Carta a los residentes: no tengáis miedo... pero nada será igual a partir de ahora

Julián García Feijoo, vicesecretario de la Junta Directiva de Asomega, ha escrito una carta a sus residentes en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid que, por su interés, reproducimos íntegra.

24/03/2020

Jefe de Servicio de Oftalmología del Clínico de Madrid, Julián García Feijoo es además secretario general de la Sociedad Española de Oftalmología y vicesecretario de Asomega. Comparte con nosotros la carta que acaba de dirigir a sus residentes en la que les advierte de que el miedo ante lo que estamos viviendo es normal, pero necesariamente controlable; que la falta de medios o formación específica no exime a los médicos de sus obligaciones; que las excusas y quejas no tienen cabida ahora; y que en sus manos está cambiar el mundo, pero para mejor.

"Hola a todos.

En primer lugar, muchas gracias a todos por vuestro esfuerzo estos días. He escrito esta carta con algunas reflexiones que espero os ayuden. La situación empeorará a lo largo de las próximas semanas, por lo que es importante que todos colaboremos como podamos/nos manden.

Debemos cuidarnos, no asumir riesgos alegremente, pero también asumir nuestra responsabilidad. Lo siento, pero es asi. Como os comenté durante el fin de semana Informadme de cualquiera que tenga FR o bien esté al cuidado de personas de riesgo y de cualquier cambio en este sentido. Entre todos superaremos esta crisis. 

Para los que dudáis, para los que tenéis miedo, para todos…

Miedo. Poned la situación en perspectiva, se conoce la mortalidad por los grupos de edad. Mirad la columna de 20-30. De todas maneras, entiendo que tengáis miedo, dudas, todos lo tenemos yo el primero. Pero no se os pide que no lo tengáis, se os pide que lo controléis, que, a pesar de tener miedo, cumpláis con vuestra obligación. Habéis tomado el juramento Hipocrático, aunque el acto fuera de “chufa” y en su momento no lo pensarais, si tiene un significado. Es vuestro compromiso con la Sociedad, con los pacientes y también con vosotros mismos. El mismo compromiso que, cada uno en su ámbito, aceptan los bomberos, los policías y guardias civiles, protección civil, conductores de ambulancia, militares, los oficiales de un barco... Y el compromiso es importante (y fácil) mantenerlo en una situación normal, pero principalmente hay que cumplirlo en las situaciones de crisis. Imagino que vosotros no pensáis que esos colectivos puedan eludir su responsabilidad en situaciones difíciles (dais por supuesto que el bombero va a apagar incendios incluso en situaciones complicadas porque es su obligación moral), o como la que estamos viviendo ahora mismo. Exacto, eso es parte del pacto que hace que la Sociedad funcione. Reflexionad. Porque nadie en este momento está pidiendo sacrificios extraordinarios, ese puede ser otro asunto. Se pide responsabilidad y que cumpláis con vuestro deber de ayuda a los pacientes y a vuestros compañeros. Se os pide que cumpláis con vuestro compromiso con la Sociedad.

No tenemos medios, desde luego, los políticos son nefastos, todo se ha organizado fatal… Perfecto, podéis decir todo eso, pero en la UCI vuestros compañeros siguen sin EPIs, con máscaras y protectores caseros, ventiladores con apaños para compartirlos entre pacientes, solo tenéis que ver los videos de “bricolaje” que están circulando. Esas quejas son lícitas, hay que hacerlas, pedir responsabilidades, de nuevo yo soy el primero en hacerlo, pero debemos ayudar a los pacientes y compañeros con los medios disponibles.

