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RespirARTE vuelve al Prado de la mano de Asomega con 'O Camiño da Vida'

respirARTE se celebrará el día 26 de junio en la Casa de Galicia de Madrid.

Después de su destacada participación en la Feira da Saúde de 2023, respirARTE vuelve este año con fuerza renovada y un formato propio. La cita será el próximo 26 de junio en la Casa de Galicia en Madrid, punto de partida de una jornada que fusiona ciencia, emoción y cultura en favor de las personas con enfermedades respiratorias.

respirARTE se celebrará el día 26 de junio en la Casa de Galicia de Madrid.

Pincha en la imagen para acceder al programa completo de respirARTE (en PDF).

Impulsada por Asomega y VitalAire-Air Liquide Healthcare, esta iniciativa se enmarca en el compromiso de ambas entidades por humanizar el cuidado, dar visibilidad a los pacientes respiratorios y fomentar el bienestar desde una perspectiva integral. El lema de esta edición, “O Camiño da Vida”, sintetiza a la perfección ese espíritu de superación, conexión y acompañamiento.

El programa se abre a las 10:00 h con un Taller Neumocional: “El lenguaje de la disnea”, una experiencia que combina el enfoque clínico y emocional para abordar la vivencia del ahogo desde una mirada más humana. Le seguirá la intervención de Mariano Pastor, presidente de FENAER, con su testimonio sobre los Alfas en el Camino de Santiago, un proyecto que llevó a pacientes respiratorios a recorrer parte del Camino como símbolo de resiliencia y visibilidad.

Posteriormente, el espacio “Respirando juntos” reunirá a profesionales y representantes institucionales como Julio Ancochea , presidente de Asomega, Belén López-Muñiz presidenta de Neumomadrid y Gorka de las Fuentes (VitalAire), para dialogar sobre el valor de la empatía, el trabajo en red y la humanización en la atención sanitaria.

Tras una pausa para el café, la jornada culminará con una visita guiada al Museo del Prado, donde el arte actuará como vía para estimular los sentidos y respirar cultura.

respirARTE forma parte de un proyecto cultural impulsado por VitalAire, dirigido a personas con enfermedades respiratorias que utilizan oxigenoterapia portátil. Su objetivo es fomentar su autonomía y participación social mediante experiencias culturales en entornos accesibles y seguros. Hasta ahora se ha celebrado en Asturias, Cáceres, Málaga, La Palma, Bilbao, Salamanca, Valencia, Orense, Mallorca o Madrid, con visitas organizadas a espacios como el Museo Rafa Nadal, el Palau de la Generalitat Valenciana o el Museo Guggenheim de Bilbao, entre otros. En cada edición, el equipo de VitalAire proporciona soporte técnico para garantizar el confort y la movilidad de los pacientes durante toda la actividad.

La filosofía del proyecto es clara: mejorar la calidad de vida a través del arte, el acompañamiento y la emoción. Porque vivir con oxigenoterapia no significa renunciar a disfrutar, compartir ni emocionarse.

--- ACCEDA AQUÍ AL PROGRAMA COMPLETO ---

Luis Paz-Ares: "Me lo paso muy bien en mi relación humana con los pacientes"

Luis Paz-Ares durante la entrevista.

Luis Paz-Ares (Vilagarcía de Arousa, 1960) es uno de los nombres fundamentales de la Oncología española. Jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid y profesor titular de Medicina de la Universidad Complutense, ha dedicado buena parte de su carrera al estudio y tratamiento del cáncer de pulmón, con una amplia proyección internacional tanto en el ámbito clínico como en el investigador.

Gallego de nacimiento y de sentimiento, mantiene un vínculo estrecho con su tierra, a la que regresa con frecuencia y donde conserva residencia. Con motivo de la concesión del XXIV Premio Nóvoa Santos de Asomega, conversamos con Luis Paz-Ares sobre sus orígenes, su recorrido profesional, los avances en el tratamiento del cáncer y el rol de la ciencia, la tecnología y la humanización en la medicina actual.

Luis Paz-Ares durante la entrevista.

¿Qué papel ha jugado Galicia en su vida personal y profesional?
Nací en Vilagarcía de Arousa, aunque tuve una infancia bastante itinerante dentro de Galicia. Viví hasta casi los seis años en una casa de labranza en la pedanía de Francos. Después nos trasladamos a A Coruña, luego de nuevo a Vilagarcía por dos años y otra vez a A Coruña durante tres más. Finalmente, ya en la adolescencia, nos mudamos a Madrid.

Somos nueve hermanos. Mi padre era funcionario, juez y catedrático universitario, y recibió una oferta para incorporarse al Ministerio de Educación y Ciencia. Creo que, además del atractivo profesional, pesó también el hecho de tener tantos hijos, cada uno con intereses distintos. Desde la periferia no era fácil facilitar la formación de todos, así que Madrid ofrecía más oportunidades para ello.

¿Mantiene una relación activa con su tierra natal?
Sí, muy activa. Toda nuestra familia es gallega. Hasta donde sabemos, salvo un tatarabuelo materno de Ureña (Valladolid), el resto de nuestros ancestros son gallegos. De los nueve hermanos, ocho vivimos en Madrid, aunque seis tenemos segunda residencia en Galicia. Yo suelo ir en verano, en Semana Santa y en otras ocasiones, tanto por motivos personales como académicos o profesionales.

¿Qué le llevó a estudiar Medicina y a especializarse en Oncología y, más adelante, en cáncer de pulmón?
No fui un vocacional clásico. Durante la primaria y secundaria fui cambiando de ideas sobre lo que quería ser. Incluso en Selectividad puse como primera opción Empresariales, aunque en verano cambié a Medicina. Siempre estuvo ahí, como una opción secundaria. La idea que tenía entonces sobre la Medicina distaba mucho de la que hoy conozco, por suerte.

