al igual que otras conjuntivitis virales, la conjuntivitis por coronavirus no tiene un tratamiento específico, por lo que las medidas higiénicas del tipo de aplicaciones de gasas o compresas muy frías, antiinflamatorios leves aplicados tópicamente, suelen ser suficientes para calmar las molestias hasta que desaparezca la conjuntivitis, que suele durar de 7 a 10 días como máximo.

¿Qué medidas higiénicas adoptar en caso de conjuntivitis?

El virus se transmite a través de las secreciones conjuntivales, bien directamente a través de las lágrimas, o por contacto directo al tocarnos los ojos con las manos. Por ello es muy importante mantener en todo momento una buena higiene de manos, evitar tocarnos los ojos en la medida de lo posible, así como no compartir pañuelos, toallas o gafas.

¿Puedo seguir usando lentes de contacto durante la pandemia?

Durante la época de pandemia algunos especialistas han recomendado sustituir el uso de lentillas por el de gafas para evitar tanto el contagio como la diseminación del virus. Sin embargo, desde diferentes colectivos de ópticos defienden la seguridad del uso de lentilla y argumentan que no hay evidencia científica que justifique suspender su uso, aunque sí debemos hacerlo en caso de infección activa por coronavirus. Tampoco hay evidencia de que las gafas nos protejan frente al coronavirus. En todo caso, tanto si hemos decidido continuar usando lentes de contacto como si no, la Organización Mundial de la Salud recomienda mantener una buena higiene de manos antes y después de manipular los  ojos, la nariz o la boca, así como mantener una buena limpieza tanto de las lentes de contacto como de las gafas convencionales.

¿Cómo diferenciarlo de una conjuntivitis alérgica?

Esta época de pandemia coincide con muchas conjuntivitis alérgicas estacionales debido al aumento de polen en el ambiente. Para diferenciarlas podemos prestar atención a ciertos síntomas que son característicos de cada proceso. Uno de ellos es la fiebre, ya que mientras que el coronavirus cursa con fiebre la conjuntivitis alérgica no. Otro síntoma es el picor, más característico de la alergia, acompañado de ojo rojo y secreción acuosa. En la conjuntivitis vírica, aunque también cursa con ojo rojo, suele haber una secreción más densa característica. La conjuntivitis alérgica suele acompañarse de estornudos y secreción nasal acuosa, mientras que si  lo hace de tos, dolor de pecho, dificultad respiratoria, cansancio, diarrea etc., posiblemente estemos ante un cuadro de origen viral. Si aun así no está seguro del tipo de conjuntivitis que tiene, puede llamar a su oftalmólogo que, aunque la mayoría no pasan consulta de manera habitual debido a la pandemia, puede resolver sus dudas bien telefónicamente o mediante videollamada.

¿Cómo evitar la fatiga visual durante la pandemia?

Debido al confinamiento domiciliario, son muchas las personas que teletrabajan o realizan una exposición mayor a las pantallas así como otros dispositivos electrónicos, como tabletas, teléfonos móviles y libros electrónicos. Esta elevada demanda visual da como consecuencia la aparición de un conjunto de síntomas que han sido descritos como síndrome visual del ordenador, que se caracteriza por sequedad ocular, dolor de cabeza, fatiga visual, visión borrosa y doble, dolor de cuello, espalda u hombros. Para evitarlo debemos de tener en cuenta una serie de medidas como evitar los reflejos, tener una buena iluminación y hacer pausas frecuentes para descansar. Puede ser útil seguir la regla de 20/20/20 que consiste en parar durante 20 segundos, cada 20 minutos y mirar por la ventana más allá de 20 metros.

La disminución de la frecuencia y de la amplitud del parpadeo, genera puntos secos sobre la superficie ocular y por tanto una mayor evaporación de la lágrima, provocando síntomas de sequedad ocular. Es recomendable parpadear frecuente de forma voluntaria mientras estemos trabajando con pantallas, así como aplicar lágrimas artificiales siempre siguiendo las recomendaciones higiénicas antes mencionadas tanto antes como después de tocarnos los ojos.