No podemos hacer nada, no estamos formados. ¿Pensáis que vais a ir a las UCIs? Vais a dar soporte general a pacientes de bajo riesgo. Claro que se pueden hacer cosas, pensad en los pacientes ingresados, solos, sin contacto con su familia, viendo lo que pasa a los pacientes que están a su alrededor, ellos sí que tienen miedo y angustia. Estar allí, escuchar, hacer cualquier cosa por ellos les puede ayudar a sobrellevar la situación. Pensad también en vuestros compañeros, que están agotados, psicológicamente afectados, trabajando en malas condiciones, ellos también tienen miedo, por ellos, por su familia… pero siguen cumpliendo, lo aparcan para tener la cabeza fría delante del paciente. Todos tenéis familiares en situación de riesgo, muchos fuera de Madrid. ¿Creéis que los MIR y FEA de Galicia, Andalucía, País Vasco, Castilla, Cataluña… no tienen las mismas dudas… o miedos? Pero imagino que queréis que vuestra familia esté atendida, que alguien se preocupe por ellos, los escuche, aunque no esté en la UCI. Y si las cosas van mal, que los que los atienden estén en las mejores condiciones posibles. Aquí en Madrid, la gente de mi generación (40-60 años), está desbordada, en primaria atendiendo telefónicamente a miles de pacientes que están en casa, angustiados porque no tienen medios, en los Hospitales, UCIs… quejándose mucho, pero trabajando muchísimo más. Y algunos vemos fríamente lo que viene también, incremento de mortalidad de infartos y patología aguda grave, oncológicos, morbi-mortalidad de crónicos y pacientes quirúrgicos aplazados… Ayudémosles, aunque sea liberándolos de llamadas, charlas con familiares, pacientes en situación estable que necesitan poca cosa, pero hay que darles un soporte mínimo, aunque solo sea que alguien les haga caso, pasar datos de la historia/seguimiento. Eso ya es una labor importante.

No somos héroes, por qué se me exige algo fuera de mi competencia / ”yo no firmé para esto”. Desde luego que no lo somos, héroes son los del CDC y la OMS, que van a atender brotes con un 50-90% de mortalidad y que saben que no pueden permitirse un descuido o accidente o simplemente tener mala suerte. O si queréis los compañeros que están ahora en las UCIs viendo morir a la gente, decidiendo quién entra y quien no, poniendo todo su empeño en ayudar a los pacientes como sea. En todo caso en este momento, siendo personas jóvenes y sanas no creo que asumir los compromisos y responsabilidades sea una heroicidad.  De nuevo perspectiva, nadie os está pidiendo ir a la guerra. Como os decía arriba mirad las estadísticas, tenéis más probabilidades de morir por un accidente de coche. Y en esta crisis hay muchísimas personas que están respondiendo y cumpliendo con su deber, y que no tienen la responsabilidad que tenéis vosotros, muchos de ellos sí que “no firmaron para esto” desde la cajera del supermercado donde hacéis la compra, hasta los transportistas, limpiadores, gente que trabaja en distribución y logística, agroalimentación, la policía, guardia civil, militares...

No podéis fallar a las personas que confían en vosotros, pacientes, familiares, compañeros, pero tampoco os podéis fallar a vosotros mismos. Cuando penséis en estos meses dentro de unos años y os preguntéis si cumplisteis o no con vuestra parte, espero que todos podáis decir que sí, porque no os engañéis, todos vais a pasar por situaciones duras de distintos tipos, personales, directas o indirectas, en los próximos meses. Os decía hace un par de semanas que, en los momentos de crisis se conoce lo mejor y lo peor de cada uno, mirad a los demás, pero mirad dentro de vosotros mismos, si no os gusta lo que veis, asumidlo o mejor tratad de cambiarlo.

Quitaos la inmerecida “fama” de ser la generación más preparada, pero que vive en “los mundos de yupi”, egoísta, indolente, malcriada, que no sabe gestionar el NO, de las excusas, que demanda todos los derechos pero le cuesta asumir las obligaciones. Es triste que tenga que escribir esta carta para vosotros y que, en el caso de vuestro espejo, que son los Oftalmólogos del Servicio, todos se han presentado voluntarios para hacer lo que sea, personas con FR, en edad de riesgo, con responsabilidades familiares... De hecho, he tenido que “dar explicaciones” a personas que, por ahora y por esos motivos, he preferido no participen en esas actividades salvo que no quede otro remedio.

Y aunque seáis egoístas y lo que he escrito os dé absolutamente igual o simplemente no me entendáis, ¿con qué cara vais a mirar a vuestros compañeros y amigos en los próximos años si les falláis ahora, o pedirles un favor?

Sed bienvenidos al mundo de los adultos, no sois invencibles, hay miedo e inseguridad, os demandaremos responsabilidad. Ha sido un final abrupto y sin anestesia, pero os hará crecer a todos. Nadie será igual a partir de ahora.

Tenéis 20 años, la edad de cambiar el mundo, por favor cambiadlo para mejor.

Mucho ánimo y gracias por todo,

Un abrazo,

Julián García Feijoo"