Empecé la carrera sin una vocación definida, pero fue creciendo conforme la estudiaba. Me gustaban la Medicina Interna y el abordaje clínico integral de los pacientes. Sin embargo, ya al final de la carrera, empecé a cuestionar si era la especialidad adecuada a largo plazo por quedar más limitada al tratamiento de las descompensaciones, mientras que otros especialistas hacían el diagnóstico y la investigación, que también era más complicada en ese campo.

Eso me llevó a considerar Oncología, una disciplina que exige un conocimiento profundo de la medicina general. El cáncer puede afectar a cualquier órgano, dar metástasis en cualquier parte y causar complicaciones muy diversas. Además, los tratamientos oncológicos también generan efectos complejos. La especialidad ha cobrado cada vez más relevancia. Casi un tercio de la población fallece por cáncer. Uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres lo desarrollará.

¿Y por qué cáncer de pulmón?
Cuando empecé en Oncología trataba varios tipos de tumores: genitourinarios, testiculares, linfomas y pulmón. Pero la especialización es inevitable. El conocimiento se expande tanto que necesitas enfocarte. Elegí el cáncer de pulmón porque es un reto clínico y científico: es el que más muertes causa, su biología era poco conocida entonces y creía que disfrutaría viendo cómo el conocimiento avanzaba y se traducía en nuevas herramientas diagnósticas y terapéuticas. Y tuve suerte: se ha demostrado una elección muy fructífera.

¿Cómo ha evolucionado su visión de la Medicina desde que empezó?
Muchísimo. Me gusta el trato directo con el paciente, disfruto mucho en la consulta. Más allá del diagnóstico y el tratamiento, me satisface la relación humana. Esa dimensión no la valoraba tanto al principio, y sin embargo hoy es clave para mí.

Recibir el agradecimiento de los pacientes y sus familias es algo muy especial, muy pocas profesiones ofrecen ese retorno emocional. Me gusta también la faceta de investigación, que satisface muchas inquietudes intelectuales, tanto por aprender lo que han hecho otros como por intentar aportar tu grano de arena. Y realmente es fascinante cuando tienes la suerte de encontrar una pequeña pepita de oro en esta mina de la biología de esta enfermedad y, luego, transformarla en un potencial tratamiento que ayude a los pacientes de mañana. Es realmente fantástico. 

Hoy la Oncología es una de las especialidades más importantes en muchos hospitales. Cuando llegué, éramos solo tres médicos en el servicio. Ahora somos más de 40. Además, es una de las áreas que más producción científica genera. Tiene también un reconocimiento social creciente, y eso ha facilitado la inversión pública y privada. Es una especialidad que ha ganado prestigio.

¿Cómo resumiría el estado actual de la investigación sobre el cáncer en España y en Galicia?
Cuando hice la especialidad, la supervivencia global a cinco años rondaba el 30-35%. Hoy supera el 60%. Se ha duplicado en tres décadas.

Vivimos más tiempo, lo que aumenta la probabilidad de desarrollar cáncer. En España hay más de un millón y medio de personas que han tenido cáncer, y esta cifra sigue creciendo gracias al diagnóstico precoz y a mejores tratamientos.

Hemos vivido dos grandes revoluciones:

  • Terapias dirigidas a dianas moleculares, conociendo e inhibiendo alteraciones genéticas responsables del cáncer.
  • Inmunoterapia, que estimula al sistema inmune para combatir el tumor.

No creo que haya una “penicilina del cáncer”, una cura universal. Los avances seguirán siendo progresivos y específicos: un pequeño paso para un subtipo tumoral, una nueva indicación, otra estrategia... Pero la suma de esos avances tendrá un gran impacto global. La prevención, sin embargo, sigue siendo una asignatura pendiente. Tomemos el caso del tabaco: es responsable del 85-90% de los cánceres de pulmón, y aún no hemos logrado erradicarlo.

Quizás el futuro pase por la prevención activa, como la quimioprevención o inmunoprevención, que puede que no veamos nosotros, pero llegarán. En cuanto al sistema español, tiene buena calidad y uniformidad. A diferencia de otros países con sistemas más desiguales, aquí hay bastante cohesión. Además, pese a la escasa inversión relativa, España destaca en investigación clínica: somos el segundo país del mundo en número de ensayos clínicos.

¿Estamos asistiendo a un cambio de paradigma en la investigación biomédica, con la integración de disciplinas como la inteligencia artificial o la ingeniería?
Sí. La Medicina lleva años incorporando nuevas capacidades y tecnologías. Para hacerse una idea: hace 40 años, secuenciar un solo gen podía ser una tesis doctoral. Hoy analizamos 50, 500 o incluso todo el genoma de un paciente de forma rutinaria. La inteligencia artificial ya forma parte de nuestro día a día.  Nos va a ayudar en el diagnóstico precoz, el desarrollo terapéutico, el diseño de estrategias… Igual que hoy el cáncer no lo trata un médico aislado, sino un equipo multidisciplinar, también la investigación se hace en equipos amplios, con perfiles complementarios.

Uno de los valores que promueve Asomega es la humanización de la Medicina. ¿Cuál es su visión al respecto?
Puedes ser muy buen médico sin dedicarte al paciente, pero desde luego para mí sería mucho menos satisfactorio. Personalmente, lo que más me llena es el contacto con el paciente. No necesariamente una amistad, pero sí una relación de cercanía. Es como un panadero con sus clientes habituales: hay una conexión más allá del producto o del acto médico. Esa relación te aporta mucho. Aunque no siempre podamos curar, sí podemos acompañar.

