La 4ª Jornada Conjunta de Centros Penitenciarios, Sociosanitarios y Organizaciones Humanitarias de la Red TBS-Stop Epidemias, celebrada bajo el lema “La evolución de la tuberculosis: aprendizaje y alcance en el ámbito profesional”, ha puesto de relieve la importancia de los factores sociales en el control de esta enfermedad.

El acto fue inaugurado por Julio Ancochea, presidente de Asomega y coordinador científico de la Red TBS, quien recordó que la red nació en 2013 impulsada por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, Cruz Roja Española, la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica a través de Separ Solidaria e Ibsen Comunicación.
Ancochea destacó que hoy más de 50 entidades forman parte de la Red, entre ellas Asomega, y que la Organización Mundial de la Salud la ha reconocido como una iniciativa “casi exclusiva y representativa en este sentido en casi todo el mundo”. Explicó que la campaña 2025-2026, bajo el lema “Sanidad sin Fronteras” integra la lucha contra la tuberculosis, el COVID-19 y otras enfermedades, con un enfoque que combina ciencia, cooperación y solidaridad.
Durante su intervención señaló que la tuberculosis afecta desproporcionadamente a las poblaciones vulnerables como migrantes y refugiados, y que su control requiere “un enfoque multidisciplinar y una mejor vigilancia epidemiológica”. Añadió que la situación se ve amenazada por la reducción del financiamiento global, especialmente tras la retirada de Estados Unidos de la OMS.
El presidente de Asomega destacó además que la Red TBS ha promovido la elaboración del Plan Nacional para la Prevención y Control de la Tuberculosis, “un documento que debe implementarse plenamente para traducirse en mejoras reales”, y anunció su intención de ampliar la acción de la red a América Latina y el Caribe, reforzando así la cooperación internacional bajo el lema “Sanidad sin Fronteras”.
Esta 4ª jornada llega en un momento especialmente significativo para la Red, recientemente galardonada con la Medalla de Plata al Mérito Social Penitenciario concedida por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior. El reconocimiento, recibido por el propio Ancochea en nombre de la Red, resaltó su labor con colectivos vulnerables —reclusos, migrantes y refugiados— y su contribución a la mejora de la salud pública y la reinserción social.
Lo que dicen los expertos
El encuentro puso el foco en los determinantes sociales de la tuberculosis y en la necesidad de atender también sus dimensiones psicosociales. Xavier Casas, director médico de Serveis Clínics, y el psicólogo Gastón Auguste alertaron de la relación bidireccional entre tuberculosis y trastornos de salud mental, que agrava el estigma y dificulta la adherencia terapéutica.
Desde Cruz Roja Española, Cristina Ferrero Camacho insistió en la coordinación institucional y en el valor del tratamiento directamente observado, mientras que Pilar Bermúdez Saugar, jefa del Servicio de Promoción de la Salud de Instituciones Penitenciarias, explicó los avances en control de contactos y seguimiento en los centros de reclusión.
Por su parte, Xavier Martínez Lacasa, del Hospital Universitari Mútua Terrassa, ofreció una nota de optimismo al referirse a los nuevos fármacos que acortan drásticamente la duración del tratamiento y Joan Artur Caylà, presidente de la Fundación de la Unidad de Investigación en Tuberculosis de Barcelona, insistió en que “no habrá control de la tuberculosis sin justicia social”. Por su parte Joaquín Rodrigo Poch, presidente de la Asociación Española de Medicamentos Biosimilares y director general de Sandoz España y Portugal, explicó la iniciativa de su compañía para mejorar la accesibilidad real a la información sobre medicamentos, con prospectos más claros y legibles.
Seguimos luchando contra epidemias que son, en realidad, epidemias de injusticia, concluyó Ancochea, reafirmando el compromiso de Asomega y de la Red TBS con la salud global, la equidad y la solidaridad.