Emanuel Barberá
Jefe de Servicio del Instituto Oftalmológico Quirónsalud de A Coruña

Álvarez de Mon: "España y Galicia tienen un gran capital de conocimiento investigador"

El catedrático de Medicina Interna e Inmunología y jefe de servicio del Hospital Universitario de Alcalá de Henares Melchor Álvarez de Mon se define como “activo galleguista de Asomega”, entidad de la que es vicepresidente. En una entrevista recientemente publicada en El Correo Gallego analiza la situación provocada por el Covid-19.

Tras explicar cómo ataca al sistema inmune, reflexiona sobre cómo puede comportarse el virus cuando se vayan suavizando las condiciones del actual confinamiento. "Lo ideal es hacer estudios diagnósticos a toda la población y detectar a esos casos no sintomáticos u ocultos y aislarlos con sus contactos en un periodo de cuarentena", señala. Aunque añade que como no parece que se vayan a tomar medidas en ese sentido "es factible predecir repuntes de la enfermedad y su persistencia en nuestra sociedad".

El mayor problema, afirma, es que para conocer los factores de riesgo aún "nos basamos en la clasificación de la enfermedad en criterios clínicos y analíticos muy genéricos e imprecisos". El objetivo principal de la investigación al respecto debe ser, además del desarrollo de antivíricos, desarrollar el conocimiento necesario para individualizar los tratamientos.

"La investigación en la comprensión de las enfermedades, de su diagnóstico y tratamiento ha sido clave en el increíble progreso que ha alcanzado la medicina en las últimas décadas", asegura. De ahí que considere determinante "la relevancia de la investigación académica de universidades, de instituciones como el CSIC y similares y de la industria farmacéutica".


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En este sentido, resalta que "España y Galicia tienen un gran capital de conocimiento investigador y grandes estructuras de trabajo en sus universidades, hospitales y en sus relevantes institutos de investigación biosanitaria. Conozco especialmente el de Santiago y es excelente". Dedicar recursos económicos a ello constituye, a su entender, una necesidad aún más imperiosa en las actuales circunstancias.

Concluye la entrevista el profesor Álvarez de Mon formulando un deseo que, según explica, debería entenderse como una necesidad imperiosa: "La formación de un grupo internacional de profesionales de la salud y de la gestión eficiente de recursos para acudir rápidamente a los focos que puedan aparecer de infecciones y enfermedades en este mundo global".

Condolencias por la muerte de una referencia en neurocirugía, el profesor Jesús Vaquero

El prestigioso neurocirujano Jesús Vaquero Crespo ha fallecido a los 70 años de edad. Era director del Departamento de Cirugía de la Universidad Autónoma de Madrid y ejercía como catedrático de Neurocirugía, con plaza asistencial vinculada al Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda.

Como Coordinador del Rector para asuntos de Ciencias de la Salud de la UAM y amigo personal de Jesús Vaquero, Julio Ancochea, presidente de Asomega, y en nombre de la misma, transmite su profundo dolor por la pérdida de una persona excepcional y un profesional ejemplar, y envía sus condolencias a la familia.

Carlos Sánchez Ferrer, decano de Medicina de la UAM, también ha mostrado su pesar por la pérdida señalando que "era un referente de nuestra Facultad, excelente profesional, magnífico profesor e investigador de gran prestigio. Siempre fue un gran universitario y participó de forma generosa con las actividades de la Facultad de Medicina, en la que llegó a ser Director del Departamento de Cirugía, con un papel muy relevante en el desarrollo de las titulaciones de Medicina y Enfermería".

El decano destaca también su carácter amable y modesto, "un hombre entrañable al que todos recordamos con profundo respeto y afecto".