Dar una mala noticia nunca es fácil, pero el verdadero problema no es la noticia en sí, sino lo que representa para el paciente. Por eso, debemos ser realistas con nuestros objetivos. Si podemos alcanzar un 70%, no debemos ponernos el listón en un 95%, porque solo genera frustración. Muchas veces lo único que podemos hacer es estar ahí, acompañar con humanidad, con escucha y sensibilidad. Y eso, bien hecho, también es medicina.

¿Cree que los médicos están suficientemente formados en esta dimensión humana de la profesión?
Creo que todos tendemos a pensar que las nuevas generaciones están menos comprometidas, pero no estoy del todo de acuerdo. Los valores cambian, algunos para bien, otros quizás no tanto. En mi época no recibí una formación humanística formal especialmente rica. Aprendí mucho de mis compañeros, de lo que veía en el día a día. Hoy en día, la formación estructurada es mejor que antes: hay más programas formativos y se dedica más tiempo a ello. Eso sí, no estoy seguro de que todos los médicos tengan hoy el mismo compromiso con la sanidad pública que teníamos entonces, aunque tampoco se trata de demonizar la práctica privada. Ambas pueden convivir si se hace con responsabilidad.

Luis Paz-Ares.

¿Qué mensaje daría a los pacientes y sus familias que afrontan un diagnóstico de cáncer?
Lo primero, que hoy conocemos mucho más sobre el cáncer y tenemos muchas más herramientas terapéuticas. En España, el tratamiento del cáncer es de calidad y muchas veces está a la vanguardia. A veces podemos curar; otras veces, controlar la enfermedad durante años con buena calidad de vida. Lo importante es que cada paciente entienda su situación, su pronóstico y las opciones disponibles.

También es fundamental contemplar el impacto global: emocional, social, económico, familiar. Hay que mirar al paciente de forma integral y acompañar también a su entorno. Esa mirada de 360 grados es clave.

¿Qué significa para usted el Premio Nóvoa Santos?
La verdad es que, como médico y gallego, es un orgullo el haber tenido la suerte de que mis compañeros hayan pensado en mí este año para este premio, lo cierto es que me reconforta bastante. Sobre todo viendo que es un premio por dedicarme a lo que me dedico cada día. No lo veo como un reconocimiento a una gran aportación específica, sino como un homenaje a una trayectoria profesional . Es una perspectiva importante para los que somos de la tierra.

¿Cuáles son sus propuestas para los otros premios asociados al Nóvoa Santos, el correspondiente al proyecto de humanización y a un joven investigador?
Mi propuesta para el primero es la Asociación Pro Personas con Discapacidad Intelectual de Galicia (Aspronaga), una entidad muy especial para mí. Tiene un centro de educación especial de A Coruña donde estudió mi hermano mayor. Toda la familia conserva un recuerdo entrañable y me gustaría mucho retomar el contacto con ellos.

Y respecto al joven investigador, en nuestro servicio trabaja una médica gallega, Lola Rodríguez Nogueira, R3 que está iniciando su tesis doctoral sobre el papel del microbioma en la inmunoterapia del cáncer de riñón. 

La IV Beca de Medicina Rural, para Manzaneda y Chandrexa de Queixa por su proyecto integral de salud

Imagen del Concello de Manzaneda de una de las sesiones organizadas dentro del programa.

La IV Beca de Medicina Rural Asomega-SEMG, que tiene como objetivo reconocer y apoyar iniciativas innovadoras de mejora de la salud en el entorno rural, ya tiene ganador y, este año, además, un accésit. En ambos casos se trata de trabajos procedentes de la provincia de Ourense: el primer premio, al que se destinan 5.000 euros, es para un proyecto de Manzaneda-Chandrexa de Queixa, mientras que el accesit, dotado con 1.000 euros, se ha concedido a una propuesta de la comarca de Valdeorras. Como en ediciones anteriores, la de este año cuenta con el respaldo de Menarini.

Imagen del Concello de Manzaneda de una de las sesiones organizadas dentro del programa ganador de la IV Beca de Medicina Rural.

Imagen del Concello de Manzaneda de una de las sesiones organizadas dentro del programa ganador de la IV Beca de Medicina Rural.

La entrega de los galardones se celebrará el próximo 1 de agosto en Monforte de Lemos durante el tradicional Encontro de Verán de Asomega, un evento que reúne a los socios y amigos de Asomega, así como a autoridades sanitarias.

Manzaneda y Chandrexa: salud, tradición y comunidad

El proyecto ganador de la IV Beca de Medicina Rural, titulado “Plan de Actuación Integral Salud Natural del Macizo Central: Manzaneda-Chandrexa de Queixa”, lo presentan los médicos Sonia Isela Trejos, del Centro de Salud de Manzaneda, y Carlos Moral, del Centro de Salud de Chandrexa de Queixa, pero en él se implica un amplio equipo. Así, participan también las enfermeras Sabela Pérez (Manzaneda) y Lucía Bruquet (Chandrexa), la nutricionista de Manzaneda Fanny Yunen, el farmacéutico de la misma localidad Samuel Chantada, además de personal del Concello de Manzaneda y del Concello de Chandrexa de Queixa, el Centro de Educación Infantil y Primaria de Manzaneda, las Casas del Niño de ambos municipios y las asociaciones de mujeres rurales locales.

IV Beca de Medicina Rural.

El proyecto busca convertir las debilidades estructurales del territorio —despoblamiento y envejecimiento— en una oportunidad para fomentar la longevidad, la resiliencia rural y la promoción comunitaria de la salud, a través de acciones integradas basadas en los saberes tradicionales y la participación intergeneracional.

