Médicos gallegos implicados en el mayor estudio de prevalencia de la EPOC en España

Comienza en el Hospital Universitario La Princesa de Madrid el estudio EPI-SCAN II, promovido por GSK y apoyado por la SEPAR. Julio Ancochea y Francisco García Río participan en la investigación

20/03/2017

espirometria

Diecinueve centros hospitalarios y clínicas de toda España y 10.200 personas (alrededor de 600
por cada comunidad autónoma) participarán en EPI-SCAN II, estudio promovido por GSK en colaboración con la SEPAR.

El Hospital Universitario de La Princesa de Madrid es el primer centro ya dispuesto a incorporar participantes a esta investigación sobre EPOC, el mayor estudio poblacional realizado en
España y que permitirá conocer los cambios en la prevalencia de esta enfermedad, tendencias y factores asociados, 10 años después de EPI-SCAN, también promovido por GSK. Julio Ancochea, presidente de Asomega, es el jefe del Servicio de Neumología del citado centro hospitalario.

“Nuestro compromiso con la innovación para respirar está presente en nuestro día a día. Apostamos por la investigación en el área de Respiratorio en España y gracias a la colaboración de los profesionales sanitario y los pacientes seguimos contribuyendo a mejorar el diagnóstico y el tratamiento de la EPOC y otras enfermedades respiratorias”, comenta Cristina Henríquez de Luna, presidenta de GSK España.

Según la Dra. Inmaculada Alfageme, presidenta de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), “este estudio va a proporcionar una información muy valiosa acerca de la situación actual de la EPOC en España. Hasta ahora se habían realizado dos estudios de prevalencia de esta enfermedad en la población española hace 10 y 20 años: en el año 1997 el estudio IBERPOC identificó que el 78% de la EPOC no había sido diagnosticada, y posteriormente, en el año 2007, el estudio EPISCAN mostró que sólo se redujo esta cifra al 73%”.

 

UN ESTUDIO RELEVANTE

Los datos de EPI-SCAN han servido de referencia para numerosas investigaciones posteriores en este campo. Hoy en día la población española es más longeva, fuma menos; además, se observa que la EPOC se está feminizando y su mortalidad parece disminuir, por lo que los pacientes viven más con ella, pues la EPOC es una enfermedad crónica. “Por ello, y para tener una visión lo más adecuada posible, EPI-SCAN II, 10 años después, amplía el umbral de edad, sin límite a partir de los 40 años, para disponer de una mejor estimación en la población geriátrica”, detalla la doctora Alfageme.

Actualmente, la EPOC supone la tercera causa de muerte a nivel mundial. Es una enfermedad respiratoria que se produce por la inflamación de los pulmones, que produce una obstrucción de las vías respiratorias, dificultando la entrada y salida de aire y, por lo tanto, disminuyendo la cantidad de oxígeno que llega a la sangre. El humo del tabaco es la principal causa del desarrollo de la EPOC, y sus síntomas son la sensación de falta de aire y dificultad para respirar; la tos persistente, habitualmente por las mañanas; y la producción y expulsión de mucosidad con la tos.

El tabaco no solo es el desencadenante más importante de la EPOC, sino uno de los factores que más contribuye a la progresión de la misma, por lo que resulta especialmente importante que los pacientes abandonen este hábito. “Si el enfermo sigue fumando, la pérdida de capacidad funcional será cada vez mayor y esto conduce inevitablemente a un incremento de sus síntomas (particularmente la sensación de ahogo), al desarrollo de más exacerbaciones u hospitalizaciones y, en definitiva, a la pérdida de calidad de vida”, destaca el Dr. Francisco García Río, neumólogo del Hospital Universitario La Paz, miembro del comité científico del estudio y vocal de la Junta Directiva de Asomega.

 

DIAGNÓSTICO E INTERVENCIÓN PRECOZ

Julio Ancochea, jefe del Servicio de Neumología del Hospital Universitario de La Princesa, explica que “EPI-SCAN II no solo va a reflejar la prevalencia de esta enfermedad en nuestro país —sin límite de edad, ya que hasta ahora estaba fijado en 80 años—, sino que mostrará la tendencia por género y permitirá valorar el infradiagnóstico asociado y sus causas.

Además, plantea la posibilidad de “disponer de biomarcadores de imagen a través de la utilización de TAC de baja radiación y la posibilidad de determinar una amplia batería de biomarcadores en suero, mediante la extracción de una muestra de sangre que nos permita valorar todo esto”, precisa.

Asimismo, hace hincapié en la importancia del diagnóstico y la intervención precoz. “Ya la Estrategia en EPOC del Sistema Nacional de Salud establecía como regla básica que cualquier persona mayor de 35 años, fumador o exfumador de más de 10 paquetes al año —que equivale a fumar una cajetilla al día durante 10 años— y presente síntomas respiratorios como disnea o tos con o sin expectoración, se le debe realizar una espirometría con prueba broncodilatadora, ya que es lo que nos va a permitir establecer en ese contexto el diagnostico de EPOC”, remarca, al tiempo que explica que esta herramienta ha de democratizarse y globalizarse en la práctica clínica.