La Sociedad Española de Neurocirugía ha publicado en su web un obituario firmado por Rafael Carrillo, compañero suyo "en la vieja Clínica de Puerta de Hierro", en el que destaca que "todos los comentarios que hoy he podido ver coinciden: era un amigo, no hizo mal a nadie, buena persona. En nuestro mundo neuroquirúrgico es bien conocido como científico, investigador, docente, publicista, trabajador incansable".

Un espectacular currículum

Nacido en Madrid en el año 1950, Jesús Vaquero se licenció en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense (1967-1974) y obtuvo el grado de Doctor con Sobresaliente cum laude en 1977. Se formó como especialista en Neurocirugía en el Hospital Universitario Puerta de Hierro (1974-1978), donde fue jefe de Sección del Servicio de Neurocirugía. Allí fue responsable como cirujano jefe o supervisor de más de 4.000 intervenciones neuroquirúrgicas.

Fue director de la Unidad de Investigación en Neurociencias del Hospital Puerta de Hierro-Majadahonda y director del Área de Neurociencias del Instituto de Investigación Biosanitaria en dicho Hospital. A lo largo de su carrera recibió más de medio centenar de premios de investigación de carácter nacional e internacional, entre ellos el Premio Reina Sofía de Rehabilitación e Integración, otorgado por el Real Patronato de Discapacidad (2011) por la línea de Investigación de Terapia Celular para pacientes con lesión medular y otras discapacidades neurológicas; el Premio CERMI (2014) por el desarrollo del Programa Clínico de Terapia Celular en pacientes discapacitados; el Premio Caser de Investigación en I+D en la Dependencia (2014); y el Premio Nacional Aspaym por la investigación clínica realizada en la lesión medular (2015).

La relevancia de su labor investigadora se plasma en un factor impacto acumulado superior a 700 e Indice H de 36, con cerca de 5.000 citas en la literatura internacional.

A lo largo de su trayectoria se centró en el estudio de marcadores pronósticos en tumores cerebrales y en el desarrollo de nuevas técnicas de terapia celular aplicadas a las enfermedades neurológicas. En los últimos 20 años ha dirigido un programa de investigación clínica cuyo objetivo es el estudio de las posibilidades que ofrecen las nuevas técnicas de terapia celular para paliar la discapacidad de pacientes con lesiones neurológicas.

Según la nota del doctor Carrillo antes mencionada, Jesús Vaquero sufrió hace unos meses una hemorragia parieto occipital izquierda. Trasladado a un hospital para rehabilitación hace unas semanas "dio positivo para el Covid-19 y, aunque parecía mejorar, surgieron complicaciones y hace unas horas fallecía con un fallo multiorgánico".

Descanse en paz.

Primeras broncoscopias a pacientes críticos de coronavirus en Ifema


Ayer 17 de abril la UCI de Ifema fue testigo de las cuatro primeras broncoscopias realizadas a pacientes críticos de Covid-19. La actuación la dirigió el Servicio de Neumología del Hospital de La Princesa de Madrid, que dirige Julio Ancochea, aunque en ella participaron especialistas de otras áreas.

La fotografía corresponde a la primera fubrobroncoscopia realizada por los doctores Pedro Landete y Ana Sánchez Azofra, neumólogos de La Princesa. Aparecen también en la foto, además de Julio Ancochea (al fondo a la derecha), Borja Ruiz Mateos y Aida Suárez Barrientos (ambos cardiólogos), junto a Carolina Tormo (anestesista del Hospital Universitario Niño Jesús), el cirujano torácico Diego Murillo y algunos miembros del magnífico equipo de enfermería que presta sus servicios en la citada Unidad.

El paciente, crítico por coronavirus, intubado, en posición prono (boca abajo y cabeza de lado) tenía abundantes secreciones espesas (baba de caracol). Con la broncoscopia, prueba diagnóstica para visualizar laringe, tráquea y bronquios, también se aspiran múltiples secreciones para mejorar la situación respiratoria del paciente crítico, intubado y obtener muestras del coronavirus y células pulmonares para cultivo microbiológico.