Se articula en torno a tres líneas de actuación:

  • Cosechando Saber Tradicional, Recogemos Salud”, con actividades agrícolas intergeneracionales en invernaderos y creación de bancos de semillas.
  • Recetas de Nuestra Tierra”, centrada en la conservación de productos locales y la recuperación de recetas saludables.
  • Natural-Mente nos Movemos”, que fomenta el ejercicio físico adaptado y el uso de tecnología para un envejecimiento activo.

Centro de Según se describe en el proyecto, la propuesta se centra en actividades de prevención y educación para la salud, actividad física, mental y emocional "para esta generación objetivo que actualmente se encuentra entre los 55 y 79 años. Se pretende fomentar la interrelación con actividades intergeneracionales que fortalezcan los vínculos, hábitos, actividades y alimentación que caracterizan la longevidad de nuestros mayores".

El enfoque multidisciplinar y comunitario del proyecto, con acciones que se extenderán hasta agosto de 2026, ha sido determinante para la concesión de la beca principal.

Valdeorras: formación sanitaria con identidad rural

El proyecto que ha recibido el accésit, titulado “Valdeorras: Territorio de Salud y Longevidad”, lo presentan las médicas de Familia Alicia Falagán, del Centro de Salud de A Rúa, y María Lozano, del de Vilarmartín. En el equipo colaboran también profesionales del Centro de Salud de O Barco de Valdeorras y del centro del Ventorrillo, en A Coruña.

Este proyecto tiene una finalidad formativa orientada a los profesionales de Atención Primaria que trabajan en el ámbito rural. Su objetivo es reforzar las capacidades del personal médico y sanitario para afrontar los retos específicos de la salud en territorios rurales envejecidos y dispersos. 

Como señala la propia memoria del proyecto, "pretendemos mejorar la calidad de vida de las personas mayores en relación con la autonomía personal, el bienestar emocional y la prevención de la soledad no deseada desde una perspectiva comunitaria".

Con estos premios, Asomega y SEMG refuerzan su compromiso con una sanidad rural fuerte, innovadora y enraizada en el territorio.

Los ganadores de este año toman el relevo a los profesionales que fueron merecedores de tal distinción en ediciones anteriores de la Beca de Medicina Rural Asomega-SEMG:

  • 3ª edición: 'Estudio de la concordancia entre ecografía clínica realizada en Atención Primaria y ecografía reglada para el diagnóstico de masas renales en pacientes con hematuria', presentado por Marta Calvo Seoane, y 'Proyecto de potenciación del Museo do Médico Rural de Maceda', presentado por José Manuel Lage Parente
  • 2ª edición: "Creación de un aula de formación en ecografía clínica para residentes y médicos de familia en el ámbito rural", de Keith Albert Foo. Accésit para Carlota Bugallo, Brais Miguel García y Sonia Muinelo, en Castro Riberas de Lea por "Abordaje poblacional mediante estrategias de prevención primaria y secundaria de cáncer en el ámbito rural" y para Tania Salgado por "Proxecto de intervención comunitaria: O traballo de coidados no ámbito rural".
  • 1ª edición: Proyecto de intervención comunitaria en el área de Xinzo de Limia de Cristina Margusino, y accésit para Ana María Bello Souto por su programa de educación en autocuidados. 

Acto de entrega del XXIV Premio Nóvoa Santos: reserva la fecha

Acto de entrega del XXIV Premio Nóvoa Santos en Santiago el 20 de junio a las 19 h.

La Asociación de Médicos Gallegos celebrará el acto de entrega del XXIV Premio Nóvoa Santos el próximo 20 de junio a las 19 horas en el emblemático Pazo de Fonseca de Santiago de Compostela. En esta ocasión, el ganador es Luis Paz-Ares, destacado oncólogo gallego reconocido por su excelencia clínica, su labor investigadora y su compromiso con la medicina gallega. La asistencia al acto es gratuita, pero resulta imprescindible registrarse en este enlace.

Acto de entrega del XXIV Premio Nóvoa Santos en Santiago el 20 de junio a las 19 h.

El evento contará con la presencia de autoridades políticas y sanitarias de primer nivel, así como de representantes del ámbito académico y científico. Se espera una asistencia multitudinaria, reflejo del prestigio que ha adquirido este premio a lo largo de sus veinticuatro ediciones.

El Premio Nóvoa Santos, instituido por Asomega en 1996, reconoce la trayectoria de profesionales gallegos que han destacado en el ámbito de la medicina y la investigación. En ediciones anteriores, el acto de entrega ha contado con la participación de figuras destacadas, como el presidente de la Xunta de Galicia y el presidente del Parlamento gallego, quienes han respaldado con su presencia la relevancia de este reconocimiento.

El doctor Luis Paz-Ares, natural de Vilagarcía de Arousa y criado en Melide y A Coruña, es jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, profesor titular de Medicina en la Universidad Complutense y director de la Unidad de Cáncer de Pulmón en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Su trayectoria científica incluye más de 490 publicaciones en revistas de alto impacto, participación en 15 patentes y la fundación de dos startups en el ámbito oncológico.

Paz-Ares toma el relevo a dos mujeres que han sido las últimas ganadoras: Pilar Rodríguez Ledo y Luz Couce.

El galardón, dotado con 12.000 euros, se distribuye de la siguiente manera:

  • el 50% para el premiado
  • el 25% para un proyecto de investigación de un joven investigador gallego
  • otro 25% para una iniciativa de humanización de la sanidad, ambos a propuesta del ganador. 

La ceremonia del 20 de junio será una oportunidad para reconocer la excelencia profesional y el compromiso con la medicina gallega, valores que Asomega promueve a través de este prestigioso premio.

 

Asomega reconoce el humanismo médico de dos de sus referentes en un emotivo acto

Francisco Ruza, Nikos Kastanos, Pablo Charro, Juan Charro, Fernando Rey Paz y Julio Ancochea.

La Asociación de Médicos Gallegos (Asomega) ha celebrado en el Centro Gallego de Madrid un emotivo acto de reconocimiento a dos de sus grandes referentes: los doctores Aniceto Charro y Francisco Ruza, primeros presidentes de la entidad y figuras clave en su historia. Ambos han sido distinguidos con el título de Médicos Hipocráticos, un reconocimiento que pone en valor su trayectoria profesional y humana.

Francisco Ruza, Nikos Kastanos, Pablo Charro, Juan Charro, Fernando Rey Paz y Julio Ancochea.

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En la ceremonia, cargada de emoción y cercanía, el actual presidente de Asomega, Julio Ancochea, centró su discurso en reivindicar la vigencia del legado hipocrático como brújula para una Medicina más humana. Citando al propio Hipócrates —“Donde hay amor por la Medicina, hay amor por la humanidad”—, Ancochea recordó que ese principio se cumple plenamente en la vida y obra de los nuevos médicos hipocráticos: “Han hecho de su práctica médica un espejo en el que el resto tratamos de asomarnos para ser mejores médicos y, sobre todo, mejores personas”.

Julio Ancochea, presidente de Asomega, durante su intervención.

Julio Ancochea, presidente de Asomega, durante su intervención ante una sala muy concurrida.

Del doctor Aniceto Charro, presidente de honor de Asomega, destacó su carácter afable y su permanente implicación en la asociación. Aunque no pudo asistir al acto por motivos de salud, fue recordado con un vídeo homenaje y con la presencia de sus hijos Pablo y Juan, que recogieron el reconocimiento en su nombre. “El doctor Charro, alma y motor de Asomega, es hoy su presidente de honor, una consideración que detenta con orgullo y responsabilidad”, subrayó Ancochea.

Sobre Francisco Ruza, Ancochea puso en valor su compromiso institucional, su liderazgo clínico y su sensibilidad creciente hacia los aspectos humanistas de la Medicina. “Tras ser durante la mayor parte de su trayectoria una autoridad clínica y académica en cuestiones técnicas, derivó a una apuesta por líneas de investigación humanistas”, destacó el presidente, quien también reconoció en él una referencia constante de apoyo y cercanía para la organización.

El acto sirvió también para recordar con gratitud a los socios fundadores de Asomega, especialmente a los que ya han fallecido, y para reforzar los lazos con el Movimiento Hipocrático.

Nikos Kastanos, cofundador del Movimiento Hipocrático.

Nikos Kastanos, cofundador del Movimiento Hipocrático.

Su cofundador, el doctor Nikos Kastanos, hizo una crucial distinción conceptual: "Hipócrates no hablaba de 'curación' sino de 'sanación'. El que cura, cura el cuerpo. Sanar quiere decir establecer a la persona en lo que es: cuerpo, espíritu y mente". Y concluyó de forma tajante: "El médico tiene que ser excelente en las dos cosas: en la ciencia y en el humanismo. Si es solo ciencia, no es médico completo", y recordó que "acompañar al paciente es parte esencial de nuestro oficio".

Homenaje al doctor Francisco Ruza

Francisco García Río, director médico del Hospital La Paz de Madrid y vicepresidente de Asomega, presentó al profesor Ruza, al que calificó como "uno de los maestros de la pediatría europea". Destacó su labor en "la creación de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos del Hospital La Paz, una unidad que ha marcado un antes y después" y subrayó que "generó una escuela de especialistas que hoy son líderes en este campo".

Francisco García Río hizo la presentación del profesor Ruza.

Francisco García Río hizo la presentación del profesor Ruza.

El galardonado Francisco Ruza agradeció "esta distinción que valora no solo los aspectos científicos, sino los humanos" y reflexionó: "El médico es el único profesional que trata seres humanos. Si no atendemos cuerpo y alma, no sanamos, solo ponemos parches".

Desde su experiencia en pediatría, compartió que "en cuidados intensivos, el niño debe ser el centro. La tecnología es importantísima, pero no puede ser el fin. Los médicos jóvenes se fascinan con los aparatos, y ahí está el peligro".

Francisco Ruza durante su intervención.

Francisco Ruza durante su intervención.

El homenajeado concluyó con un mensaje esperanzador: "Este reconocimiento viene para compensar esa impronta tecnológica, para equilibrarla. Ambas dimensiones son compatibles, como lo fueron en tiempos de Hipócrates. Por eso agradezco al Movimiento Hipocrático esta distinción que nos devuelve a lo esencial".

Reconocimiento al doctor Aniceto Charro

El doctor Miguel Carrero, amigo de los dos galardonados, destacó de ambos su procedencia de la escuela médica compostelana, "A Fonte Limpa", que hizo de la medicina hipocrática una práctica habitual en la facultad de Santiago y en sus discípulos, como los ahora nombrados médicos hipocráticos.

Miguel Carrero.

Miguel Carrero también participó en esta designación de nuevos médicos hipocráticos.

Por su parte la profesora Julia Buján destacó en su laudatio que "el profesor Charro se define a sí mismo como santiagués, galleguista y médico. Tres sencillas palabras que nos sirven para descubrir a una persona extraordinaria".

Y cerró su intervención asegurando que "Tito Charro es la fuerza de la naturaleza en sí mismo. Un ciclón que arrastra conocimientos y pasiones. Si Hipócrates estuviese aquí, sonreiría al ver cómo sus enseñanzas no fueron en vano".