Ancochea: "La desescalada debe basarse en mayor evidencia y asesoramiento de expertos"

El diario "La Voz de Galicia" publica en su edición de hoy domingo 12 de abril un suplemento especial sobre el Covid-19, bajo el título "#ElMundoQueViene". Accesible en su página web solo para suscriptores, este trabajo recopila una serie de entrevistas a expertos como el historiador Julián Casanova, el especialista en relaciones internacionales Félix Arteaga, la filósofa Victoria Camps, el preventivista Pere Godoy, el político Josep Borrell o la economista Loretta Napoleoni.

La nómina de entrevistados se completa con dos gallegos que aportan su experiencia científica y clínica. Se trata de Julio Ancochea, presidente de Asomega y jefe de Servicio de Neumología del Hospital de La Princesa de Madrid, y Ángel Carracedo, coordinador del Grupo de Medicina Genómica de la Universidad de Santiago de Compostela y genetista de prestigio mundial.

En su entrevista, el doctor Ancochea señala que ha vivido la crisis del Covid-19 desde los dos lados de la trinchera, pero siempre en primera línea: como responsable de su servicio en el hospital y después como enfermo, fase que afortunadamente ya ha quedado atrás.

Destaca que la urgencia de la situación ha obligado a ir tomando decisiones sobre la marcha que se han reflejado en la coordinación de los servicios: "Todo el hospital es una gran orquesta en la que cada uno toca un instrumento, con algunos solistas en la UVI, reanimación, neumología...". Desde su experiencia, cree que la unión y espíritu de equipo con que se está funcionando no pasará con la crisis sino que ha venido para quedarse.

Respecto al futuro inmediato advierte de que en España no podemos bajar la guardia en absoluto porque "esos modelos predicen que la mortalidad seguirá creciendo hasta mediados o finales de mayo. Parece que entramos en fase de desescalada progresiva, pero debemos ser cautos".

"Con el Covid-19 no hay recetas seguras, pero las razonables han de basarse en el conocimiento científico, en comités de expertos independientes y despolitizados para una gestion centrada en la evidencia, la equidad, la ética y la democracia, y con un sustrato de solidaridad", concluye.

Por último, destaca que la pandemia está dejando lecciones positivas como la unidad y madurez mostradas por la sociedad española, con numerosos gestos solidarios. En Galicia destaca el caso de Amancio Ortega e Inditex: "Este altruismo no está cambiando nuestra manera de vestir o de disfrutar, no; está salvando vidas", afirma.

Ángel Carracedo

El mismo espíritu positivo y ánimo de sacar las lecciones más constructivas posibles de esta situación tan extrema impregnan las declaraciones de Ángel Carracedo, director de la Fundación Pública Galega de Medicina Xenómica. En este caso a su experiencia como genetista, un campo fundamental en la búsqueda de soluciones a la pandemia, se une otro factor que le acerca aún más a la realidad diaria del Covid-19, como es el hecho de que su mujer trabaja en una unidad de cuidados intensivos.

Con la máxima prudencia, el profesor Carracedo señala que lo que más le ha llamado la atención del virus es su alta contagiosidad y algunos síntomas concretos como la anosmia o la vasculitis. Advierte que aún es pronto para sacar conclusiones sobre las razones que explican la expansión del virus, como la mayor incidencia en zonas como Italia o España, la abundancia de pacientes asintomáticos o las diferentes respuestas que se registran ante el virus.

Lo que en su opinión quedará meridianamente claro tras la pandemia es que "habrá que apostar por una mayor inversión en sanidad y en I+D en salud, y pensar que hay nuevos sectores estratégicos como el biotecnológico o el farmacéutico, que hay que potenciar".

Eso desde el punto de vista de la salud pública y la investigación, pero su reflexión final es más ambiciosa: "Tenemos que pensar en ayudarnos ante la crisis económica que se avecina y aprovechar esta crisis para mejorar como sociedad".