Julia Buján fue la encargada de hacer la laudatio del profesor Aniceto Charro.

Julia Buján fue la encargada de hacer la laudatio del profesor Aniceto Charro.

Momento de la entrega a Francisco Ruza de su reconocimiento como médico hipocrático. A la derecha Nikos Kastanos, cofundador del Movimiento Hipocráticos, y a la izquierda el presidente de Asomega, Julio Ancochea.

Momento de la entrega a Francisco Ruza de su reconocimiento como médico hipocrático. A la derecha Nikos Kastanos, cofundador del Movimiento Hipocráticos, y a la izquierda el presidente de Asomega, Julio Ancochea.

Julio Ancochea y Nikos Kastanos entregan el diploma de Aniceto Charro a sus hijos, Juan y Pablo.

Julio Ancochea y Nikos Kastanos entregan el diploma de Aniceto Charro a sus hijos, Juan y Pablo.

 

Moderación, lecer produtivo e “galeguización psicolóxica”, claves da lonxevidade ourensá

Ourensividad presentou o seu primeiro estudo sobre os factores que inflúen na lonxevidade dos habitantes da provincia de Ourense.

A provincia de Ourense converteuse esta semana en referente nacional do envellecemento saudable coa presentación do estudo “O fenómeno das persoas centenarias”, unha investigación científica pioneira desenvolvida pola asociación Ourensividad, da que son vicepresidentes os membros de Asomega Cristina Margusino e José Manuel Lage, e financiada pola Deputación de Ourense

Ourensividad presentou o seu primeiro estudo sobre os factores que inflúen na lonxevidade dos habitantes da provincia de Ourense.

A investigación baséase nunha rigorosa análise cualitativa e cuantitativa levado a cabo por un equipo multidisciplinar de profesionais da medicina, a enfermería e a farmacia, e foi aprobada polo Comité de Ética da Investigación de Pontevedra-Vigo-Ourense. En total, analizáronse 126 variables nunha mostra de persoas centenarias da provincia co obxectivo de identificar os factores comúns que explican a súa lonxevidade con calidade de vida.

Un dos resultados máis relevantes, segundo explicou Roberto Fernández, investigador principal do estudo, é que o 41% dos entrevistados carecía de deterioración cognitiva ou o tiña nun estado moi leve, e unicamente o 12% presentaba sobrepeso. Ademais, confirmouse unha estreita relación entre saúde cognitiva e funcional e o benestar vital percibido.

O informe tamén sinala a alimentación baseada no autoconsumo —con produtos frescos e de tempada cultivados en hortas propias— como unha práctica común entre os centenarios, en liña cos principios da Dieta Atlántica. Este hábito alimentario vincúlase non só cunha dieta saudable, senón tamén cun estilo de vida activo.

Outro trazo compartido é a gran laboriosidade: para o 70% das persoas entrevistadas, o traballo foi un eixo central na súa vida. O estudo tamén destaca a resiliencia como un factor crave: a capacidade de adaptarse aos cambios e superar adversidades aparece de forma recorrente nos relatos dos lonxevos.

Durante a presentación, Pablo García Vivanco, presidente de Ourensividade, conversou coas centenarias Elisa Soria e Laura Fernández. “Hai que seguir tendo inquietudes, cultivándose tanto física como intelectualmente, esa é a forma de adaptarse á vida actual”, afirmou Soria. Pola súa banda, Fernández sinalou que “a familia e os amigos” son os piares da súa felicidade.

O presidente da Deputación de Ourense, Luis Menor, felicitou aos investigadores e ás centenarias participantes e destacou que o estudo servirá como “folla de roteiro” para deseñar políticas públicas de atención ás persoas maiores. Ademais, aproveitou a ocasión para anunciar novas medidas sociais, como a potenciación do servizo de teleasistencia, cun investimento previsto de dous millóns de euros en catro anos, e unha convocatoria de axudas para adaptar vivendas a persoas maiores. Tamén adiantou que o programa de termalismo social incluirá unha iniciativa específica para combater a deterioración cognitiva leve.

Luis Menor, presidente da Deputación de Ourense, intervén no acto de presentación do estudo de Ourensividad.

Luis Menor, presidente da Deputación de Ourense, intervén no acto de presentación do estudo de Ourensividad.

“Queremos seguir fomentando que a xente maior poida vivir na súa casa, con autonomía e calidade de vida. Ourense é exemplo dunha institución envorcada coa súa cidadanía”, concluíu Menor.

Este estudo pioneiro posiciona a Ourense como un laboratorio natural da lonxevidade e marca un punto de partida para futuras accións centradas no envellecemento activo e saudable.

Luis Paz-Ares, ganador del XXIV Premio Nóvoa Santos de Asomega

Luis Paz-Ares, ganador del XXIV Premio Nóvoa Santos de Asomega.

La Asociación de Médicos Gallegos ha otorgado el XXIV Premio Nóvoa Santos al doctor Luis Paz-Ares, uno de nuestros oncólogos más destacados a nivel internacional y un gallego que ha llevado el nombre de su tierra natal por todo el mundo. Con este reconocimiento, Asomega premia no solo su brillante carrera médica e investigadora, sino también su compromiso con la mejora de los tratamientos oncológicos y la promoción de la investigación biomédica.

Luis Paz-Ares, ganador del XXIV Premio Nóvoa Santos de Asomega.

Luis Paz-Ares, ganador del XXIV Premio Nóvoa Santos de Asomega.

Nacido en Vilagarcía de Arousa en 1962 y criado en Melide y A Coruña, Luis Paz-Ares es actualmente jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, profesor titular de Medicina en la Universidad Complutense y director de la Unidad de Cáncer de Pulmón en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Su trayectoria científica es impresionante: ha publicado más de 490 artículos en revistas de altísimo impacto como The New England Journal of Medicine, The Lancet o Nature Medicine, y cuenta con un índice H de 108 en Web of Science y de 129 en Google Scholar, cifras que avalan la relevancia y la influencia de su trabajo en el ámbito científico. Ha participado en 15 patentes y es socio fundador de dos startups (Altum sequencing y Stabs therapeutics).

Luis Paz-Ares ha sido presidente de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (ASEICA), donde impulsó de forma decisiva la promoción de la investigación oncológica en España y la captación de recursos para la lucha contra el cáncer. Además, ha formado parte de los comités científicos de sociedades internacionales de referencia como la IASLC, ASCO o ESMO, y de agencias reguladoras como la Agencia Española del Medicamento y la Agencia Europea de Medicamentos.

Su investigación, centrada especialmente en el cáncer de pulmón, ha sido pionera en el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas, desde la farmacogenómica hasta las inmunoterapias, logrando cambiar protocolos de tratamiento en todo el mundo. Ha sido investigador principal en más de 350 ensayos clínicos y 60 proyectos de investigación competitiva, recaudando más de 15 millones de euros en financiación pública para proyectos de alto impacto.

Con su dirección, el Servicio de Oncología Médica que dirige en el Hospital 12 de Octubre creó la primera unidad de ensayos clínicos oncológicos de fase I en España, abriendo la puerta a tratamientos innovadores para miles de pacientes. Su servicio ha recibido numerosos reconocimientos en los premios Best in Class (BIC) y Monitor de Reputación Sanitaria (MRS), consolidándose como un referente en calidad asistencial en España. 

Pese a su intensa trayectoria nacional e internacional (ha desarrollado su carrera entre Madrid, Glasgow, Boston y Sevilla), su vínculo con Galicia ha sido constante. Miembro de la Sociedade Galega de Oncoloxía desde hace más de tres décadas, ha promovido la formación de residentes gallegos, ha participado en proyectos de investigación en colaboración con hospitales y universidades gallegas y sigue atendiendo a pacientes oncológicos derivados desde su tierra natal.

Este XXIV Premio Nóvoa Santos reconoce así a un médico e investigador de primer nivel que, además de sus logros científicos, encarna los valores de compromiso, excelencia y vocación de servicio que inspiran este galardón.

"Me siento afortunado siendo oncólogo"

A finales del pasado año participó en el coloquio organizado por Asomega bajo el título "Cáncer hoy: estrategias de prevención, precisión y cuidado" en la Casa de Galicia de Madrid.

En aquel foro afirmó: "Me siento muy afortunado siendo oncólogo. Ser médico es fantástico, intelectualmente ofrece la oportunidad de tener un trabajo donde investigar y fomenta esa necesidad de estudiar. Y lo más importante: si te gusta la gente, la oportunidad de ver cada día pacientes en consulta, es fantástico y gratificante".

A Estrada: las razones del éxito del mejor centro de salud de España

Juan Sánchez Castro, director del Centro de Salud de A Estrada.

Con la convocatoria de la IV Beca de Medicina Rural Asomega-SEMG aún abierta, el ejemplo de A Estrada se presenta como inspiración para todos los centros de salud que se plantean proyectos estratégicos a medio y largo plazo. De ello dio buena cuenta Juan Sánchez Castro, jefe del Servicio de Atención Primaria de A Estrada, en una intervención en el Encontro que organizó Asomega en la localidad pontevedresa, donde compartió la hoja de ruta que ha llevado a su centro a convertirse en el más reconocido de España. 

Juan Sánchez Castro, director del Centro de Salud de A Estrada.

Bajo su dirección, el centro ha recibido seis galardones Best in Class al mejor centro de salud del país, el Premio de Excelencia de la Consellería de Sanidade de Galicia y uno de los Premios Nacionales de Reputación Enfermera del Consejo General de Enfermería. Pero, más allá de los reconocimientos, Sánchez Castro subraya que “el verdadero mérito es del equipo, de una gestión cohesionada, con visión de futuro y con el apoyo institucional imprescindible”.

Durante su intervención, el doctor analizó los grandes desafíos a los que se enfrenta la atención primaria en Galicia y en toda España:

  • una profunda transformación demográfica marcada por el envejecimiento y la baja natalidad
  • una creciente carga de enfermedades crónicas
  • una transición tecnológica que ha modificado las expectativas y comportamientos de los pacientes.

“El modelo clásico de puerta de entrada necesita adaptarse al siglo XXI. Hoy tenemos una población envejecida, con patologías complejas, y unos usuarios cada vez más exigentes e informados”, explicó. En A Estrada, el índice de envejecimiento alcanza los 300, "es decir, que por cada tres personas de más de 65 años hay un menor de 16". Esto ha obligado a replantear el enfoque del centro: “La multiactividad no resuelve la multicomorbilidad; necesitamos medicina personalizada, atención integral y coordinación sociosanitaria real”, afirmó.

La respuesta ha sido el Plan Local de Saúde, una estrategia que combina la atención a la enfermedad con la promoción de la salud, guiada por cinco grandes metas:

  • mejorar la salud poblacional
  • asegurar la equidad
  • lograr la sostenibilidad
  • mantener la satisfacción profesional
  • garantizar una atención centrada en el paciente.

Según Sánchez Castro, este plan es "un instrumento de gestión estratégico y de gestión que nos permite, de forma coherente, ordenada y sistematizada, analizar la realidad local y e intentar mejorarla".

La apuesta por la docencia, la investigación y la innovación ha sido otro pilar. El centro participa en más de diez estudios activos, ha liderado ensayos clínicos internacionales y ha sido pionero en implementar servicios únicos en Galicia, como la consulta avanzada de cardiología en atención primaria o un servicio de rehabilitación cardíaca. Y ya tienen en marcha proyectos de vanguardia como la detección precoz de Alzheimer mediante análisis de sangre y una unidad de diálisis intermedia, inédita en España.

Mirando al futuro, Sánchez Castro defendió la necesidad de evolucionar hacia microsistemas locales integrados de salud, que conecten sanidad, servicios sociales y salud pública de forma real y efectiva. “Tenemos que decidir si queremos seguir por el camino conocido o liderar un nuevo modelo. En A Estrada estamos preparados para ser laboratorio de ese cambio”, concluyó.

Una visión ambiciosa, basada en datos, realidad local y compromiso profesional, que convierte al centro de salud de A Estrada no solo en un referente, sino en una inspiración para todo el sistema sanitario.

El Movimiento Hipocrático y la búsqueda de referentes de la Medicina humanista

Cartel del acto en el que los doctores Charro y Ruza serán reconocidos como médicos hipocráticos.

Nikos Kastanos, médico nacido en la isla griega de Kos, es uno de los principales impulsores del Movimiento Hipocrático, propuesta que aboga por recuperar los valores eternos de la profesión médica. En la base de su planteamiento está la defensa de una relación médico paciente en la que la confianza, la empatía y la comunicación afectiva son factores esenciales.

Cartel del acto en el que los doctores Charro y Ruza serán reconocidos por el Movimiento Hipocrático.

Como él mismo señalaba en una entrevista, "si la Medicina se ejerce con más empatía y más tiempo dedicado al paciente, disminuyen significativamente los errores médicos, los costes de medicación farmacológica, el número de reingresos hospitalarios y el número de pruebas diagnósticas innecesarias”.

En definitiva, se trata de defender de manera activa que el clásico aforismo hipocrático de "Curar a veces, aliviar a menudo y confortar siempre" es algo más que una frase redonda: representa una forma vital de entender la labor del médico y su influencia en su entorno inmediato. 

El primer objetivo del Movimiento Hipocrático es ofrecer a los médicos más jóvenes ejemplos de profesionales humanistas. El principal referente es Hipócrates, pero también existen modelos entre los médicos y enfermeros de nuestro Sistema Nacional de Salud. De ello dan fe las instituciones sanitarias que desde 2018 han ido uniéndose a la red de centros asistenciales y universitarios humanistas. Entre ellos el Clínico San Carlos, La Princesa o Puerta de Hierro de Madrid o las universidades de Barcelona, Málaga o la Autónoma de Madrid.

Pero además de las instituciones, la condición de "hipocrático" se puede aplicar también a profesionales concretos a los que se distingue con una placa de honor que incorpora una hoja del árbol hipocrático incrustada, proporcionada por el municipio de la isla de Kos. Según la tradición, este plátano de sombra servía de refugio a Hipócrates cuando daba clase a sus alumnos. Los nombres de los ilustres médicos están registrados en el libro de honor del Museo Hipócrates de Kos.

A partir del 7 de mayo, este listado de médicos distinguidos se verá incrementado con dos nombres de referencia para Asomega: Aniceto Charro, primer presidente de Asomega y actual presidente de honor de la entidad, y Francisco J. Ruza, el maestro de la Pediatría que tomó el relevo a Charro al frente de Asomega. El reconocimiento tendrá lugar en un acto que se celebrará en el Centro Gallego de Madrid a partir de las 19 h. Si desea asistir, reserve su plaza en este formulario antes del 3 de mayo.

Asomega rinde homenaje a los doctores Charro y Ruza

Aniceto Charro y Francisco Javier Ruza.

El Movimiento Hipocrático es una entidad sin ánimo de lucro dedicada a difundir y potenciar el legado humanístico hipocrático, así como sus valores, tanto entre los profesionales del ámbito de la salud como a nivel institucional. Entre sus actividades se encuentra el reconocimiento a los médicos cuya trayectoria profesional ha contribuido a mantener vivos los valores hipocráticos, y en este punto es donde el camino de este movimiento se ha cruzado con el de Asomega.

Aniceto Charro y Francisco Javier Ruza.

La Asociación de Médicos Gallegos tiene el orgullo de contar en sus filas con integrantes de máximo nivel y contrastada calidad, no solo desde el punto de vista profesional sino también humano. Médicos que se han identificado con los valores de defensa del conocimiento, amor por la ciencia, cercanía y humanidad en el trato con el paciente que propugna Asomega. Para ello han contado dentro de la entidad con auténticos referentes que no solo han marcado a título individual desde hace décadas un camino profesional y vital con estas características, sino que además han servido -y sirven- de espejo a médicos más jóvenes.

Asomega, consciente de la deuda que tiene con sus maestros, se ha unido al Movimiento Hipocrático para rendirles el homenaje que merecen por su ejemplo y dedicación. Son muchos los que han ido perfilando el actual carácter de Asomega, pero dos de ellos, ambos socios fundadores de la asociación, lo ejemplifican como pocos: 

  • Aniceto Charro, primer presidente de Asomega y actual presidente de honor.
  • Francisco J. Ruza, que sucedió a Charro como presidente de la asociación.

Por estos motivos, el próximo día 7 de mayo el Centro Gallego de Madrid acogerá un acto en el que el Movimiento Hipocrático y Asomega rendirán homenaje a ambos y les hará entrega del diploma que les acredita como médicos hipocráticos. 

El acceso al evento será libre, previa inscripción en este formulario antes del 3 de mayo.